Pasado y presente de la libertad de prensa en Argelia
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Pasado y presente de la libertad de prensa en Argelia
PASADO Y PRESENTE DE LA LIBERTAD DE PRENSA EN ARGELIA por Moncho Satoló Pasado y presente de la libertad de prensa en Argelia 1ª Edición: junio 2008. 2ª Edición (ampliada): diciembre 2009. • Autor: Moncho Satoló (Ramón Salvador Torres López). • Fotografía de portada: Monumento a la libertad de prensa en Argel (M. Satoló). • Libro escrito a raíz del proyecto final realizado en el Master de Relaciones Internacionales en la Universidad San Pablo CEU – IDEE (octubre 2007- junio 2008). Creative Commons Attribution-Noncommercial-Share Alike 3.0. Unported License. 2 3 CUALQUIER COSA PARA EXTERMINAR A UN DEMONIO… Ese ladrón que trepa por las paredes de noche para ir a casa, es ése. Ese padre que advierte a sus hijos que no hablen de su perverso trabajo, es ése. Ese malvado ciudadano que pasa el día en los juzgados, esperando el juicio, es ése. Ese individuo atrapado en una redada del barrio, a quien empujan a la parte trasera del camión de un culatazo, es ése. Es ése el que sale de su casa por la mañana sin tener la certeza de si llegará al despacho. Y es ése el que sale del trabajo por la tarde sin tener la certeza de si llegará a casa. …Ese hombre que desea no morir de un tajo en el pescuezo, es ése. Ese cuerpo en el que vuelven a coser una cabeza cortada, es ése. Es ése cuyas manos no conocen más habilidad que su mera capacidad de escribir … Él es todo eso y sólo un periodista. Said Mekbel, Mesmar J´ha,1994 4 EN MEMORIA DE LOS PERIODISTAS ARGELINOS ASESINADOS 1993 26.05 - Tahar DJAOUT, director de Ruptures. 03.08 - Rabah ZENATI, ENTV. 09.08 - Abdelhamid BENMENI, Argelia actualidades. 11.09 - Saadeddine BAKHTA BAKHTAOUI, El Minbar (APUA). 28.09 - Abderrahmane CHERGOU, Argelia Republicana en L´Hebdo Libre. 05.10 - Djamel BOUHIDEL, fotógrafo de la nueva Tell, a Blida. 14.10 - Mustapha ABADA, director general ENTV. 18.10 - Ismail YEFSAH, ENTV. 28.12 - Youcef SEBTI, independiente, escritor y poeta 1994 23.01 - Rachid KODJA, radio. 01.03 - Abdelkader HIRECHE, ENTV. 01.03 - Mohamed HASSAINE,Argelia Republicana, a Hammadi. 12.03 - Hassan BENAOUDA, ENTV. 19.03 - Yahia BENZAGHOU, APS, sella de comunicación del Primer ministro. 21.03 - Abdelmadjid YACEF, fotógrafo L´Hebdo libre. 21.03 - Rachid BENDAHOU, L´Hebdo libre. 13.04 - Mohamed MECEFFEUK, El Watan. 07.06 - Ferat Cherkit, El Moudjahid. 07.06 - HichemGUENIFI, radio ENRS. 11.07 - Yasmina DRISSI, Le Soir de Argelia. 20.07 - Mohamed Lamine LEGOUI, APS de Bousaada. 17.09 - Laid-Ali AIT EL-HARA, radio. 26.09 - Mouloud BAROUDI, fotógrafo ANAF de Tipaza. 26.09 - Smail SBAGHDI, APS. 5 12.10 - Lahcene BENSAADALLAH, director de el Irchad. 16.10 - Tayeb BOUTERFIF, radio. 19.10 - Farah ZIANE, REDACTOR de la revolución Áfricana, a Blida. 27.10 - Mohamed-Salah BENACHOUR, APS, de Blida. 27.10 - Kaddor BOUSSELHAM, Horizontes, disparu de Mascara. 30.11 - Yasser EL-AKEL el Massa. 30.11 - Nasser-Eddine LAKEHAL, el Mass, de Boufarik. 30.11 - Ahmed ISSAAD, radio, de Boufarik. 03.12 - Said MEKBEL, director de Matin. 1995 06.01 - Zineddime ALIOU-SALAH, libertad, de Blida. 06.01 - Ali ABOUD, radio Chaine 1. 13.01 - Abdelmadjid Yahiaoui,Echaab. 01.02 - Nacer OUARI, ENTV. 17.02 - Djameleddine ZAITER, el Djoumhouria, de Gdyel. 01.03 - Mahmoud OUARHOUM,APS. 08.03 – Djamel-Eddine FAHASSI, radio. 20.03 - Rachida HAMMADI, ENTV, mourra de ses blessures 31. 20.03 - Houria HAMMADI, ENTV, Seur de Rachida, meurt sur le Coup. 21.03 - Ali BOUKHERBACHE, el- Djoumhouria,director de medios de Televisión. 27.03 - Mohamed ABDERRAHMANI, director EL-MOUJAHID. 03.04 - Makhlof BOUKHEZAR, ENTV, de Constantine. 15.05 - Azzedine SAIDJ, el Ouma. 21.05 - Bakhti BENAOUDA, escritor independiente, de Oran. 21.05 - Malika SABOUR, Echourouk El Arabi. 27.05 - Mourad HEMAZI,ENTV. 18.06 - Ahmed TAKOUCHET, radio Cirta. 02.08 - Naima HAMOUDA, Revolución Africana. 21.08 - Ameur OUAGUENI, Le Matin. 03.09 – Saïd TAZROUT, Le Matin. 04.09 – Yasmine BRICK, radio Chaine 1. 08.09 – Dadja BRAHIMI, ENTV, en Dellys. 08.09 – Said Brahimi, ENTV, en Dellys. 09.09 – Rabah LALLALI, ENTV. 6 15.10 – Abdelwahab SAADAOUI, Echaab. 15.10 – Ahmed BOUGUERRA. 16.10 – Saida DJEBALLI, El Hayat El Arabi. 16.10 –Ahmed Mustapha LAZHAR, El Hayat El Arabia. 18.10 – Mohamled FETTAH, ENTV 20.10 – Nourredine SERDOUK, Liberté. 29.10 – Khaled GUERDJOUMA. 03.11 – Omar OURTILANE, redactor en Jefe de El Khabar. 04.11 – Ahmed KHALFOUN, APS. 02.12 – Hamid MAHIOUT, Liberté. 02.12 – Hamidou BENKHERFELLAH, Liberté. 05.12 – Khedidja DAHMANI, Echourouk El Arabi. 14.12 – Abdelkrim BENDAOUD, ENTV. 20.12 – Mohamed BELKESSAM, jefe de producción de ENTV. 23.12 – Khaked MERIOUD, ENTV. ¿.?- Taleb ADEN, independiente. 1996 12.01- Mohamed MEKATI, El Moudjahid. 14.01- Khaled ABOULKACEM, L’Independant. 10.02 – Abdallah BOUHCHEK, Revolution et Travail. 11.02 – Allaoua AIT-MEBAREK, director de la redacción de Le Soir d’Algerie. 11.02 – Mohamed DORBANE, Le Soir d’Algerie. 11.02 – Djamel DERAZA, Le Soir d’Algerie. 11.02 – Naïma ILLOUL, ENTV. 17.02 – Achour BELGHEZLI, Le Pays. 17.02 – Dalila DRIDECHE, Le Pays. 27.02 – Mourad TAAM, radio. 29.02 – Belkacem SAADI, ENTV. 04.03 – Slim TRIA, radio. 12.03 – Djilali ARABDIOU, Algérie Actualités. 30.03 – Yahia AMOUR, ENTV. 10.04 – El Hadi SLIM, ENTV. 24.04 – Djamel BOUCHIBI, EL-Moudjahid. 26.07 – Farida BOUZIANE, Le Pays. 27.07 – Boualem TOUARI, ENTV. 11.08 – Mohamed KESSAB, Radio Coran et Radio Mitidja. 7 15.10 – Mokrane HAMOUI, Echourouk El-Arabi. 26.12 – Boussaad ABDICHE, El Moudjahid. 1997 10.01 – Messaoud BELLACH, El Moudjahid. 07.02 – Si-Ali REGUIEG, ENTV. 12.04 – Aziz BOUABDALLAH, El Alem Essiyassi. 01.06 – Abdelwahab HARROUCHE, El Moudjahid. 20.08 – Ali TENKHI, ENTV. 31.08 – Zoubida BERKANE, ENTV. PERIODISTAS EXTRANJEROS 1.02.1994 – Olivier QUEMENEUR, AFP. También: Yves Menari y el australiano Scott Alla. 8 ÍNDICE • Introducción ……………………………………………………………………………11 CAPÍTULO I • Historia reciente de Argelia ……………………………………………………………12 • Demografía y sociedad argelina………………………………………………………..13 • Puntos más destacados de las instituciones estatales argelinas y la separación de poderes………………………………………………………………………………….14 CAPÍTULO II • Libertad de prensa 1. ¿Qué se entiende por libertad de prensa según la ONU?...................................16 2. Situación de la libertad de prensa en los países árabes del Norte de África…..16 CAPÍTULO III • Situación de la libertad de prensa en Argelia 1. Marco general…………………………………………………………………19 2. Datos sobre la prensa en Argelia……………………………………………... 20 3. Métodos directos e indirectos en el control de la prensa por parte del Estado .21 4. Análisis de caso: el periodista argelino Mohamed Benchicou (Le Matin).…...23 CAPÍTULO IV • Entrevistas a diferentes actores, tanto directos como indirectos, conocedores de la situación de la libertad de prensa en Argelia………………………………………….. 25 1. Ferran Sales, diario El País…………………………………………………………..26 9 2. Gustavo de Arístegui, Portavoz de Exteriores del Grupo Parlamentario Popular……………………………………………………………………….. 31 3. Mohamed Haneche, Embajador de Argelia en España………………………. 36 4. El Watan, Omar Belhouchet, Director (y perioidista argelino más veces llevado ante la justicia de su país) y Nabila Amir y Adléne Meddi, redactores……… 41 5. El Moudjahid, Abdelmadjid Cherbal, Director General……………………... 48 6. Liberté, Mounir Boudjema, Director General Adjunto………………………..52 7. El Khabar Semanal, Bouazdia Mohamed, Director……………………….... 56 8. La Jeaune Independent, Mohamed Saaf, redactor………………………….... 61 9. Kamel Amarni, periodista de Le Soir d’Algerie y Secretario General del Sindicato Nacional de Periodistas……………………………………………. 64 10. La Nouvelle Republiqué, Abdelwahab Djakoune, Director General………… 67 11. Javier García, corresponsal de la Agencia Efe en Argel……………………... 70 12. Entrevista a una traductora argelina colaboradora con la prensa extranjera…. 74 • Conclusión…………………………………………………………………………….. 77 • Agradecimientos ……………………………………………………………………….80 • Bibliografía……………………………………………………………………………. 82 10 INTRODUCCIÓN En muchos países del mundo, la libertad de prensa se halla coartada por medidas restrictivas provenientes tanto del Estado como de otros grupos represores no relacionados con éste. El caso de Argelia resulta esclarecedor. Desde que en 1991 un golpe de Estado evitó que los radicales islámicos llegasen al poder por las urnas, el país ha vivido un conflicto próximo a la Guerra Civil en el que más de 200 mil civiles perdieron la vida. Los periodistas, acusados de propagandistas tanto por unos como por otros, son uno de los sectores más atacados (102 periodistas asesinados). En la actualidad, el descenso en los niveles de violencia no ha traído consigo una mayor libertad, debido a que los juicios contra los periodistas continúan, hecho que limita considerablemente su libertad de expresión. El presente ensayo pretende adentrarse en la situación de la libertad de la prensa en Argelia: repaso general sobre su situación, métodos directos e indirectos de represión, el caso analizado de algún periodista implicado y entrevistas a diferentes personajes conocedores de la situación en el país. Además se hará una breve contextualización histórica, política y sociológica de Argelia, un paso clave para comprender los motivos que llevan a que la prensa tenga que superar tantos obstáculos en su afán de publicar la verdad. 11 CAPÍTULO I HISTORIA RECIENTE DE ARGELIA El 5 de julio de 2007, Argelia celebró sus cuarenta y cinco años de independencia. A diferencia de otros países del Tercer Mundo, Argelia ganó dicha independencia mediante una cruenta guerra civil (1954-1962) en la que Francia, como potencia colonial en el país desde 1830, no escatimó en brutalidades (un millón de muertos, dos millones de internados en campos de concentración y 500.000 refugiados). Durante su primera década de independencia, la República Argelina Democrática y Popular fue un paradigma de convivencia entre una sociedad dinámica y moderna y una tradición islámica a la que no se renunciaba, además de innegables avances sociales respecto a la mujer o a la situación de los trabajadores; además del logro de un embrionario estado de bienestar. Sin embargo, en 1988, Argelia era un país a punto de la quiebra económica que se vio obligado a renegociar la deuda externa que lo asfixiaba y a aplicar un duro programa de ajuste estructural que originaría un rápido deterioro de las condiciones de vida de la población y el cuestionamiento de la renta del petróleo que había existido hasta entonces. Todo esto conllevó que se produjeran revueltas políticas, cuya consecuencia más inmediata fue la decisión, por parte del aparato gubernamental, de efectuar una apertura política hacia la democracia (incluida la liberalización de la prensa) y una profundización en las reformas económicas. Con la victoria electoral del Frente Islámico de Salvación (FIS) en 1991, Argelia se sumió en el caos debido a que el partido en el poder en aquellos momentos, el Frente de Liberación Nacional (FLN), no permitió que este grupo islamista accediera al poder, por lo que se produjo un golpe de Estado para frenarlo. Este fue el inicio de una guerra no declarada entre el Ejército, que siempre tuvo una relación de interdependencia con el FLN y los grupos armados islamistas, que se multiplican, con el Ejército Islámico de Salvación (EIS) y el Grupo Islámico Armado (GIA) como las facciones más organizadas y poderosas. EL objetivo de estas guerrillas está claro: proclamar una república islámica parecida a la de Irán, una teocracia regida por la shari’a (ley islámica basada en el Corán y en la sunna). 12 En 1999, aunque continúa el estado de excepción impuesto en 1992, Abdelaziz Bouteflika es elegido Presidente de Argelia en condiciones discutibles y con el apoyo activo del Estado Mayor (el hecho discutible se debe a que poco antes de celebrarse las elecciones, cinco de los seis candidatos se retiraron declarando que sus posibilidades ante Bouteflika eran nulas y decidiendo así dejarle el camino libre hacia la presidencia). Bouteflika volvería a ser elegido en 2004 y en marzo de 2008, y en contra de lo que dicta la Constitución, puesto que prohíbe la presentación a un tercer mandato, anunció que se presentaría de nuevo en 20091. Sin embargo, a pesar de estas irregularidades, Bouteflika trajo consigo un sentimiento de cambio que se basaba principalmente en la política de ‘reconciliación nacional’, con el objetivo último de poner fin a la violencia y restaurar la estabilidad en el país. Lamentablemente, todo intento de efectuar reformas importantes ha ido chocando frontalmente ante la negativa de alguno de los grupos en el poder. Además, los ataques continuos a los derechos humanos: arrestos arbitrarios, detenciones prolongadas en estado de incomunicación, el excesivo uso de la fuerza, tortura y asesinatos extrajudiciales y la impunidad de los militares, ha provocado que las condenas de organizaciones no gubernamentales hacia el régimen se multipliquen. DEMOGRAFÍA Y SOCIEDAD Los problemas estructurales que padece Argelia se podrían resumir en los siguientes: a) Una explosión demográfica que provoca que de sus 32 millones de habitantes, el 70% sea menor de 30 años; y se supone que para 2025 la cifra ascenderá a los 50 millones. Esto supondrá un gran problema debido a que el país sólo dispone de un 3% del territorio cultivable (una gran parte de él ocupado ya por la expansión urbana, con lo que hay 0,26 hectáreas de tierras cultivable por persona) y que la disponibilidad de agua (con 485 metros cúbicos por persona y año) está muy por debajo de lo que Naciones Unidas considera “escasez crónica”. 1 Así sucedió. En abril de 2009 Bouteflika, a sus 72 años, ganaría las elecciones generales con el 90,24% de los votos, tras modificar la Constitución y enfrentarse ante cinco rivales de escaso peso político. Las denuncias de fraude fueron numerosas. 