Mesa Diplomática 2

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Diplomática: Peut on construire l'amerique latine en
suivant le modèle de l'UE?
Introducción, Problemática, Pistas de Reflexión, Contexto, Debate y
posturas posibles
Une monnaie unique, une cour de justice suprême, la libre circulation de capitaux et
de personnes, un programme d’échanges universitaires…cela est-il possible en
Amérique Latine? Cela est-il souhaitable?
Le modèle de construction européenne a beaucoup inspiré. Ce modèle de
coopération repose en effet sur un idéal entre des nations sœurs dans un but de
dépassement des divisions passées. En cela, le mode de construction de l'Union
Européenne séduit en Amérique latine et semble d'autant plus réalisable qu'il
ne se heurte pas à des différences culturelles aussi profondes qu'en Europe.
L'Amérique latine partage en effet une langue commune – avec le portugais,
qui reste une langue d'origine latine, et une histoire commune. De plus et par
conséquent, le continent connaît le même type de problématiques concernant son
développement économique et politique. Mais peut-on réellement construire
l'Amérique latine en suivant le modèle de l'UE? Cela recouvre deux aspects; l'aspect
du faisable et l'aspect du devoir, soit est-il possible de construire l'Amérique latine
selon le modèle de l'UE et doit-on le faire?
En fait, le fait de dire que cette construction est faisable est contestable
puisque le modèle européen est lui-même remis en en cause, de façon constante, ce
qui empêche par là même son fonctionnement et son accomplissement. Toutefois, la
CECA, puis la CEE et enfin l'UE ont proposé un modèle de construction qui, même
s'il n'a pas été mené à bout, traduit une volonté de solidarité et de cohésion
politique et économique à l'échelle du continent. Vient ensuite la question du
devoir. Il semblerait qu'une telle coopération doive se mettre en place naturellement
et non pas par obligation. Mais les conditions de construction de l'UE sont assez
particulières –à l'issu d'une guerre, et se sont faites autour intérêts économiques et
diplomatiques. D'où la question du "naturel" de cette union, les intérêts qui la motive
et le contexte global dans laquelle elle se fait.
De même que la question se pose encore pour l'UE, le type d'union doit être
défini; s'agit-il d'une union purement économique, ou bien politique? Ou bien les
deux en même temps, l'une amenant l'autre progressivement.
En fait il apparaît rapidement que si l'Amérique latine compte se construire en
suivant le modèle de l'UE, l'UE elle-même doit se définir avant toute chose, ce qui
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revient à une problématique européenne. En revanche, on peut penser que
l'Amérique latine peut s'inspirer de ce modèle, au niveau théorique, pour se contruire
en tant que fédération continentale.
Mais avant tout, ce qui compte pour la contruction de l'Amérique latine, c'est
sa volonté de mettre en place cette union. En cela, l'UE peut consituter un modèle,
car il s'agit bien, à la base, d'un désir de cohésion des pays européen. Se pose alors
le problème de cette volonté en Amérique latine, qui recouvre des intrêst politiques,
économiques et diplomatiques.
SUBTEMAS
L'Union Européenne: un modèle?
La UE: un contra-modelo para la UNASUR, Rebellion.org, 26/06/09
•
L'influence de l'UE dans les institutions d'Amérique latine
Unidad Sudamericana: ¿sueño o realidad cercana?, audio BBC Mundo, 09/12/04
•
Comment s’y retrouver dans les différents mécanismes d’intégration
régionale?
¿Qué rumbo para la integración latinoamericana?, IRG, 27/12/07
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ARTÍCULO ESENCIAL
Unión Europea: ¿modelo para A. Latina?, BBC Mundo, 23/03/07
Hace 50 años, Europa iniciaba un proceso de integración que logró consolidar la estabilidad
y la prosperidad en un continente que había sido devastado por dos guerras mundiales.
La firma del Tratado de Roma -que dio nacimiento a la Comunidad Económica Europea
(CEE), madre de la actual Unión Europea- serviría luego para inspirar a otros procesos de
integración regional.
Pero, ¿es el modelo de integración europeo una experiencia aplicable a América Latina?
"El modelo de integración europeo ha estado siempre en el subconsciente colectivo
sudamericano, pero siendo realistas, las diferencias institucionales son tan marcadas que se
hace difícil plantear dicho modelo como un objetivo a medio plazo" le dijo a BBC Mundo
Osvaldo Rosales, director de la división de comercio internacional e integración de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Región diversa
La diversidad es la característica principal de Latinoamérica, tanto por el tamaño y población
de los países que la componen, como por sus diferentes estructuras económicas e
institucionales y sus niveles de desarrollo.
Esta diversidad se refleja también en la manera en que las naciones latinoamericanas han
entendido los procesos de integración regional.
Desde los proyectos de los precursores de la independencia del continente, como Simón
Bolívar o José Artigas, hasta la creación en las últimas décadas de organismos como
MERCOSUR o la Comunidad Andina de Naciones (CAN), han habido muchos proyectos de
integración en Latinoamérica, aunque en ocasiones, o no han acabado de concretarse, o
simplemente han fracasado.
En el caso de Europa, se tenía claro desde un principio que el proceso de integración, pese a
basarse inicialmente en una unión económica, no podía descuidar los aspectos políticos y
culturales.