13 b) Una dependencia financiera y comercial, fruto de que el 97% de las exportaciones provienen de los hidrocarburos: el petróleo y el gas. Además el país necesita importar el 90% de los alimentos que consume. c) La corrupción es el eje vertebrador del régimen político argelino. Según el informe de 2007 redactado por la organización Transparency International sobre la Percepción de la Corrupción, Argelia ocupaba el puesto 99 de 188 países. En su programa de 2004, el Gobierno argelino declaró que la lucha contra la corrupción sería una de sus prioridades durante la nueva legislatura. La fuga de capitales en Argelia entre 1977 y 2002 se estima en 35.359 millones de dólares (en dólares estadounidenses de 1995). Además la Armada y el gigante de los hidrocarburos SONATRACH recibieron generosas concesiones relativas a préstamos y créditos, sin ser estas operaciones nunca cuestionadas por el Parlamento ni encauzadas abiertamente a través del presupuesto nacional. También las concesiones a un gran número de compañías importantes no han sido tomadas bajo procedimientos regulares1. PUNTOS MÁS DESTACADOS DE LAS INSTITUCIONES ESTATALES ARGELINAS Y LA SEPARACIÓN DE PODERES • Argelia es una República Democrática, en la que su Constitución de 1996 declara que la cabeza del Estado es el Presidente de la República, quien “ejerce la suprema magistratura con los límites definidos por la Constitución”. 1 • El presidente es la cabeza del Estado y: - Nombra y destituye al Primer Ministro. - Nombra a los miembros del Gobierno elegidos por el Primer Ministro. - Preside el Consejo de Ministros. - Nombra a los 42 gobernadores y magistrados. - Dispone de la facultad de disolver el parlamento. Carnegie Endowment, Arab Political Systems: Baseline Information and Reforms. 14 - Dispone de la facultad de adelantar las elecciones legislativas. - Dispone de la facultad de declarar el estado de emergencia. - Dispone de la facultad de declarar la guerra y la movilización general. - Dispone de la facultad de tomar la iniciativa en la revisión de la Constitución. - Lidera las fuerzas armadas. - Es el responsable de la seguridad nacional. - Decide y dirige la política exterior. - Puede aprobar los presupuestos anuales del Estado por decreto si son rechazados por el Parlamento. • La Constitución de 1996 introdujo un sistema de legislación bicameral consistente en la Asamblea Popular Nacional (APN) y el Consejo Nacional. Ambas cámaras disponen de facultad legislativa. El proceso legislativo podría ser iniciado tanto por cualquiera de las Cámaras Parlamentarias como por el Presidente. Cualquier ley debe ser considerada primero por el APN y luego por el Consejo Nacional. • La Constitución defiende formalmente la independencia del poder Judicial. Sin embargo, el Presidente de la República dispone de un gran control de este poder debido a que es también el presidente del Alto Consejo de la Magistratura1. 1 Carnegie Endowment, Arab Political Systems: Baseline Information and Reforms. 15 CAPÍTULO II LA LIBERTAD DE PRENSA 1. ¿Qué se entiende por libertad de prensa según la ONU? En 1948 las Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la que su artículo 19, dentro de los derechos civiles y políticos, y en referencia a la libertad de expresión, en la cual se incluye la libertad de prensa, indica: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Sin embargo, resulta necesario realizar una aclaración en relación a la libertad de prensa porque, a diferencia de la libertad de expresión en general, en la que sus límites derivan de su convivencia con otros derechos humanos; los límites de la libertad de prensa se encuentran marcados por las medidas que la ley y el poder político establezcan1. 2. Situación de la libertad de prensa en los países árabes del Norte de África (exceptuando Argelia, que se analizará con posterioridad) • Marruecos En Marruecos, mientras la joven prensa independiente se ha mostrado osada y agresiva en la cobertura de los temas más escabrosos, las autoridades marroquíes han regresado a la lucha contra los periodistas más reputados del país. La Constitución 1 Ana Azurmendi, Derecho de la información: guía jurídica para profesionales de la comunicación. EUNSA. 2001. 16 marroquí, como muchas otras en estos países, sí defiende la libertad de prensa; sin embargo, tanto la Ley de Prensa como la Ley Anti-terrorista, la coartan de manera pronunciada. En Marruecos resulta ilegal criticar al Islam, al Rey, a la familia real, o publicar todo aquello que atente contra la integridad territorial de Marruecos (en clara alusión a la problemática saharaui). • Túnez Del mismo modo, en Túnez, y a pesar de las garantías constitucionales y las proclamas públicas a favor de la libertad de prensa; la represión de los medios de comunicación en el país es una de las más altas en la zona, sólo superada por Libia. Desde que el Presidente Zine al-Abidine Ben Ali llegó al poder en 1987, los pocos periodistas que se han atrevido a mostrar cierta oposición han sido insultados, golpeados, multados o apartados de sus trabajos. La Ley de Prensa del país considera un crimen la difamación por lo que, a través de este supuesto, un periodista puede ser multado o encarcelado. La prensa, tanto local como internacional, debe ser examinada antes de su publicación, y toda aquella que contenga material crítico con el Gobierno es censurada. El Poder Judicial en Túnez no es independiente. • Libia Como se ha señalado, Libia es uno de los regímenes más restrictivos contra la libertad de prensa del mundo. Los viajes diplomáticos del Coronel Qaddafi por diversos países significan poco para la situación de las libertades entre sus propias fronteras. La libertad de prensa, así como cualquier actividad política, resulta ilegal; y quien no cumpla las normas puede ser sometido a prisión o incluso a la pena de muerte. El Poder Judicial en Libia, sobra decirlo, no trabaja de manera independiente. El Gobierno de Libia dispone de sus propios medios propagandísticos. Además, el uso de policía secreta e informantes en todas las esferas de la sociedad, supone un fuerte sistema de intimidación, por lo que se ha propagado en el país una ola de autocensura. 17 • Egipto En Egipto el control a los medios de comunicación se fundamenta en el uso de leyes represoras y en la extrema intimidación a los periodistas independientes. Dichas leyes que regulan y controlan a la prensa son: la Ley de Emergencia, la Ley de Prensa y la Ley de Publicación. El Código Penal condena la crítica al Presidente, a los miembros del Gobierno y a los dirigentes de otros países. 18 CAPÍTULO III SITUACIÓN DE LA LIBERTAD DE PRENSA EN ARGELIA 1. Marco general Entre 1993 y 1997, en Argelia fueron asesinados 102 periodistas y 40 trabajadores relacionados con los medios de comunicación. Una cifra escalofriante al compararlo con la situación en otros lugares del mundo y que se debe, fundamentalmente, a una situación de conflicto abierto entre dos facciones nacionales bien diferenciadas: la gubernamental y los grupos islámicos más radicales. Las medidas llevadas a cabo por el Gobierno para intentar proteger a los periodistas fueron varias, como la decisión de alojar a un alto porcentaje de periodistas en el hotel Manar, a 20 kilómetros de Argel, o el intento de concentrar al mayor número posible de medios de comunicación en el fortín de la Maison de la Presse, ambos lugares protegidos bajo altísimas medidas de seguridad. En la actualidad, y fruto de la disminución en la intensidad del conflicto, el número de víctimas mortales entre periodistas se ha reducido a mínimos, produciéndose dos asesinatos en 2001 y uno en 2002. Sin embargo, aunque los asesinatos hayan descendido considerablemente, las presiones contra los periodistas continúan en unos niveles muy altos, llegando a situar a Argelia, según un estudio de la organización Freedom House, en el puesto 128 por su nivel de libertad de prensa, entre un total de 194 países. Las causas son varias, tanto las más directas (leyes que coartan esta libertad) como medidas más difusas pero igualmente efectivas (como el aumento del precio del papel debido al monopolio estatal). Las declaraciones del Presidente Abdelaziz Bouteflika al respecto, en un discurso público en la ciudad de Bejalïa en 1999, resultan esclarecedoras: “Lamento decir que a través del uso de la libertad de prensa y de la libertad de pensamiento, la prensa nacional escribió cosas que ni nuestros peores enemigos habrían escrito sobre alguno de nosotros y esto contribuye enormemente, y lamento decirlo, a empañar la imagen de 19 Argelia y de los argelinos”. En 2005 añadiría: “Los periodistas son mercenarios con la pluma”1. La imagen del Presidente Bouteflika resulta omnipresente en los medios de comunicación estatales. Sin embargo, en el año 2000 y ante las críticas de algunos partidos políticos y de la prensa privada, el mandatario argelino afirmaba: “Los medios públicos están a la exclusiva disposición del poder político”2. Una nueva generación de periodistas parece estar aprendiendo la lección y declaran sin tapujos su servicio al régimen. Por otro lado, la autocensura se ha extendido entre los periodistas independientes como modo de reprimir las presiones y los ataques por parte del Estado. Lo que sucede es que esta autocensura (censura directa en muchos de los casos, al situar bajo el paraguas de ‘protección de la seguridad nacional’ cierta información incómoda para el régimen) provoca la ira del otro grupo en conflicto: los radicales islámicos. El GIA, por ejemplo, ha reclamado la autoría de cerca de la mitad de los periodistas asesinados durante la sangrienta década de los noventa en respuesta a la complicidad que, según ellos, mantiene la prensa con el Estado. 2. Datos sobre la prensa en Argelia (actualizados hasta 2008) En Argelia existen 119 periódicos de los cuales 43 son cotidianos, 60 semanarios, 17 mensuales y 6 bimensuales. El tiraje diario de toda la prensa nacional es de 1.708.373 ejemplares. Es interesante destacar que los semanarios se llevan una buena parte del tiraje con 1.850.100 ejemplares. En la prensa diaria es el periódico arabófono El Khabar el que tiene el mayor tiraje con 430.000 ejemplares. El segundo en liza en materia de tiraje es también un diario arabófono Echourouk El Youmi con 200.000 ejemplares aunque el Ministerio de Comunicación le otorga un tiraje diario de 83.000 ejemplares, cifra muy lejana de la realidad. En la prensa francófona, El Watan ocupa el segundo lugar con más de 126.000 ejemplares, seguido de Liberté con 114.500 ejemplares. El primer lugar lo detenta el Quotidien d’Oran con 149.900 ejemplares. Le Soir d’Algérie tiene unos 70.800 ejemplares, L’Expression unos 26.500, El Moudjahid 17.500, La Nouvelle République 16.600, La Tribune 15.450 y Le Jeune Indépendant 1 2 World Press Freedom Review, 1998-2006. Idem. 20 14.600. Iqrâa, de expresión arabófona, se encuentra a la cabeza de los semanarios con unos 270.000 ejemplares, seguido de El Arabi con 197.600 ejemplares. Es curioso destacar que en 1989 el número de títulos de la prensa era apenas de 14, con un tiraje medio de 745.847 ejemplares por día. Lo que representa la mitad del tiraje de hoy, debido posiblemente a que la población ha aumentado y el número de lectores potenciales también. 3. Métodos directos e indirectos en el control de la prensa por parte del Estado MÉTODOS DIRECTOS Aunque la Constitución argelina defiende la libertad de prensa, enmiendas al Código Penal y la promulgación de leyes represivas, han provocado que esta supuesta libertad de prensa disminuya considerablemente. A continuación, las más representativas siguiendo el informe del World Press Freedom Committee de 2006: • La ley de prensa de 1990 especifica que la libertad de expresión debe respetar la dignidad individual y los imperativos en política exterior y defensa nacional. • En 1994 el Gobierno incluyó un decreto en el que se estipulaba que la prensa independiente podría publicar información relacionada con la seguridad nacional, únicamente si se ceñía a los boletines oficiales del Estado. • En 2001 el Gobierno argelino decretó enmiendas al Código Penal (artículos: 144 b, 144 b.1, 146 y 298), estableciendo castigos por ataques verbales a personalidades u organismos públicos. La revisión conlleva severas sanciones a periodistas que oscilan entre las suspensión de algunos derechos y multas, a 24 meses de prisión por difamación o insulto de miembros del Gobierno, del aparato burocrático del Estado, jueces o militares. Los periodistas pueden ser condenados a cumplir 12 meses de prisión y una multa por ofender al Presidente, 5 años y una multa por ofender al Islam y 3 años y una multa por hacerlo con otras religiones. Los periodistas también puede ser condenados hasta 21 a 10 años de cárcel por poner en peligro la seguridad del Estado y la unidad nacional1. MÉTODOS INDIRECTOS Los sistemas indirectos de los que dispone el Estado para hacer uso del control de la prensa son numerosos. Los más destacados, sin embargo, se podrían resumir en los siguientes: 1. Negar la acreditación a ciertos periodistas críticos. 2. Aumentar el precio del papel o negar el acceso al mismo debido al monopolio estatal en este sector. 3. Evitar que se beneficien los medios de comunicación más críticos de los importantes ingresos económicos provenientes de la publicidad estatal. 4. Aumentar el precio de impresión o negar el acceso al mismo debido al monopolio estatal en este sector. 5. Negar los visados a periodistas extranjeros y prohibir que periodistas locales trabajen como corresponsales. 6. Intimidación de periodistas independientes. 7. Aumentar las tarifas de importación de prensa extranjera (en 2002 se aumentó del 5 al 15%). 1 En 2006 el Presidente Bouteflika, coincidiendo con el 5 de junio (día nacional que conmemora la independencia de los franceses), otorgó el perdón general a todos los periodistas condenados por difamación e ‘insultar’ a las instituciones del Estado. Sin embargo, esta medida no afectó a los periodistas que estaban siendo procesados o los que todavía no habían comenzado sus juicios; un grupo que resultó ser una mayoría. 22 4. Análisis de caso: el periodista argelino Mohamed Benchicou Desde la década de los 90 los periodistas juzgados por atentar contra el Estado se han ido multiplicando debido al incremento de las leyes represivas contra éstos. A continuación analizaremos, debido a su relevancia, el caso del periodista Mohamed Benchicou (Le Matin), el periodista argelino que ha padecido la pena de prisión más larga en la historia del país. Mohamed Benchicou Mohamed Benchicou, director del diario argelino en francés Le Matin, cumplió una condena en prisión de dos años (2004-2006) debido a la sentencia de una Corte de Argel que lo acusó de difamación. Antes de que fuera encarcelado en junio de 2004, Benchicou y su periódico habían criticado con fuerza a Bouteflika y a otros ministros de su Gobierno. En febrero de ese mismo año, sólo dos meses antes de que Bouteflika fuera elegido para un segundo mandato, Benchicou publicó una biografía titulada: Bouteflika, un fraude argelino. “Las autoridades claman que Benchicou violó las regulaciones aduaneras para justificar su puesta en prisión”, afirmó Sarah Leah Whitson, Directora Ejecutiva de Human Rights Watch en Oriente Medio y Norte de África. “Pero su verdadero crimen – prosiguió Whitson- fue atacar al Presidente y gente más próxima a él cuando ellos intentaban acallar cualquier tipo de crítica”. Los problemas legales de Benchicou parecen no terminar nunca. Al menos diez acusaciones de difamación contra él se hallan en las cortes. El motivo por el que Benchicou fue condenado a dos años de prisión se debió al hecho de no declarar al personal de aduanas unos bons de caisse (resguardos de ingresos) que llevaba consigo cuando regresaba de un viaje al extranjero el 23 de agosto de 2003. Aquella mañana, la policía de aduanas en el aeropuerto de Argel revisó en presencia del periodista argelino su equipaje y encontró certificados expedidos por un banco en Argelia valorados en 11.7 millones de dinares (127.000 dólares). Los agentes fotocopiaron el documento y se lo devolvieron a Benchicou sin ningún tipo de aclaración, dejándole posteriormente marchar sin indicarle que había cometido una 23 infracción. Al día siguiente fue abierta una investigación contra él, además de confiscarle el pasaporte y prohibirle viajar al extranjero. La defensa de Benchicou afirmó que se trataba de la primera vez en Argelia que no declarar un resguardo de ingreso conllevaba la violación de leyes sobre flujo de capital. Benchicou ignoraba que estaba infringiendo la ley e incluso la policía de aduanas que encontró los documentos no respondió a las preguntas realizadas por el propio periodista sobre si había hecho algo en contra de la ley, indicó la defensa. En otra ocasión, el director de Le Matin y sus compañeros de periódico fueron acusados de difamación, debido a un artículo publicado en dicho periódico contra los agentes de la gendarmería bajo mando del Ministro de Defensa (se les acusaba de usar la violencia y la tortura contra los civiles durante un disturbio en el pueblo de Tkout). El artículo, basado en el testimonio de una víctima, fue publicado poco antes de la clausura de Le Matin, en 2004, debido al impago de unas deudas que el periódico tenía con la imprenta estatal SIMPRAL. 24 CAPÍTULO IV ENTREVISTAS A DIFERENTES ACTORES EN RELACIÓN AL PASADO Y PRESENTE DE LA LIBERTAD DE PRENSA EN ARGELIA Las entrevistas que se presentan a continuación fueron todas ellas realizadas de manera presencial, exceptuando la que se hizo al ex–corresponsal del diario El País en el Magreb, Ferran Sales, que se efectuó por vía telefónica Madrid-Barcelona y la entrevista a Omar Belhouchet, Director del diario El Watan (y periodista argelino más veces procesado por la justicia de su país por motivos relacionados con la libertad de prensa), que se realizó por correo electrónico. Por otro lado, las entrevistas a Gustavo de Arístegui, Portavoz de Asuntos Exteriores del Grupo Parlamentario Popular, y Mohamed Haneche, embajador de Argelia en España, tuvieron lugar en Madrid, mientras que el resto se desarrollaron en Argelia durante un viaje realizado a la capital argelina entre el 19 y el 26 de mayo de 2008. 25 Ferran Sales, ex-corresponsal del diario El País en el Magreb A principios de los 90 fui nombrado corresponsal en el Magreb para el diario El País. Aunque mi base se encontraba en Rabat (Marruecos), se me envió, antes de tomar posesión de mi corresponsalía, a cubrir las selecciones municipales argelinas. Unas elecciones en las que arrasó el FIS (el partido islamista Frente Islámico de Salvación), hecho que dio lugar al conflicto armado que se produciría luego. Por otro lado, coincidiendo con el inicio de este conflicto, se produjo el boom de la prensa argelina independiente, surgiendo diarios tan importantes como El Watan, Le Matin… Todos los grandes periódicos. Aquello parecía un festival. Por entonces, yo vivía a caballo entre Rabat y Argelia, y aunque estaban mal vistos los corresponsales que vivían en Rabat debido al contencioso entre Marruecos y Argelia (Argelia está a favor de la independencia de los saharauis), logré un permiso especial de residencia, por cuatro años, que conseguí de las autoridades argelinas. La carta de periodista debería renovarla todos los años. Cuando se produjo el estallido de violencia, el caos era tal que uno no sabía con seguridad en quién recaía la autoría de los atentados y asesinatos. Los blancos preferidos eran los extranjeros y los periodistas; y si eras extranjero y periodista, mejor. Esto produjo que los periodistas extranjeros comenzaran a irse. Yo, sin embargo, me quedé. Fui el último corresponsal occidental en marcharse de Argelia, por lo que muchos periódicos extranjeros comenzaron a reproducir mis crónicas, como el francés Le Monde, entre otros. Además, como las organizaciones internacionales y pro derechos humanos, como Amnistía Internacional, no podían entrar en el país, optaron por nutrirse de lo que yo publicaba para realizar sus informes. La situación fue empeorando con el tiempo. Horrible. Y lo peor era que mataban a menudo a gente que conocía. Pero sin embargo uno se queda porque acaba comprometiéndose de alguna manera con la clase periodística, con la gente. Un camicace A mí me llamaban, sobre todo los franceses, el ‘periodista torero’. Cuando Ceberio (director por entonces de El País) acudía a los foros internacionales, le hablaban de mí y 26 le preguntaban: “¿Pero qué hace este hombre allí?”. Tiempo después, Ceberio me confesó que todos los años, cuando tenía que escribir al Ministerio pidiendo la renovación de mi carta de periodista, le temblaba el pulso, no sabía qué debía hacer. En Argelia hubo situaciones de absoluta locura y debo reconocer que aquella experiencia resultó muy dura. He trabajado en otras zonas en situación de crisis como Gaza durante la II Intifada, y sin embargo nunca viví algo parecido a lo de Argelia. Padecía una sensación de soledad inmensa, compartida únicamente con otro periodista argelino, Tahar Medjoub. Tahar Medjoub era un redactor de la Agencia Efe muy amigo mío, y que además me hacía de traductor. Al darse cuenta las autoridades argelinas de que estaba publicando información que no fortalecía mucho su imagen en el exterior, sumado al hecho de que mi compañero comenzó a recibir amenazas de muerte, tomamos la decisión de marcharnos a la clandestinidad, por lo que hablé con alguien de la embajada española y, con la ayuda posterior de un agente del CSID, nos proporcionaron un piso donde poder alojarnos. Un día, cuando ya vivíamos en el piso del CSID, a mi amigo se le ocurrió invitar al director del periódico Le Matin, Saïd Mekbel1, debido a que deseaba que nos explicase ciertos temas. Nos habló, por ejemplo, de que en realidad lo que estaba sucediendo en Argelia era una ‘guerra sucia’ de los servicios secretos, y que la mayoría de las muertes no eran perpetradas por los islamistas. Nos despedimos. Eran los primeros indicios que teníamos de que aquello se trataba de una ‘guerra sucia’. Al día siguiente, mientras Saïd Mekbel se hallaba en una cantina comiendo de espaldas a la puerta con su secretaria (en el interior de la Maison de la Presse), unos enmascarados aparecieron y le mataron de un disparo en la cabeza. Nunca logramos establecer una relación entre lo que nos había explicado y el hecho de que lo asesinaran, pero esto nos pareció sintomático. Recuerdo especialmente el día de su velatorio, que se había instalado en el interior de Le Matin, en la Maison de la Presse, y una imagen, la del caricaturista del diario Liberté Ali Dilem llorando desconsolado y usando las páginas de un periódico para secarse las lágrimas. La tinta, al correrse, embadurnaba su cara de negro. Cuando llegó el Ministro del Interior al velatorio, todos los presentes comenzaron a abuchearle. Yo, como también quería hacerlo pero temía que me echasen del país, 1 Autor de la columna de opinión que abre el presente ensayo. 27 abucheé mirando hacia la pared. Años después, un periodista argelino que se encontraba presente aquel día, me dijo: “Cuando te vi abuchear al ministro del mismo modo que el resto de periodistas argelinos, sentí que eras uno más de los nuestros”. Como él hubo muchos periodistas más asesinados. Era algo trágico. Recuerdo que un día le dije a mi compañero Tahar: “Aquí todos los días son absolutamente monótonos: nos levantamos por la mañana, al mediodía vamos a los entierros y por la tarde llegamos a casa para escribir la crónica del entierro, esperando al siguiente asesinato”. ¡Y nos pegábamos unos hartones de llorar! Llorábamos de pura histeria. Extraños sucesos En ocasiones me ocurrieron accidentes muy raros que nunca llegué a descifrar. Por ejemplo, una vez andaba por la calle con una cartera de mano llena de papeles. En un momento dado, y de manera instintiva, me giré. Un hombre intentaba cogerme la cartera. Sin embargo, al momento, otro hombre, que estaba un poco más alejado, se abalanzó sobre él y le quemó la mano con un cigarrillo. Pero lo más extraño, sin embargo, fue que el hombre que me ayudó, al igual que el de la mano quemada, salieron huyendo; por lo que en aquel momento tuve la plena seguridad de que el servicio secreto me estaba siguiendo. En Argelia, las amenazas que recibíamos los periodistas nunca estaban del todo claras. La corresponsal de Le Monde, por ejemplo, abandonó Argelia porque un día llegó a su casa y todas las luces de la escalera que daba a su apartamento estaban reventadas. Llamó a París, dijo que no lo soportaba más y se fue. En otras ocasiones el peligro venía porque en los controles policiales uno no sabía si el que te paraba era en realidad un militar o un fundamentalista disfrazado de militar. Al principio se empezó a correr la voz de que debíamos fijarnos en los pies para ver si llevaban alpargatas (fundamentalistas) o si llevaban botas (militares). Sin embargo, pronto los fundamentalistas se dieron cuenta y comenzaron a usar botas, por lo que aquello se convirtió en una auténtica locura. Un día el diplomático Ángel Losada me acompañó hasta mi hotel en su coche. De camino, nos paró una patrulla de militares. Le hicieron bajar la ventanilla y uno de ellos introdujo un fusil para obligarnos a bajar del coche. Entonces Ángel le dijo: “Muy bien, pero retire el fusil para que pueda subir la ventanilla” y, con una absoluta sangre fría, en 28 cuanto el militar retiró el fusil, encendió el coche y salimos disparados. Tuvimos suerte de habernos encontrado con el militar más inepto del ejército. La marcha de Argelia Cuando llegó el momento de renovar mi permiso de residencia y mi acreditación como periodista, y como el Gobierno argelino no estaba muy seguro de lograr soportar las presiones de la embajada española (en aquel momento se estaba construyendo el gasoducto entre España y Argelia), la Seguridad Militar argelina convocó a mi compañero Tahar. Un miembro de la Seguridad Militar le dijo: “Mira, tengo aquí la renovación de tu carnet como periodista que te permite trabajar en la Agencia EFE, está firmado y con el cuño. Sin embargo, te lo daré sólo si te comprometes a informarnos con regularidad sobre las actividades de los periodistas extranjeros en Argelia”. Por supuesto, los ‘periodistas extranjeros en Argelia’ era yo. Mi compañero, al escuchar esto, se levantó y dijo: “Se han equivocado ustedes de persona”, y se fue. Tahar fue automáticamente despedido de la Agencia Efe y tuvo que exiliarse a Chipre. A mí, naturalmente, no se me renovó la acreditación para trabajar como periodista y me vi obligado a abandonar el país. Por Argelia lo perdí todo: mi mujer no lo pudo soportar más y se divorció. Argelia me marcó para siempre. Los periodistas argelinos, con 42 años que yo tenía por entonces, me dieron una auténtica lección de periodismo. Creo que es el único país árabe en el que la situación de sus periodistas es homologable a la europea. ¿Por qué? Por una sencilla razón, porque han mamado de Francia. En la actualidad no he seguido mucho la prensa argelina, pero de aquella hacían trabajos de investigación que eran realmente buenos. Muchos periodistas vivían en la clandestinidad y de repente te los encontrabas por la calle y les decías: “¿Pero tú no te habías ido?”. Y te respondían: “No, no me he ido. Quiero continuar viviendo en mi país”. Y estos eran a los que, de vez en cuando, descubría la seguridad militar y mataba. El País, agradecido por mi labor durante el conflicto argelino, presentó mi candidatura para que me dieran el premio Cirilo Rodríguez de periodismo de aquel año, y me lo concedieron. Para darme la enhorabuena, la embajada argelina me envió una carta de felicitaciones diciéndome que cuando quisiera podría volver a Argelia, pero sólo como 29 turista. Yo, naturalmente, respondí que nunca volvería a Argelia como turista, sino que sólo lo haría en calidad de periodista. Y esta es mi historia. 30 Gustavo de Arístegui, Portavoz de Exteriores del Grupo Parlamentario Popular y especialista en el mundo árabe Pregunta: ¿Cuál cree usted que es la situación de la prensa en Argelia? Respuesta: Argelia ha sufrido una guerra civil que tiene un componente de terrorismo yihadista muy elevado. Lo curioso es que en Argelia se ha producido un caso único, bastante singular por lo menos en el Norte de África, y es el grado de libertad que tiene la prensa en Argelia, salvo por el hecho de que están perseguidos por el yihadismo. En la Maison de la Presse, el Gobierno ha agrupado a parte de los medios de comunicación argelinos, con la finalidad así de protegerlos de un modo más eficiente. Se trata de un lugar amurallado y con altas medidas de seguridad. Resulta paradójico, se encuentran protegidos por el Gobierno al que ellos mismos critican. Los atentados individuales más frecuentes que se producen en Argelia son contra periodistas concretos. Muchos han sido asesinados directamente, tanto por el GIA como por el Grupo Salafista de Predicación y Combate. En Argelia existe una prensa oficial, oficialista, que es la prensa del movimiento; pero hay otra que ha surgido de la iniciativa privada y es la más importante. Por ejemplo, El Khabar, en lengua árabe, es el periódico más importante e influyente del país con una tirada de unos 300.000 ejemplares, y es muy crítico con el Gobierno. Hay periódicos y revistas tanto en francés como en árabe, agencias de prensa. El caso de la prensa en Argelia es muy singular. En algunos otros países del mundo árabe se da una mayor evolución política, como por ejemplo Marruecos, donde los islamistas se pueden presentar a las elecciones y son de facto la segunda fuerza en el país. Y sin embargo la prensa padece de unas limitaciones, de ciertos temas sobre los que no puede hablar, que curiosamente en Argelia no hay. P: Pero en Argelia por un lado está la Constitución, que sí defiende la libertad de prensa, y por otro el Código Penal, que contiene varios artículos que la coartan. 