En América Latina, por el contrario, en ocasiones se ha impuesto el aspecto político sobre el
económico y el cultural, creando procesos sin viabilidad financiera, y en otras se han
privilegiado los acuerdos económicos o comerciales, sin una base político-institucional
estable.
Nuevo regionalismo
Como sucedió en Europa, en los procesos de integración llevados a cabo en América Latina
tras la Segunda Guerra Mundial se privilegiaron los acuerdos de tipo económico-comercial.
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Así, a partir de los años 60, se crearon multitud de organismos de integración económica y
política en la región, como la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), la
Comunidad Andina de Naciones, la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), el
MERCOSUR o Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
Más recientemente, verían la luz organizaciones como la Comunidad Sudamericana de
Naciones (CSN), creada en diciembre de 2004 sobre la base de la confluencia de la
Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el MERCOSUR, o la Alternativa Bolivariana para
América Latina y el Caribe (ALBA), iniciativa impulsada por Venezuela.
La UE como modelo
En la mayoría de esos procesos de integración, el modelo de la Unión Europea ha estado
presente en mayor o menor medida.
Ramón Torrent, coordinador del Observatorio de las Relaciones Unión Europea-América
Latina, considera que "la Unión Europea es una experiencia de integración a tener en cuenta
por América Latina, pero no un modelo".
Según le explicó Torrent a la BBC "la mejor prueba de ello es el mal funcionamiento de la
CAN, que en muchos aspectos se calcó del proceso de integración europeo".
"Lo que Latinoamérica debe copiar del modelo europeo es que debe basarse en el derecho, y
ese derecho ha de ser eficaz, ha de tener legitimidad y ha de ser respetado" afirma Torrent.
"En eso ha sido modélica la UE, y en eso no lo han sido los procesos de integración en
América Latina, que se han caracterizado por generar demasiado derecho que luego, o no
entraba en vigor o era violado de manera sistemática por los estados", concluye el
investigador.
Los incumplimientos de los que habla Torrent han quedado patentes en las diversas crisis que
han atravesado los procesos de integración en la región, como el retiro de Chile y Venezuela
de la CAN, o las disputas entre los socios de MERCOSUR.
Según Torrent "los estados latinoamericanos no respetan las obligaciones internacionales que
han contraído entre ellos, pero en cambio sí que respetan las obligaciones contraídas, por
ejemplo, en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) o con EE.UU.".
Los problemas de la integración
Wolf Grabendorff, director del programa de cooperación de la Fundación Friedrich Ebert en
Chile, también considera que Latinoamérica necesita buscar su propio modelo de integración.
Según le explicó Grabendorff a la BBC, uno de los problemas que hace que sea difícil
reproducir el modelo europeo en Latinoamérica "es la nula voluntad de los países de la región
de ceder cualquier forma de soberanía a una institución supranacional".
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Osvaldo Rosales, del CEPAL, señala además que "no hay consenso entre los gobiernos más
importantes de la región respecto al camino a seguir, ya que tienen grandes diferencias
respecto a las oportunidades y desafíos que presenta la globalización y sobre las estrategias de
inserción internacional más adecuadas", lo que en su opinión, debilita los procesos de
integración.
Rosales afirma que también "hay grandes diferencias entre lo que está sucediendo en
Centroamérica y América del Sur" ya que "en América Central se habla menos de integración
pero ésta se practica más" mientras en el sur sucede lo contrario, existiendo "una competencia
de discursos" sobre la necesidad de integración y una brecha entre el discurso y la práctica.
Futuro incierto
"A pesar de la inestabilidad que se percibe en los esquemas de integración en América Latina,
ese nivel de gobierno será fundamental en los próximos años", afirma Philippe de Lombaerde,
investigador de la Universidad de las Naciones Unidas en Brujas (Bélgica).
"Los países de la región deben acordar cuales son los bienes públicos regionales que los
latinoamericanos quieren tener en común, como pueden ser la seguridad, las infraestructuras,
la ecología o la capacidad para actuar a nivel global".
De Lombaerde considera que "no es fácil duplicar modelos de unas regiones a otras", pero
afirma que "eso no quiere decir que la experiencia europea no pueda ser relevante en un
futuro para la región, por ejemplo en el diseño de políticas de cohesión y participación social,
o en una hipotética unión monetaria".
Dinámica mundial
En lo que la mayoría de expertos coinciden es en que la integración de América Latina resulta
fundamental para que la región pueda afrontar el futuro con garantías.
Osvaldo Rosales se muestra confiado en que "en que la dinámica de la propia globalización y
la presión competitiva que generan otras economías, como la asiática, conducirán, en un plazo
corto de entre 3 y 5 años, a un proceso de reformulación de los esquemas de integración,
haciendo que prime en América Latina la existencia de mercados unificados con disciplinas
comunes".
"Va a ser distinto al modelo europeo y asiático, pero la fuerza de los hechos va ha hacer que
las cosas marchen en esa dirección, hacia una región unida, más allá de los discursos y los
debates".
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Documentos complementarios
La Unión Europea reforzará la colaboración con América Latina en materias
científicas y educativas, La cerca, 26/03/09
Sudamérica en camino a la integración, BBC Mundo, 09/12/04
Brasil crea universidad para integración latinoamericana, 12/01/10
Tomás Hirsch y la integración latinoamericana
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