31 R: Sí, pero no se atreven mucho a aplicar esos artículos, resulta delicado. Porque están las multas, pero una multa para alguno de estos medios puede ser su ruina. Si multas con medio millón de euros al grupo Prisa o Vocento, les duele, pero no les hace demasiado daño. Sin embargo, multas con esa misma cantidad a un medio argelino o marroquí y lo matas. P: ¿Y podría hablar de los grupos yihadistas de Argelia, claves en la situación que vive la prensa? R: Sí, porque sobre todo, el gran enemigo de la prensa libre en Argelia no es el Gobierno, sino que es el terrorismo yihadista, que ha matado ya a centenares de periodistas en los últimos quince, veinte años. El terrorismo yihadista, a diferencia de lo que por ejemplo dice el Gobierno de España, no deja de atentar y asesinar para acallar ciertas voces, porque asesinando a un periodista están amedrentando a todos los demás. Mucha gente se lo piensa mucho antes de decir ciertas cosas, porque saben muy bien lo que le ha pasado a su amigo Alí, Mohamed o Ahmed. Por lo que es algo que hay que tener muy presente, sobre todo al Grupo Salafista de Liberación y Combate, aunque no es el único. Se trata de un grupo absorbido por Al’Qaeda, y que hoy se denomina Al’Qaeda en el Magreb islámico. Este grupo ha descubierto que es muy eficaz el atentado individual, porque tiene un efecto disuasorio infinitamente más grande para desactivar ciertos sectores críticos, que el terrorismo indiscriminado. El GIA (Grupo Islámico Armado) es uno de los representantes más activos y sanguinarios del islamismo radical argelino, supuestamente formado por ex miembros radicalizados del FIS y, sobre todo, por ex voluntarios de la guerra de Afganistán. Se le atribuye el 80% de las acciones violentas producidas durante la guerra civil. Por otro lado está el Grupo Salafista de Predicación y Combate que es la constatación, por parte de Al’Qaeda, de su incapacidad de controlar el GIA. Al’Qaeda, sabiendo que el GIA es brutalmente sanguinario pero no es de los suyos, opta por crear su propia marca terrorista en Argelia con la peculiaridad de que, al haber fuertes comunidades argelinas en España, Francia, Bélgica, Alemania y Holanda, se instalan en buena parte de Europa. El Grupo Salafista tiene una eficacia muy amplia, y empieza a serlo no solamente en Argelia, sino también en otras partes del mundo, donde 32 dispone de fuertes tentáculos. Es el representante de Al’Qaeda en Europa en gran medida y cuando Al’Qaeda ve la eficacia de su estrategia en el Magreb decide incorporar a estas filiales a su propia red principal. P: ¿Usted piensa que los grupos islamistas en Argelia llegarán algún día a alcanzar el poder? R: No, Argelia ha pasado el sarampión. Otros pueblos lo van a tener más complicado. Sobre todo porque la minoría berebere en la Cabilia y en la Montaña Verde son extraordinariamente anti-islamistas. Además buena parte del país ha visto que 100.000 muertos inocentes por parte de los islamistas es algo inaceptable. Mucha gente ha visto que los ataques indiscrimados contra niños, colegios, bodas, mujeres, bebés; no tiene justificación posible en ninguna religión, y mucho menos en el Islam. Si observas los niveles de apoyo al yihadismo en el Golfo han bajado, del 60% al 30%, en muy poco tiempo. Hay países donde las características del régimen no han debilitado el músculo del yihadismo, pero en cambio en otros se ha desinflado completamente. Marruecos, donde todo el mundo pensaba que iba a sacar el 30%, 120 escaños, logró el 13.2%. Y esto en unas elecciones en las que todos los organismos internacionales han coincidido en su legalidad y limpieza. Porque claro, los marroquíes han visto que donde los islamistas gobiernan lo hacen tremendamente mal. P: Usted, como Portavoz de Exteriores en el Congreso de los Diputados del Partido Popular, ¿qué cree que debe hacer España o la UE para fomentar la democracia en Argelia? R: Yo creo que sobre todo debemos dejar de ser paternalistas. Tenemos que promover la democracia, pero cada país tiene que elegir su paso y su ritmo. ¿Qué habríamos dicho nosotros si desde Alemania o Francia nos dictaran lo que debíamos hacer durante la transición española? Lo hagamos mejor o peor, estoy seguro que debemos hacerlo por nosotros mismos. Pasar de una dictadura de 40 años a una democracia no se hace en 5 33 minutos, y sobre todo lo tenemos que hacer nosotros: respetando, reconciliando, sumando y mirando hacia adelante. Y esto es lo que debe pasar en estos países. La evolución política de Argelia es positiva. Quizá vista desde Europa nos parece lenta, pero si les fuerzas, primero vas a generar rechazo hacia Europa, te acusarán con razón de paternalismo, y luego vas a terminar rompiendo el ritmo necesario para que eso no tenga riesgos. Si tú aprietas demasiado, al final lo que puede pasar es que el radicalismo se instale. Mucha gente pone como ejemplo la victoria del FIS en el 91. No sé si ése es en realidad el ejemplo a poner, pero sí es cierto que el FIS decía que esas eran las primeras y las últimas elecciones. Que una vez que ellos llegaran al poder, ya no habría que elegir a nadie más, al haber sido elegidos por Dios. ¿Qué ibas a hacer? Yo no apruebo para nada el golpe de Estado, líbreme Dios, pero ellos estaban diciéndote que iban a instaurar una dictadura. P: Entonces usted no apoya las teorías que afirman que los países árabes no pueden tener democracia. R: Eso es un disparate. Eso es como cuando decían los teóricos ingleses de los años 20 y 30, que los países católicos no podían tener democracia, porque estaban instaurados en el fascismo, en el personalismo, en las dictaduras. Lo mismo sucedía en América Latina. Ese es el comentario más racista, más islamófobo, que se pueda escuchar. Que la democracia es incompatible con ciertas religiones o personas me parece pura y simplemente repugnante. Los valores universales son inherentes a todos los seres humanos, con independencia de su color, raza, religión o convicciones políticas. En todas las encuestas realizadas en el mundo árabe sobre el tema, la gran mayoría, de manera aplastante, vota como primera aspiración la democracia y la libertad. P: ¿Cómo se explica que un país tan rico en hidrocarburos como Argelia esté sumido en la pobreza? R: Mala gestión. Además no debemos olvidarnos de que el país acaba de salir de una cruenta guerra civil muy costosa, en un momento donde los precios del petróleo estaban 34 bajísimos. De todas formas, se trata de un país extremadamente poblado y su petróleo, cada vez menos, no da para alimentar a todo el mundo. Tenía una economía de corte soviético que hizo imposible la buena gestión de todos esos recursos. Además, aunque recibieron ayudas de organismos como el FMI para saber gestionar los hidrocarburos, la microeconomía la tiene que poner en marcha el propio país, y sobre todo las políticas sociales, y esto es lo que provoca que un país con buenos datos económicos esté sumido en la pobreza. 35 Mohamed Haneche, embajador de Argelia en España Pregunta: Con sus más de 30 años de experiencia diplomática, ¿cómo vivió la década pasada en Argelia, la ‘década negra’? Respuesta: Al igual que todos los argelinos, porque los diplomáticos ante todo están con su pueblo, y sufren y ambicionan lo mismo que él. Durante esos años alterné mis estancias en Argelia con períodos de unos cuatro años en el extranjero. Pero no hay que exagerar el peligro terrorista que padecimos durante estos años, porque Argelia continuó con sus actividades: los jóvenes acudían a las escuelas y universidades, el negocio de los hidrocarburos siguió funcionando. P: ¿Me podría explicar cuál cree que fue la razón por la que los terroristas se ensañaron tan fuertemente con los periodistas argelinos? R: Muy sencillo, porque el periodista es un símbolo muy fuerte de la libertad: de la libertad de hablar, de la libertad de elegir; básicamente el periodista es el alma de la sociedad. Ese es el motivo por el que los terroristas se ensañaron con tanta fuerza con la prensa en general, porque en sus cabezas predominaba la idea de deshacerse, matar, a todo aquel que dispusiese de la libertad de hablar y buscar. P: Y por parte del Gobierno, ¿por qué en tantas ocasiones llevó a los periodistas ante la Justicia, sobre todo por temas relacionados con seguridad? R: No, de ninguna manera. En los últimos años las penas contra los periodistas no han sido más de cinco. Estas sentencias tienen que ver con una actividad de difamación condenada por el Código Penal. Pero le voy a demostrar algo, para que vea que el Gobierno no está contra la prensa: En primer lugar, en Argelia se encuentra la prensa más libre del mundo árabe y musulmán. Después, si usted se da cuenta de la magnitud de la prensa argelina, 36 comprenderá el respeto que le dispensamos. En Argelia tenemos 40 cotidianos entre los cuales 20 están en lengua árabe y otros 20 son francófonos y se distribuyen dos millones y medio de ejemplares a diario. Si usted visita Argelia verá que realmente hay una prensa libre, una prensa de opinión, de ideas y de oposición. Por otro lado, la libertad de expresión está garantizada por el Gobierno. Cuando en el mercado hay 40 títulos que se publican a diario es normal que alguna vez se produzca algún caso de difamación, y es el deber de la Justicia proteger a sus ciudadanos ante estos casos de difamación. Pero injusticias, no. No existen limitaciones a los periodistas para que realicen su trabajo. Argelia, sin exageración, es el único país árabe, islámico, africano, en el que se pueden criticar las actividades de todas las instituciones, comenzando por el Presidente y siguiendo por el Ejército y los ministros. Por ejemplo, algunos periódicos publican ciertas caricaturas que son una vergüenza, una barbaridad, y no pasa nada, a no ser que exista un problema de difamación, que no tiene nada que ver con la libertad de prensa. P: Disculpe, pero cuando le hice la pregunta anterior me refería más a los años de terrorismo durante los 90, en los que, por motivos de seguridad, por publicarse en la prensa que los terroristas, por ejemplo, habían asesinado a militares argelinos, se llevaba a los periodistas ante la Justicia. R: Es cierto que a principios de los 90 carecíamos de experiencia en temas de seguridad y no sabíamos cómo enfrentarnos con el terrorismo, ni cómo tratar al respecto a la prensa o a la opinión pública. Pero debe darse cuenta de que Argelia durante los 90 fue el único país del Tercer Mundo cuyo Gobierno decidió dejar el camino libre para la creación de la prensa independiente: El Watan, Liberté… Estos periódicos fueron creados a partir de subvenciones del Gobierno argelino para que empezaran con su labor. Y esto es algo de lo que se habla poco. P: Y fue también el Gobierno el que decidió trasladar a parte de los periódicos a la Maison de la Presse con la intención de protegerlos. 37 R: La Maison de la Presse fue construida por el Gobierno, que la puso a disposición de la prensa. Existen muchos medios de ayuda a la prensa por parte del Gobierno, sin el Gobierno esperar nada a cambio de ellos. P: También fue el Gobierno el que decidió alojar a los periodistas en un hotel a las afueras de la capital Argel para protegerles de una manera más eficiente. R: Los periodistas se encuentran amenazados, así que el Gobierno los alojó a 20 kilómetros de Argel para protegerlos mejor. Incluso, hoy en día, hay quienes siguen viviendo en casas proporcionadas por el Gobierno. Resulta necesario protegerlos, se trate de periodistas que trabajan para la prensa pública o la privada. Para el Gobierno no existen diferencias. P: En la actualidad, hay periodistas importantes como el director del diario El Watan, Omar Belhouchet, que están siendo procesados. ¿Qué opinión tiene al respecto? R: Sí, pero durante los últimos 15 años Omar Belhouchet nunca ha estado en prisión. P: ¿Y Mohamed Benchicou, director del periódico Le Matin (periódico desaparecido en su edición impresa y que continúa en Internet)? Él pasó dos años en prisión. R: El caso de Benchicou es un caso especial porque, según el Gobierno, el caso de Benchicou no está relacionado con la difamación sino que es un problema por financiación. No tiene que ver con la libertad de escribir o la libertad de pensar. P: Se dice que fue, sobre todo, por el libro que publicó en contra del Presidente Bouteflika titulado: Bouteflika, une imposture algerienne (2004). 38 R: No estoy de acuerdo. Hay libros sobre el Presidente, libros que además se venden en Argel, que no se consideran un daño contra él, porque él se encuentra por encima de lo que se pueda decir o escribir sobre su persona. Si usted tiene la bondad de leer lo que se escribe contra el presidente es tremendo, y sin embargo al Presidente no le afecta. P: Bueno, a decir verdad yo me compré este libro (y se lo muestro) en el centro de Argel sin ningún problema: Bouteflika, le désenchantement (2003), de dos periodistas del Liberté. R: Lo que demuestra que Argelia es un Estado donde se puede escribir sobre lo que sea. Existen otros países árabes en los que este libro resultaría imposible de publicar, sin embargo en Argelia sí se puede, y eso demuestra la profunda libertad que existe en Argelia de pensar y escribir. P: ¿Cuándo piensa usted que se liberalizará el mercado audiovisual donde, en la actualidad, sólo existe una cadena pública? R: Según el programa gubernamental, en estos momentos se está trabajando para lograr las condiciones necesarias para abrir el sector. Me refiero a declaraciones del Ministro de Comunicación y del Primer Ministro. Según ellos, se trata simplemente de una cuestión de tiempo. Se necesitan algunos años para que la apertura del campo audiovisual se realice de una manera clara, efectiva, para que se pueda asegurar la competitividad del mismo. P: Según declaraciones del Director del periódico estatal El Moudjahid, la razón fundamental por la que no se abre el sector audiovisual se debe a que la democracia argelina no se encuentra lo suficientemente asentada, por lo que en un medio con tanta relevancia como éste podría ser peligroso que los ciudadanos pudiesen decir lo que deseasen durante sus emisiones en directo. ¿Comparte esta opinión? 39 R: Tengo mucho respeto a El Moudjahid, pero no comparto esta opinión. En opinión del Gobierno, la democracia en Argelia se halla muy asentada. Y la prueba de ello es que en nuestro Parlamento existe pluralismo político, existen partidos en él de variada tendencia ideológica: nacionalistas, partidos de los trabajadores, partidos de la derecha e incluso de la extrema derecha. El problema de la apertura del sector audiovisual se debe a cómo organizar su transición, debido a que ésta es un problema muy difícil de controlar y, como señalé antes, sólo es cuestión de tiempo que se liberalice. 40 El Watan: Omar Belhouchet, Director del diario (periodista que más veces ha sido procesado por la justicia argelina) y Nabila Amir y Adléne Meddi, redactores El Watan (El País) Fundado en 1990 por periodistas provenientes de El Moudjahid (diario oficial). El Watan se convirtió, rápidamente, en un diario de referencia. Su Director, Omar Belhouchet, es una figura de la prensa argelina y fue condenado a prisión en numerosas ocasiones y ha sido víctima de un atentado terrorista. Por su labor a favor de la libertad de prensa en Argelia ha recibido numerosos premios en el extranjero. Su tendencia oscila entre la crítica hacia algunos sectores del régimen y la publicación de los diferentes escándalos, particularmente los económicos, que sacuden la escena argelina. Sitio Internet: www.elwatan.com Diario de información general. Difusión: 126.000 ejemplares. Entrevista: Omar Belhouchet, Director de El Watan (periodista más veces procesado por la justicia argelina) Pregunta: ¿Por qué eligió la profesión de periodista después de haber estudiado la carrera de Económicas? Respuesta: Por casualidad. Yo provengo de un entorno muy modesto. Estudié en la Facultad de Argel y preparé un licenciatura en Ciencias Económicas. Necesitaba conseguir un trabajo y en 1973 fui contratado por La Repúblique, un excelente diario francófono de Orán, como colaborador deportivo. Para mí el periodismo es la pasión por servir a los lectores P: ¿Qué le llevó a fundar, en 1990, el diario francófono El Watan? R: El contexto de la época se encontraba dominado por el cambio. Lanzar El Watan con mis colegas de El Moudjahid suponía nuestra contribución a un sistema 41 democrático que daba sus primeros pasos en Argelia. Además, debíamos dar sentido a la reciente libertad de prensa existente en nuestro país. Darle sentido frente al peligro islamista y al autoritarismo en el poder. Sabíamos que no sería fácil. P: La primera noticia por la que fue atacado por el Gobierno argelino se refería al asesinato de cinco policías a manos de fundamentalistas islámicos. ¿Cómo recuerda este hecho y todos los problemas que la publicación de esta noticia le acarrearon? ¿Se arrepiente de haberla publicado? R: No me arrepiento, porque aunque existían diferentes circulares que prohibían informar sobre lo que sucedía en el país (en lo que se refiere a temas de seguridad), El Watan se propuso seguir informando con la consecuente necesidad de hacer frente a la ira de las autoridades. El Watan fue suspendido en 1993 (15 días), en 1994 (15 días), en 1996 (en dos ocasiones) y en 1998 (un mes). Se trata de experiencias amargas y duras pero que, al mismo tiempo, nos motivan. La libertad de prensa no se regala, sino que se alcanza luchando. P: Desde entonces, los ataques contra usted (26 procesos judiciales) y su periódico han sido constantes. ¿De dónde saca la fuerza para continuar? ¿Cuál es el motivo fundamental de su lucha? R: Argelia necesita democracia, transparencia y una mayor libertad para salir a delante. Tenemos las arcas repletas de dinero, pero sin embargo parece que vagamos sin un rumbo claro. La libertad de prensa y la tolerancia de las autoridades ante las voces más divergentes resultan fundamentales. Gracias al tesón de los periodistas se puede llegar a alcanzar el consenso en diferentes aspectos como pueden ser el económico, el social o el político aunque, desgraciadamente, esto no es suficiente. P: ¿Qué tipo de noticias conllevaban más problemas o riesgos de procesamientos o amenazas a la hora de ser publicadas? R: Las relacionadas con asuntos de corrupción, y más aún cuando se implica a alguien al respecto. 42 P: En 1993 alguien, supuestamente unos fundamentalistas islámicos, ametrallaron su coche mientras llevaba a sus hijos al colegio. ¿Cómo recuerda este momento? R: Mis hijos, que se encontraban a mi lado, quedaron marcados para siempre por este hecho. Su madre falleció algunos meses después por las secuelas del atentado, debido a graves problemas cardiacos sobrevenidos ese mismo día. Mi vida no es la misma desde entonces. Todo dio un vuelco. El miedo, la angustia, una vida semiclandestina; pero al mismo tiempo fui impulsado por una voluntad de hierro, que me ayudó a batirme sin descanso por preservar los reducidos campos de expresión, todavía existentes, en medio de una locura mortífera sin precedentes. P: Desde 1992, más de 100 periodistas han sido asesinados en Argelia. ¿Recuerda especialmente a alguno de ellos? ¿Qué le hizo no abandonar el país, algo que sí hicieron más de 200 periodistas argelinos? R: Estoy marcado de por vida, sobre todo, por el coraje y la valentía de las periodistas tanto en El Watan como en el resto de redacciones. Voluntariosas, su labor fue y es admirable. P: ¿Podría explicarme qué es el Comité Argelino por la Libertad de Prensa? Órgano que usted fundó en 1997. R: Este comité desgraciadamente fracasó, aunque la batalla a favor de la libertad de prensa tomó otras formas. P: ¿Cómo ve el futuro de Argelia? (De la prensa en particular y del país en general). ¿Ve próxima, por ejemplo, la liberalización del sector audiovisual? R: La privatización del sector audiovisual debe hacerse de manera transparente, permitiéndose a los periodistas dar su opinión. Sin embargo temo que la liberalización se realice de forma controlada, en detrimento del trabajo en la redacción. Se trata sobre todo de lograr preservar la autonomía del periodista. 43 Entrevista: Nabila Amir, periodista especializada en política nacional y Adléne Meddi, periodista que se ocupa de cubrir tanto la información nacional como la internacional Pregunta: Durante la década negra trabajaron como periodistas. ¿Cómo era practicar su profesión de aquella? Nabila Amir: Yo sentía miedo como todo el mundo. Además, cada vez que acontecía un atentado debía acercarme hasta el lugar de los hechos para cubrirlo y esto podía resultar peligroso, debido a que en algunas ocasiones diferentes informaciones indicaban que en ese lugar se iba a producir otro atentado. Sin embargo debía estar presente para cubrirlo. Además tenía que enfrentarme a dos partes, los terroristas por un lado y los militares por otro, y nunca sabía de qué lado podría surgir el peligro. Adléne Meddi: Durante la década negra no practiqué el periodismo, por lo que no pude vivir todas esas experiencias al límite. P: ¿Y alguna vez tuvo problemas por algo específico que publicó? N.A.: Fui acusada de difamación por un político. Sin embargo, pude demostrar a la justicia que se trataba de sus propias declaraciones y, al hacerlo, el proceso judicial se frenó. A.M.: No, nunca tuve presiones directas, es decir, nunca fui llamado ante la justicia. Pero sí que padecí presiones de manera indirecta, porque varias veces acudieron personas a la redacción para decirme que no podía seguir escribiendo sobre ciertos temas. P: ¿Y qué presión ejercen sobre los periodistas artículos del Código Penal, como el 144bis y el 144bis1, que limitan su libertad de expresión? 44 A.M.: Ejercen una gran presión psicológica contra los periodistas. En una República no es normal que se considere al Presidente como algo sagrado e intocable. Aunque en la actualidad, y debido a que los periódicos se están convirtiendo en empresas, lo que más presiones ejerce sobre ellos es tratar temas relacionados con la economía. P: Nabila, ¿cómo era el ambiente en la Maison de la Presse durante la pasada década? ¿Existía gran solidaridad entre los periodistas? N.A.: Lo más importante fue que los periodistas comprendieron que tenían un solo objetivo, que era el de luchar contra los terroristas. Entonces durante esa época dejamos al margen las diferencias ideológicas que teníamos y nos unimos todos en una misma causa. Las mayores diferencias entre los periodistas se debían a que nadie sabía con total seguridad quién mataba a quién, pero en general nos hallábamos bastante unidos. P: Nabila, ¿estuvo alguna vez alojada en el hotel Manar, donde se protegía a la periodistas? N.A.: Me propusieron alojarme en él pero lo rechacé. No quería reconocer ante mis padres que estaba en peligro. P: ¿Y alguien sabía que era periodista? N.A.: No, por ejemplo, mis artículos los publicaba firmándolos tan sólo con mis iniciales para que nadie me reconociese. Intenté practicar en todo momento la profesión de manera anónima para que nadie supiese que soy periodista. P: ¿Y qué ha cambiado desde entonces en lo que se refiere a la libertad de prensa? 45 N.A.: Pienso que la situación de la libertad de prensa sigue siendo la misma, aunque esto no ha significado que yo me haya limitado a la hora de publicar lo que he querido. P: El periódico para el que trabajan, El Watan, se halla procesado por varios motivos. ¿No es así? A. M.: Las persecuciones judiciales son algo relacionado con la difamación. El Watan es el periódico inmerso en más procesos judiciales en estos momentos, y esto puede interpretarse como la curiosidad y el ánimo que tenemos para descubrir la verdad. Pero creo que se deben diferenciar los dos tipos de difamación que hay: uno, el relacionado con el Gobierno y el otro con la sociedad. Al Gobierno lo que le importa es cuando un periodista ataca a un personaje político, pero le resulta indiferente si lo hace con un ciudadano normal. N. A.: El Gobierno protege a las personas que tienen más influencia y utiliza a la Justicia para incriminar a los periodistas. P: ¿Y cómo ven a Argelia en general? N. A.: Soy más o menos optimista, porque hay mucha gente deseosa de cambiar las cosas a mejor. A. M.: Nuestro papel resulta más importante ahora, porque el Gobierno no entiende los problemas de los ciudadanos y somos nosotros quienes debemos hacérselos llegar. El pueblo vive sumido en la pobreza y ellos, los personalidades del Gobierno, parecen no querer escuchar. Nuestro papel es cada vez más importante para hacerles ver el problema. La sociedad argelina es una sociedad tradicional, pero al mismo tiempo está deseosa de subirse al tren de la modernidad. Y esto está en contradicción con la actitud del Gobierno, que sólo se ocupa de sus asuntos sin preocuparse por lo que le sucede al pueblo. Por ejemplo, sólo tenemos una cadena de televisión, que además es pública, donde el Gobierno transmite lo que desea, y sin embargo, por otro lado, cualquiera que 46 se conecte a Internet puede acceder a todo tipo de información y ver la mala situación en la que se encuentra el país. En la calle solemos comentar que lo que Argelia necesita es una ‘solución arqueológica’, es decir, que se mueran todos los argelinos que vivieron la guerra de la independencia, para que el país pueda dejar de mirar al pasado y enfocarse con decisión en el futuro. 47 El Moudjahid: Abdelmadjid Cherbal, Director General El Moudjahid (El Combatiente) Es el diario oficial del Estado argelino, decano de los periódicos argelinos, fue fundado durante la época de la guerra de la independencia, siendo el portavoz del Frente de Liberación Nacional (FLN), el principal componente del movimiento político independista. El diario se hace eco de los análisis oficiales y del punto de vista del Estado. Pueden conseguirse todos los acuerdos internacionales firmados por Argelia así como numerosos documentos oficiales. Es también uno de los más antiguos periódicos argelinos y constituye una gran escuela que formó a la mayoría de los brillantes periodistas de la prensa independiente que surgió después de los dramáticos eventos del 5 de octubre de 1988. Diario oficial de información general, su página web es: www.elmoudjahid.com . Tiene una difusión de 50.000 ejemplares. Entrevista a Abdelmadjid Cherbal, Director General: El entrevistado comenzó siendo el entrevistador: “Bueno, antes de nada me gustaría saber el motivo por el cual ha visitado en primer lugar a los periódicos privados y ha acudido al público en último lugar”. “Simplemente –respondí- porque fui acudiendo a los periódicos en el momento en que me daban la cita para poder entrevistarlos. A El Moudjahid fue al primer periódico que acudí porque mi hotel se encuentra muy cerca, pero siempre que venía intentaba que alguien me atendiera en inglés y no era posible, por lo que me tenía que marchar. Hasta que llegó mi traductora y consiguió concertar una cita”. Más tranquilizados sobre mis intenciones, comenzó la entrevista, o el discurso aprendido sobre la importancia de la prensa pública: Pregunta: ¿Me podría indicar cuál son los fundamentos de El Moudjahid? 48 Respuesta: La prensa pública se halla inmersa en un marco de libertad. Está abierta al Mundo. Hay que tener en cuanta que continúa siendo un medio de gran influencia a pesar de que tras la liberalización del sector de la prensa, en Argelia se han creado más de 70 periódicos. Periódicos fundados, en su mayoría, por antiguos miembros de El Moudjahid. La estrategia del periódico para subsistir ante tanta diversidad ha sido siempre la misma: transmitir la información de la forma más veraz posible. Las tecnologías cambian, pero el principio sigue siendo el mismo: información objetiva y creíble. La presencia de otros periódicos creó más curiosidad y competividad. El Moudjahid quiere imponer su presencia en el periodismo. El factor fundamental que nos diferencia de otros periódicos es que nosotros nos ocupamos de dar información institucional, por eso muchos nos consideran portavoces del Gobierno. Los demás periódicos se preocupan de criticar al Gobierno. Nosotros, sin embargo, nos dedicamos a formar y a crear ciertos climas de opinión. Toda la información que transmitimos es pública. El periodista debe transmitir información veraz, no hay información que se deba ocultar. Cuando un empresario extranjero o un diplomático de otro país llega a Argelia, el primer periódico que eligen para informarse es El Moudjahid. Se trata del periódico que relata la realidad del país. Hubo periódicos, por ejemplo, que no duraron más de 30 días. Sin embargo El Moudjahid sigue ahí después de más de 40 años. Y esto se debe a la credibilidad que transmite. P: En la entrada del edificio se puede ver una placa en honor a los miembros del periódico asesinados por los terroristas islámicos. Debió de ser muy duro por aquel entonces practicar el periodismo en Argelia. R: Nueve miembros de la plantilla de El Moudjahid fueron asesinados, entre ellos el Director General, Mohamed Abderrahmani (27-3-95). Una tragedia nacional. Otras diez personal sobrevivieron a ataques perpetrados directamente contra ellos. Pero la prensa extranjera abusó de la situación en Argelia. Estaban países como España o Italia, que sí sabían lo que pasaba en Argelia; otros no. 49 Por esta época nadie nos quería ayudar y el pueblo argelino logró salir de la crisis por él mismo. En julio de 2002 el presidente Bush solicitó ayuda directamente a Argelia para luchar contra el terrorismo, a lo cual Argelia respondió positivamente. Pero resulta necesario precisar que durante los duros años de guerra en el país, la prensa siempre estuvo presente, a pesar de lo difícil de la situación. El gran ánimo que se observa en la actualidad es una herencia directa de los duros años del terrorismo. Por ejemplo, cuando mataron al Director de El Moudjahid, todos los demás periódicos nos apoyaron y publicaron una misma editorial en apoyo a nuestro periódico. Había ciertas iniciativas que nos ayudaban a seguir escribiendo. Por ejemplo, tras el asesinato de una periodista, se pudieron leer en diferentes periódicos los siguientes titulares: “Fiera, bella, rebelde” o “Matad, matad, pero escribiremos siempre”. La sede de El Moudjahid siempre ha estado aquí, nunca nos hemos mudado a la Maison de la Presse para sentirnos más seguros. Si lo hiciéramos significaría que los terroristas nos habían vencido y nos estábamos escapando. P: ¿Cuál es el motivo por el que los terroristas se ensañaron tan fuertemente con la prensa? R: Porque querían atacar a la democracia y la prensa fue su primer objetivo. Todo aquel que llevaba un bolígrafo se convirtió en una amenaza, querían acallar la voz libre de la prensa. P: ¿A qué se debía que el Gobierno multase y encarcelase a ciertos periodistas por revelar información relacionada con los militares: estadísticas de muertos, atentados? R: Los periodistas no deben mostrar las estadísticas porque desanima a las fuerzas de seguridad. Sabemos que entre los miliares se han producido infracciones, pero esto no era un hecho generalizado entre el resto de militares. Nos hallábamos en una situación casi de guerra, y existían ciertas informaciones que no debían ser divulgadas para evitar que cundiese el desánimo. Toda estadística debía esconderse para que no resultase negativo a los intereses del Gobierno. 50 Es una ilusión el pensar que cualquier información puede ser divulgada. Pensemos, por ejemplo, en el 11-S. Cuando se produjo el atentado hubo censura generalizada entre los medios de comunicación estadounidenses, y en mi opinión fue lo más correcto que se pudo hacer. El que comete crímenes no es el Gobierno argelino, sino la prensa. En ocasiones, los periodistas manipulan la información a su antojo. La prensa de Argelia es la única que se cree en el poder de expresar lo que desea. Lo que debe imperar es la educación, el respeto al otro, y cuando no tenga pruebas suficientes, pues no publicar nada. Algunos han entendido lo que significa la democracia de manera errónea, y eso no se puede admitir. Instaurar la democracia en Argelia ha traído consigo muchas dificultades, pero debemos seguir hacia adelante. Considero que la mayoría de los argelinos no saben realmente lo que la democracia significa, y eso a pesar de que no es algo nuevo para nosotros, sino que se halla en los fundamentos de este país. Hay mucha gente que ha luchado por ella. Millones de argelinos murieron por alcanzarla en una época en la que el porcentaje de población era mucho más bajo que en la actualidad. P: ¿A qué se debe el monopolio estatal en el sector audiovisual? R: El monopolio en el sector audiovisual es algo necesario, supondría casi un suicidio tener en la actualidad otra cadena. Sí, la TV debe emanciparse y en un futuro inmediato habrá otras cadenas, pero de carácter temático. La población no es demasiado consciente de sus responsabilidades democráticas y liberar el sector audiovisual podría traer consigo el caos, puesto que al existir emisiones en directo, cada uno podría decir lo primero que se le pasase por la cabeza, como mediterráneos impulsivos que somos. Antes de liberalizar el sector audiovisual debemos educar a la población. Pero es cuestión de tiempo que se permita también la creación de canales de televisión privados en Argelia, porque exceptuando el sector audiovisual, todos los demás sectores (prensa, partidos políticos) están diversificados. La privatización es una fase que tiene que llegar. 51 Liberté: Mounir Boudjema, Director General Adjunto Liberté (Libertad) Fundado en 1992. Este periódico es muy conocido y de gran difusión en la Cabilia y tiene como mayor accionista a Issad Rebrab, un industrial cercano al partido Agrupación por la Cultura y la Democracia (RCD). Con su edición semanal sobre “economía”, el Grupo Liberté se diversificó. Este periódico defiende los valores de la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, centra su interés en la defensa de la región berebere, puesto que la mayoría de sus periodistas proceden de esa región. Cuenta también con el apoyo de algunos Generales anti-Bouteflika. Del mismo modo, es un defensor de la economía de mercado y de un acercamiento mucho más estrecho con la Unión Europea. Diario de información general. Difusión: 114.500 ejemplares. Sitio Internet: www.liberte-algerie.com Entrevista: Mounir Boudjema, Director General Adjunto Pregunta: Cuatro periodistas del periódico Liberté fueron asesinados. ¿Le importaría explicarme cómo era practicar el periodismo en Argelia durante la pasada década? Respuesta: Me gustaría empezar por el final para llegar a lo que sucedía durante la década pasada. Hay dos factores que han ganado desde entonces y son la libertad de expresión y la libertad de prensa, que son dos cosas diferentes. En mi opinión se ha desarrollado mucho la libertad de expresión. Los periodistas siempre se quejan porque dicen que no tienen suficiente libertad para expresarse, pero yo pienso que en la actualidad la libertad de expresión de la que disponemos es mucho mayor que en la década pasada. Después resulta necesario diferenciar, durante la década pasada, la prensa independiente y la prensa privada, porque había periódicos privados pero que no eran independientes de los lobbys que existían. Y resulta fundamental aclarar algo, y es que la prensa que existe en la actualidad nació gracias al poder y no fruto de la voluntad de algunas personas. Si el Poder no lo hubiese deseado, esta prensa nunca habría aparecido. 52 Las condiciones de creación de esta prensa fueron totalmente artificiales, no nació de la voluntad de los periodistas. Con mi experiencia como periodista de casi 20 años siempre he estado luchando por la libertad de expresión y sobre mí nunca ha ejercido nadie una presión para evitar que publicase lo que yo deseaba. Aunque eso no quita que me hayan amenazado dos veces consecutivas, pero no he abandonado mi país. Sigo luchando. Sin embargo un 40% de los periodistas argelinos han abandonado Argelia. Mi intención es sobrevivir, pero no tengo los mismos principios que esos periodistas que abandonaron el país. Al contrario de lo que puede pensar la gente, la prensa y los militares argelinos firmamos un pacto debido a que teníamos los mismos principios. La prensa durante esa época se hallaba en una situación de emergencia. En 1999, sin embargo, la prensa y el Gobierno rompieron esa buena relación, y los medios de comunicación comenzaron a comportarse de una manera inconsciente, abusando de su autoridad. El Gobierno necesitaba de la prensa para la lucha psicológica contra los terroristas. Pero se produjo una fractura cuando los militares dejaron de apoyar a los medios de comunicación, pasando a apoyar únicamente al Gobierno. Esto se debió a que habían obtenido los objetivos que buscaban (vencer a los terroristas). A partir de 2000 comenzó una nueva etapa en la prensa debido a que la ideología común que tenían tanto el Gobierno como la prensa, que era vencer a los terroristas, había desaparecido. La armada hoy tiene unos objetivos y la prensa otros. Hay que reconocer que la libertad de expresión que existe en la actualidad se debe a la independencia financiera. Por ejemplo, antes el Gobierno disponía del monopolio de las imprentas pero ahora, sin embargo, existen algunos periódicos como el nuestro que ya disponen de sus propias imprentas. La presión ya no se puede ejercer directamente porque disponemos de autonomía tanto financiera, como de producción. P: ¿Y qué me podría decir de los procesos abiertos contra varios periodistas, entre ellos el caricaturista Dilem, del Liberté? R: Estadísticamente el Liberté, después de El Watan, es el periódico que más problemas tiene con la justicia. Y la mayoría de esos problemas están relacionados con él, con Dilem. 53 P: ¿Y usted ha tenido algún problema con la justicia por algo que haya escrito? R: Yo fui llevado directamente a la justicia por difamación. Como Director General me encuentro en la obligación de defender a mis redactores, por lo que soy llevado constantemente ante la justicia. Lo que las autoridades intentan es agotar a los periodistas para que dejen de publicar información contra ellas. Ésta es su manera de presión. Aunque saben que tienen unos límites, y que el periodista llegue a prisión es algo muy extraño. P: ¿Cuáles son los temas que conllevan mayores problemas ante la justicia? R: En el pasado eran los temas de seguridad, estadísticas sobre los bombardeos o militares asesinados en atentados. Pero en la actualidad lo que suscita más problemas es toda crítica a las instituciones. Las más frecuentes son las críticas a los representantes regionales, llamados aquí en Argelia ‘walis’, por lo que el representante del periódico es llevado a la justicia, no el periodista que escribió la información. Y la segunda causa de los problemas judiciales que padecen los periódicos son las denuncias directas que reciben de los ciudadanos. Por ejemplo, el último gran problema se debió a que los dirigentes de un equipo de fútbol leyeron un artículo en el que se hablaba del presupuesto del club y, como se hallaban disconformes, denunciaron a los periódicos que informaron sobre ello. La difamación es la causa mayor de los procesos judiciales. P: ¿Continúan las amenazas terroristas que comentó con anterioridad? R: Con la presencia de Al’Qaeda en el Magreb, el peligro es constante y aunque no he recibido ninguna amenaza directa desde entonces, debemos ser cuidadosos. Personalmente, lo que más miedo me da es que se produzca un atentado contra el edificio, más que un ataque directo contra mí. Y aunque parezca que la situación está 54 más tranquila, hace un año atentaron contra el Palacio de Gobierno, que está a unos kilómetros de aquí, por lo que no nos podemos sentir completamente seguros. P: Y como conclusión, ¿cómo ve el futuro de Argelia tanto en lo relacionado con la prensa como en lo político y económico? R: Considero que la prensa será una víctima del lobby económico, debido a que ciertos grupos abusan de su poder para presionarla y ésta llegará un momento en que se canse de luchar por sus principios. En general, cuando se ve el precio del petróleo parece que el país va a mejor, pero el problema que tendremos será de orden social, porque la población sufre una gran pobreza. Y cuando la gente ve que el país recibe grandes ingresos por los hidrocarburos y ellos no lo pueden aprovechar, el país se divide entre pobres y ricos, lo que producirá, si no se hace algo al respecto, un choque entre ambos grupos. 55 El Khabar Semanal (El Khabar El Ousboui): Bouazdia Mohamed, Director El Khabar (La Información) Fundado en 1990 por un grupo de periodistas, El Khabar se considera el periódico de mayor tiraje de la prensa privada argelina. Ofrece aspectos esenciales de la actualidad y trata la información sobre los cambios que conoce el país en una lengua accesible para todos. Es el único diario arabista que tiene su propia imprenta. Este diario tenía, antes, una tendencia pro islamista y ahora se adhiere a perspectiva más o menos laica. No se sabe nada sobre sus medios de financiación, pero disfruta del apoyo de fuertes empresarios argelinos Sitio Internet: www.elkhabar.com La edición electrónica en PDF presenta la versión del diario y del semanario El Khabar semanal. Bien concebido, claro y funcional, el sitio comprende traducciones de los artículos en francés e inglés. Diario de información general. Difusión: promedio de 500.000 ejemplares. El Khabar El Ousboui Al igual que el diario Echorouk, la editorial El Khabar tiene una edición semanal que trata con una línea independiente los temas de actualidad, basándose en temas políticos, sociales y económicos. Al contrario que la edición diaria, El Khabar El Ousboui trata los temas con un mayor análisis y profundidad recurriendo a los especialistas y realizando entrevistas con analistas políticos, economistas y sociólogos. Entrevista a Bouazdia Mohamed, Director de El Khabar El Ousboui: Pregunta: ¿Cómo era practicar la profesión de periodista en Argelia durante la década pasada con todos los problemas de terrorismo que había? Respuesta: Me resulta bastante duro hablar de todo esto porque tengo muchos amigos que murieron durante esta época. El trabajo en medio de la violencia era realmente 56 difícil. He sentido miedo, pero sin embargo este miedo, lejos de amedrentarme, me ha dado más fuerza, porque expresar mi miedo era expresar el miedo de la población. La presión no surgía ante las amenazas terroristas, sino ante la necesidad de saber comunicar lo que la población estaba padeciendo. También existía una presión directa, que era la institucional, y que consistía en poner leyes, como la ley de emergencia, por la que se controlaba todos los textos antes de que éstos llegasen a la calle. Pero estas presiones continúan, aunque de manera indirecta. Personalmente, he tenido problemas con la justicia en 1994 por haber revelado estadísticas secretas sobre militares asesinados. También por otro motivo, que no tenía nada que ver con la publicación de un artículo periodístico. Me encontraba en una tertulia con otros colegas periodistas, de manera totalmente informal, y debido a una opinión personal que expresé durante el encuentro, fui convocado ante la justicia. En esta época, los periodistas solían firmar sus artículos únicamente con sus iniciales para no ser reconocidos. Sin embargo, yo siempre firmé con mi nombre completo. Además tuve que mudarme de alojamiento en varias ocasiones porque me habían amenazado directamente. Pero no fue hasta que me sentí realmente amenazado, que cogí a mi familia y nos fuimos al extranjero: Marruecos, Túnez, Francia. Sin embargo cuando me encontraba en el extranjero estaba seguro de que regresaría pronto a mi país para cumplir con mi labor periodística. La guerra provocó que parte de los intelectuales argelinos abandonasen el país. P: ¿Y en qué terminaron los procesos judiciales? ¿Lo multaron, tuvo que ir a la cárcel? R: A pesar de que tengo reputación de rebelde, nunca llegué a ser multado o encarcelado. Considero que soy libre, pero mi libertad termina cuando empieza la libertad de otro, es como un círculo. Existen leyes, pero no hay que luchar contra ellas; hay que ser inteligente e intentar coexistir con ellas. P: ¿Entonces está de acuerdo con todas esas leyes, como la 144bis y 144bis1, que coartan directamente la libertad de prensa? 57 R: El periodista tiene que seguir la justicia, es un marco que debe respetar. El periodista es un ciudadano como cualquier otro, y cuando comete una infracción contra el derecho común debe ser castigado como cualquier otro ciudadano. Esto por un lado, y por el otro, creo que no se debe criminalizar la crítica que un periodista puede realizar a las políticas de un ministro o de un servicio nacional. Sobre todo aquí en Argelia, donde hay tanto que criticar. La ley estipula que el periodista debe ser condenado en casos de difamación y que debe pagar multas, y en mi opinión esto es contradictorio con la libertad de expresión. P: Durante la pasada década, ¿existían lugares donde el Gobierno los alojaba para protegerlos, como hoteles a las afueras de Argel? R: Sí, había un hotel que se llamaba El Manar (situado a 20 kilómetros de Argel), y era como un refugio para nosotros los periodistas, donde fuimos acogidos por el Gobierno. Fue el Gobierno quien nos ofreció esa posibilidad. Personalmente estuve alojado en él durante unos meses y luego me marché al extranjero. No era fácil para mí admitir que debía esconderme en él, además no era cómodo tener que vivir encerrado en una habitación con toda mi familia. Y no se trataba de una suite, sino que era una habitación normal. Hay varios niños, por ejemplo, que vieron la luz por primera vez entre las paredes de ese hotel. En la actualidad, todavía siguen viviendo en este hotel algunos periodistas, aunque son ya una minoría y no estoy del todo seguro si se debe a amenazas que reciben o a que no tienen suficiente dinero como para pagarse un alojamiento. P: ¿Y cómo era y es trabajar aquí dentro, en la Maison de la Presse, donde diferentes periódicos de distintas tendencias ideológicas están juntos y tratan de sacar día tras día el periódico adelante? Sé que puede parecer un poco extraño, pero me parece un lugar idílico. R: En la Maison de la Presse ha habido varios atentados que han causado la muerte de tres periodistas. Los periodistas pertenecían a la redacción de Le Soir d’Algerie. Los años de verdadero peligro fueron los comprendidos entre 1994 y 1997. Durante estos años hubo atentados realmente sangrientos contra los periodistas. 58 P: ¿Y existe compañerismo entre los diferentes periódicos de la Maison de la Presse, o se ponen la zancadilla entre ustedes? R: Las disputas entre nosotros han sido fuertes, llegando en algunos momentos incluso a odiarnos. Sin embargo, durante estos años, todo resultaba diferente e intentábamos apoyarnos al máximo para lograr sobrevivir. Pero la Maison de la Presse no acoge a todos los periódicos, sino que hay algunos que están en otros lugares de la ciudad. Está el periódico Libdú Liberé, que fue atacado por los terroristas y donde murieron dos periodistas (1995). Después de estas muertes nos resultó imposible continuar, porque eran unas personas muy conocidas entre el gremio. P: En el diario Liberté afirmaban que el mayor miedo que sentían era que atentasen contra la sede del periódico y que ellos se encontrasen dentro. R: Pero lo más importante es que cuando se bombardea a un edificio no se hace al edificio en sí, sino a las ideas, por lo que la amenaza da igual que se produzca en el edificio o fuera. Atacar un edificio no significa callar a una persona, las ideas siguen existiendo aunque el edificio sea destruido. Personalmente, el mayor miedo que he sentido es cuando trabajaba en un periódico contiguo al Liberté, donde no existía seguridad alguna. Sin embargo, el momento más triste ocurrió cuando mataron a mi amigo Omar Ourtilane, redactor en jefe de El Khabar (falleció el 3-11-1995): compañero en el mismo periódico, teníamos la misma ideología y sucedió luchando juntos. Yo no me encontraba aquí en Argelia, sino que me hallaba en Francia, y fue allí donde me dijeron que mi amigo había sido asesinado. Fue un ataque personal. Él vivía en este barrio, muy próximo a la Maison de la Presse, y ocurrió cuando venía al trabajo. Un terrorista lo mató de un disparo. Hubo total premeditación: se trataba de un terrorista que sabía dónde vivía, cual era su recorrido habitual, a qué horas lo hacía. (En este momento el entrevistado se emocionó y tuvo que parar por unos segundos) 59 P: Cambiando de tema, ¿cómo ve la situación de Argelia en general? R: Pienso que es un país completamente destruido y donde se debe renovar todas sus estructuras. El subdesarrollo de Argelia es una elección, porque el dinero no es el origen de la riqueza de un país, debido a que se puede tener y ser pobre, como es el caso de Argelia. Son las instituciones, su solidez, las que hacen a un país rico o no, es el Estado de Derecho el que hace a un país rico; el libre mercado… No el dinero. Existe una mala gestión en el país, aún habiendo dinero. P: ¿Bouteflika se presentará a un tercer mandato? R: Si él lo desea, sí. Pero a mí no me gusta. 60 Le Jeaune Independent: Mohamed Saaf, redactor Le Jeune Independant Fundado en 1990 por unos jóvenes periodistas, este periódico de información general tiende a tratar la actualidad desde una perspectiva diferente y original. Pese a sus escasos recursos, tiene lectores fieles gracias a sus dossier sobre la emigración y temas de actualidad. Diario de información general. Difusión: 30.000 ejemplares. Entrevista a Mohamed Saaf, redactor: Pregunta: ¿Cómo era practicar el periodismo durante la década pasada en Argelia? Respuesta: Era algo muy complicado. Por ejemplo, yo no podía salir a la calle como periodista porque las amenazas y el peligro eran constantes. En esta época no trabajaba para este periódico, sino para agencias extranjeras, y siempre ejercí el periodismo en secreto. Las condiciones eran casi exactamente las mismas en todos los lugares de Argelia. Tenía suerte porque como periodista disponía de más libertad que muchos de mis compañeros al trabajar para una agencia extranjera y ser además de origen tunecino. P: ¿Usted llegó a alojarse en el Hotel Manar como el resto de periodistas? R: Yo no, porque directamente nunca fui amenazado. Me protegía mi agencia, por lo que los terroristas islámicos no me consideraban un peligro al no verme como periodista argelino. P: ¿Y alguna vez tuvo problemas mientras intentaba ejercer su profesión? Me imagino que sólo el hecho de salir a la calle a buscar información supondría un peligro. 61 R: En mi propio barrio nadie sabía que era periodista, me consideraba un periodista anónimo. Cada día que salía de mi casa sentía que a lo mejor no volvería, vivía en un peligro constante. Además, como los periodistas tenían mala fama tanto entre los grupos armados como entre los militares, el peligro se multiplicaba. P: ¿Y alguna vez fue criticado directamente por el Gobierno por algo que hubiese escrito? R: Nunca he tenido problemas con la justicia por motivos de difamación, porque era consciente de que existían unos límites que no podía superar. Nunca escribí sobre algo que no pudiese argumentar. Hubo mucha gente que durante esta época escribió muchas mentiras, por lo que la primera víctima era la verdad. P: ¿Y qué fuerza ejerce sobre la prensa el hecho de que existan ciertos monopolios por parte del Gobierno como puede ser el de la prensa o el papel, o el hecho de que sólo se conceda publicidad pública a los medios afines? R: El poder de presión es fuerte, y todos sabemos que existen ciertas personalidades en el Gobierno de los que no debemos hablar. P: ¿Entonces se imponen ustedes la autocensura? R: Sí, porque sabemos las graves consecuencias que acarreará para nosotros el hablar sobre ciertos temas. P: ¿Y cómo es ejercer el periodismo en el interior de la Maison de la Presse, con tantos periódicos y periodistas de ideologías tan diferentes? 62 R: No existe ningún tipo de odio entre nosotros. Podemos tener ideologías diferentes, pero luego nos encontramos en la cafetería y tomamos algo juntos y charlamos sobre temas de actualidad. En general, casi todos tenemos las mismas impresiones. Unos son más optimistas que otros, pero eso es algo normal. Las diferencias más pronunciadas se producen entre los periodistas que escriben en francés y los que escriben en árabe, pero esto no significa que lleguemos a odiarnos y, cuando existe algún tipo de problema, suele ser más de tipo personal que ideológico. P: ¿Y cómo ve la situación de Argelia en la actualidad? R: Como argelino hay que reconocer que la situación ha mejorado. No debemos engañar a la gente y decir que continúan los mismos problemas que en el pasado. P: ¿Y el futuro? R: Soy muy optimista y, habiendo superado el problema del terrorismo, creo que los jóvenes son los que ahora deben dar el paso adelante para realizar grandes cosas por el país. Además creo que en la actualidad al Gobierno le da mucha más importancia al porvenir del país, y este es un factor muy positivo. 63 Kamel Amarni, periodista del diario Le Soir d’Algerie y Secretario General del Sindicato Nacional de Periodistas de Argelia Le Soir d’Algérie Periódico de la tarde (ahora sale en la mañana) que tiene una preferencia por acontecimientos diversos y por los grandes titulares. Fundado en 1990 por ex periodistas de la prensa única, encontró inmediatamente un público popular. Posteriormente ha perdido numerosos lectores. Sitio Internet: www.lesoirdealgerie.com . No existen datos sobre su tirada. Pregunta: Me gustaría saber su trayectoria periodística y cómo terminó siendo Secretario General del Sindicato Nacional de Periodistas. Respuesta: Como periodista siempre he trabajado en el periódico Le Soir (desde 1994). Al sindicato me encuentro afiliado desde su aparición en 1998 y desde 2006 soy su Secretario General. P: Durante los 90, ¿cómo era practicar el periodismo en Argelia? R: En 1997 sobreviví a un atentado perpetrado en la redacción del Le Soir, donde murieron tres de mis compañeros y, naturalmente, yo podría haber sido uno de ellos. P: ¿Y la mayor presión para publicar lo que deseaban de dónde venía, de los terroristas o del Gobierno? R: En el pasado la presión provenía principalmente de los islamistas y, en la actualidad, del Gobierno. El motivo de la presión gubernamental se debe al Código Penal y sus leyes contra la difamación (artículos 144bis, 144bis1). 64 P: ¿Usted ha sido procesado por alguno de estos artículos? ¿Llegaron a condenarle? R: Fui procesado muchas veces y condenado a cumplir una multa de cárcel, pero gracias a la ley por la reconciliación fui perdonado. P: ¿Y por qué motivos? ¿Sobre qué temas publicaba? R: Sobre todo por temas relacionados con el Gobierno: la campaña electoral, su mala gestión. P: Y usted, como Secretario General del Sindicato Nacional de Periodistas, ¿qué hace para ayudar a los periodistas que son llevados ante la justicia? R: Nosotros tenemos un abogado que se ocupa directamente de esto. Además, yo suelo acudir a los tribunales para intervenir a favor de estos periodistas. Debo estar presente cada vez que un periodista es juzgado. P: ¿Y cuál es el porcentaje de periodistas procesados por el Gobierno? R: Hoy en día son una minoría los periodistas que tienen problemas con la justicia. P: ¿Y cuál es la mejor arma de la que dispone el sindicato para evitar que los periodistas sean condenados? R: Los buenos argumentos, que su información esté bien fundamentada. Entonces, ante esto, es la libertad de prensa la que nos protege. 65 P: ¿Son muchos los periodistas argelinos afiliados al sindicato? R: La mayoría de los periodistas argelinos son miembros del sindicato. P: ¿Usted cómo ve en Argelia la situación de la prensa en general? R: Que nos encontramos en una situación de retraso y cada día vamos a peor. La libertad de expresión, en la actualidad, se halla más reprimida que nunca y espero que en el futuro esto cambie. P: ¿Se alojaba en el hotel Manar en el pasado? ¿Y en la actualidad? R: Sigo viviendo en él, pero no por motivos de seguridad, como en el pasado, sino por motivos económicos. El problema de la vivienda en Argelia hoy en día es muy fuerte y no tengo dinero para comprarme una casa. Además, estoy soltero, por lo que no necesito un lugar muy amplio. P: ¿Siguen existiendo los problemas de seguridad en Argelia? R: La situación ha mejorado mucho aquí en Argel, a pesar de que, por ejemplo, hace unos meses se produjeron bombardeos en la capital. Siempre existe un peligro real. 66 La Nouvelle Republique: Abdelwahab Djakoune, Director General La Nouvelle Republique (La Nueva República) Fundado en febrero de 1998 tras una escisión con el diario Le Matin, La Nouvelle Republique, dirigido por periodistas cercanos al ex Ministro de Defensa, Khaled Nezzar, dispone de una información creíble pero también se le conoce por sus posiciones políticas hostiles al terrorismo y a toda alianza islamista. De manera general, este periódico sirve de relevo mediático del ejército, de los servicios de seguridad y de todos los grupos ‘patriotas’ de autodefensa, que se han comprometido en una larga batalla contra los grupos terroristas. Diario de información general. Difusión: 16.600 ejemplares. Sitio Internet: www.lanouvellerepublique.com Entrevista: Abdelwahab Djakoune, Director General Pregunta: ¿Me podría explicar cuáles son los problemas que tienen los periodistas en Argelia para publicar lo que desean? Sea el Gobierno, acusándolos por difamación, o los terroristas, acusándolos de pro-gubernamentales. Respuesta: El periodista es un ciudadano que comete errores. Y cuando comete un error no puede escapar a la justicia. La razón es que el periodista no hace bien su trabajo, no confirma la información, y toma posición. Tiene problemas con la justicia, pero no con el poder. El Director del periódico tiene su responsabilidad moral, aunque hay algunas veces no consigue controlarlo todo. La prensa argelina, en comparación con otros países del Norte de África, es muy libre. En este país podemos criticar al Presidente, al Gobierno y las penas de prisión a los periodistas no es algo general y cuando se producen son penas muy cortas, de unas semanas. En el caso de Benchicou no creo que deba pronunciarme, puesto que yo era co-director con él en el desaparecido Le Matin. Ambos lo fundamos juntos. 67 P: ¿Y este periódico, La Nouvelle Republique, ha tenido algún problema con la justicia? R: Sí, claro, forma parte de la vida diaria de un periódico. Ejercemos una profesión donde hablamos mucho de otros y, como consecuencia, al hablar de otras personas podemos herir su amor propio y puede producir una reacción, unas veces positiva y otra negativa. P: ¿Y con los fundamentalistas islámicos, los terroristas, han tenido algún problema? R: Eso forma parte del pasado. Hoy en día hay mucha más seguridad en el país. No estamos en la situación de los años 90. Las condiciones en las que teníamos que trabajar en aquella época eran realmente difíciles. No salíamos en ningún momento de las redacciones del periódico, trabajábamos casi por entero a través de comunicados de prensa. Había personal de seguridad dentro de las redacciones, en todos lados. P: ¿Y usted conoció a algún periodista asesinado por los fundamentalistas? R: Sí. El periódico Le Matin perdió a cuatro periodistas. P: ¿Y alguna vez usted temió por su vida? R: Yo había elegido esta profesión y tomé todo lo que con ella venía. Es una elección. Algunos eligieron exiliarse, pero eso se debió a que ellos sentían que era eso lo que debían hacer. En mi caso, yo decidí quedarme y no marcharme de este país. P: ¿Héroes? 68 R: No, mi deber. El deber de quedarme en este país y trabajar por él. Pero el terrorismo, hoy en día, está eliminado. Sólo se producen atentados puntuales, ya no tienen la fuerza que tenían en el pasado. Se hallan en la situación de ETA en España. Por ejemplo, se produjeron los atentados del 11-M de Madrid, pero no por ello vamos a decir que España es un país de inseguridad. P: ¿Y cómo ve el futuro de Argelia? R: Argelia es un continente, no un país. Nuestra cultura está muy diversificada, disponemos de una economía de mercado y la población comienza a disfrutar de la vida; aunque aún no puede comprar lo que desea debido a lo elevado de los precios. Pero el Estado argelino tiene un carácter social y todos los productos básicos: pan, leche, hidrocarburos; no han aumentado sus precios. Llenar el depósito del coche, por ejemplo, aquí no supera los 10€. 69 Javier García, corresponsal de Efe en Argel Pregunta: ¿Cómo se acaba como corresponsal de la agencia Efe en Argelia? Respuesta: Me lo ofrecieron y además a mí también me apetecía. Después de mi etapa en Europa me apetecía trabajar en el Tercer Mundo y, sobre todo, en África. Esta corresponsalía llevaba sin periodistas españoles desde el 92, cuando el corresponsal de Efe Manuel Ostos se trasladó a Túnez debido al conflicto que había en el país. Eso no significó que se hallase cerrada, porque siguieron trabajando aquí nuestra traductora y secretaria y un periodista argelino. Aunque Ostos dirigía desde Túnez, esta corresponsalía nunca llegó a cerrarse. Es ahora, desde enero de este año, cuando ha vuelto un periodista español a su redacción. P: ¿Y tuvo algún problema para conseguir todos los permisos necesarios para trabajar aquí en Argelia como corresponsal? R: La verdad es que todo el proceso burocrático es bastante duro aquí en Argelia. Paciencia, nada más. Todavía estoy esperando a que me concedan la acreditación de trabajo permanente. Pero la situación no es la misma que en la década pasada cuando a Ferran Sales, por ejemplo, lo echaron. Ahora son más abiertos. P: ¿Y qué expectativas tenía cuando llegó a Argelia? ¿Qué sabía de este país? R: Sabía algo de Argelia sobre todo por lecturas que había hecho, pero la verdad es que poco más. Y esa fue una de las características que más me gustaban de Argelia, que se trataba de un país desconocido para España y para el Mundo en general; un reto. Pero nunca había estado en Argelia, y me llevé una gran sorpresa al descubrir lo bonito que era. 70 P: ¿Y tiene algún tipo de problema para practicar el periodismo diariamente en Argelia? R: Problemas, no. Lo que sucede es que resulta un poco complicado conseguir información al no existir apenas fuentes oficiales, casi nunca hay ruedas de prensa. Hace dos años que se organiza una rueda de prensa cuando se reúne el Consejo de Ministros y, desde hace tres meses, esta rueda de prensa se realiza todas las semanas. Pero a la prensa extranjera le estaba prohibido el acceso, y esta restricción terminó hace tan sólo tres semanas, en la que se invitó a los periodistas extranjeros. Pero tan poco dan mucho de sí, porque sólo dicen lo que se ha aprobado en el Consejo de Ministros y no se permiten muchas preguntas. Esto provoca que la información provenga más de fuentes indirectas, de preguntar a mucha gente, de muchas llamadas de teléfono y de cuidar muy bien a las fuentes más fiables. En lo referente a atentados terroristas nunca hay ningún tipo de información oficial, a no ser que el atentado haya sido muy grande, por lo que nada se transmite sobre lo que sucede en la Cabilia o las continuas detenciones que se producen. P: ¿Y si se da algún tipo de información referente a esto se puede llegar a tener algún problema? Debido a que, por motivos de seguridad, el Gobierno suele vetar estos temas. R: No, lo que pasa es que suelen darse muchas exageraciones e intoxicaciones por parte de los medios, además de no existir información oficial y de contradecirse los medios entre ellos, por lo que es difícil saber exactamente lo que ha pasado. Y es cierto, y el Gobierno se queja, de que los medios extranjeros en seguida inflan las cifras de muertos, algo que sucedió, por ejemplo, con el atentado a la ONU del mes de diciembre. Nunca hay información para contrarrestar. P: ¿Cuáles son los temas que más interesan a España sobre Argelia? R: Pues todo lo que tenga que ver con las intensas relaciones bilaterales. Por ejemplo, tienen un acuerdo de cooperación firmado, por el cual se reúnen una vez al año en cada 71 uno de los países, RAN, se denomina (Reunión de Alto Nivel). Luego también es cada vez más importante la economía. De hecho en los dos últimos años se han duplicado los intercambios comerciales. Además hay muchas empresas españolas en el país, no sólo en lo relacionado con los hidrocarburos, sino en temas de infraestructuras. Por ejemplo el metro de Argel está siendo construido por una empresa española. Y, claro está, también interesa el terrorismo y todo lo que esté relacionado con temas de inmigración. P: ¿Y alguna vez sufrió algún tipo de censura o aviso por algo que publicó? R: No. P: ¿Y espera padecerla? R: En Argelia existe un nivel bastante alto de libertad de expresión si lo comparamos con otros países del Magreb. Y en un principio, si intentas contar la verdad de lo que sucede, no tienes por qué tener problemas. Luego hay temas más delicados sobre los que es más difícil hablar pero, en general, cuando la información está bien contrastada se puede informar sobre ello. P: ¿Y cómo es la situación para los periodistas argelinos? R: Económicamente bastante mala, puesto que trabajan mucho y cobran poco; pero por lo demás no es muy diferente de lo que puede pasar en otros países. Las presiones padecidas durante la década pasada parecen haber terminado. Hace mucho que no se produce ningún asesinato de periodistas y esperemos que continúe así. P: ¿Espera quedarse mucho tiempo por Argelia? 72 R: En un principio me quedo durante dos años. Es un país que me parece muy interesante con muchas cosas por descubrir. Me siento muy bien aquí. 73 Entrevista a una traductora argelina colaboradora con la prensa extranjera La entrevistada no ha querido ser identificada. Según ella, aunque la situación en su país ha mejorado mucho, continúa padeciendo el miedo a ser degollada por su trabajo. Pregunta: ¿Cómo era la prensa en Argelia cuando comenzó a colaborar con ella? Respuesta: Cuando empecé había sólo dos periódicos, una en francés y otro en árabe, y ambos eran gubernamentales. Después, debido a los disturbios que se produjeron en la ciudad en el 88 por la fuerte caída de los precios del petróleo y la crisis social que ello produjo por la subida de los precios, hubo grandes disturbios y esto abrió las puertas al multipartidismo y a la existencia de varios periódicos al reformarse la Constitución. P: ¿Y había muchas agencias de noticias extranjeras? R: Sí, las estadounidenses AP y Reuters, BBC, la francesa, la italiana, la española y la mayoría de las de los países árabes. P: ¿Y durante los duros años de la década pasada? R: Muchas cerraron, pero otras seguían abiertas. Resultaba demasiado peligroso. Había también un corresponsal del diario El País, de España, que vivía casi por entero aquí, Ferran Sales. Era un camicace, y trabajaba muy bien. Recuerdo un día en el que cinco marineros italianos fueron degollados, a unos trescientos kilómetros de Argel. En cuanto lo supo se cogió un taxi y se fue hasta allí solo. Resultaba muy peligroso estar aquí para un periodista extranjero. P: Y aunque no se fuese extranjero, también resultaba muy peligroso estar aquí en Argelia, y más si se era periodista. 74 R: Muy peligroso, y para las mujeres más. P: ¿Sabía la gente que tú trabajabas para la agencia? R: No, nadie. Exceptuando mi familia, nadie lo sabía, ni siquiera en mi barrio. Corría muchos riesgos si alguien llegaba a enterarse. Además yo por aquel entonces no llevaba velo, porque me parecía que nadie tenía derecho a imponerme qué debía hacer y qué no. Muchas mujeres fueron degolladas únicamente por no llevar este pañuelo. Era horrible, algo inimaginable si no has vivido esta pesadilla. No vivíamos. Incluso en casa no estabas tranquila porque existía gente que había sido degollada en sus casas. Después, al salir, nunca sabías si regresarías porque podía cogerte de camino un coche bomba o podías recibir un disparo. Para cualquier persona, no sólo periodistas, el peligro era inmenso. No vivíamos. Nadie hacía proyectos de futuro porque el mayor deseo era llegar al día siguiente, aguantar hasta que se acabase una pesadilla que nadie sabía cuánto iba a durar. P: ¿Podrías contarnos la historia de tu amigo periodista con el que nos recomendaste hablar? Él nos dijo que fue encarcelado, pero nos rogó que no lo identificásemos. R: Sí. Ha sufrido mucho este hombre. No quiero hablar sobre este tema porque ha sufrido mucho, demasiado. [Su voz se entrecorta y está a punto de llorar]. Estuvo durante años en la cárcel, ha sufrido mucho. [Más tarde me comentó que lo acusaron de colaborar con los fundamentalistas islámicos, él, un mujeriego completamente occidentalizado. Lo que pasa es que como no tenía una imagen maniquea de los islamistas se le acusó de colaboracionista. Y durante el tiempo que fue encarcelado también internaron a sus hijos, y su mujer pudo sobrevivir gracias a que el periódico para el que trabajaba siguió pagándole aunque ya no trabajase para ellos. Pero aún así, en su opinión, dicho periódico no se portó bien, porque le dejaron a merced del Gobierno, sin apenas preocuparse por su situación]. 75 P: Pero bueno, gracias a Dios la situación ha mejorado mucho. R: ¡Oh, sí, mucho! Toquemos madera. Antes nunca podíamos abrir las ventanas como ahora y recuerda, por ejemplo, la primera vez que viniste. Estaba detrás de la puerta y como no te conocía no te quería abrir. Y te decía: “¿Quién es?”. Y como vi que eras extranjero me tranquilicé y te abrí. Tenía un miedo tremendo por aquella época y todavía no se me ha ido. Ahora, sin embargo, no sucede nada, desde hace unos años. Recuerdo un día, aquí cerca, en el que justo cuando un autobús pasaba frente a una comisaría, un camicace entró en el edificio e hizo explotar la bomba. Toda la gente murió. Yo pasaba todos los días por esa calle, había pasado por allí hacía unos diez minutos, podía haber muerto. Cuando escuché la explosión me dirigí hasta allí como por acto reflejo. Y lamento haber ido, porque lo que allí vi: brazos, piernas, partes del cuerpo esparcidos por el suelo. Yo empecé a decirme: “No puede ser, no puede ser, no somos humanos, esto es peor que el Infierno”. Y sucedían tantos actos parecidos. P: Seguramente llegó un momento en el que desconfiaba de todo el mundo. R: Exacto. Vas por la calle y ves a un joven que te mira y empiezas a preguntarte: “¿Por qué me mira a mí? ¿Por qué me mira a mí?”. Pero bueno, la seguridad ha mejorado mucho. Ahora la situación es la misma que en cualquier otra parte del mundo1. 1 La embajada de España en Argel compara la situación en la capital argelina con la de Madrid y dice que la seguridad es muy alta aunque, como en Madrid, se puede sufrir un robo o altercado como en cualquier gran ciudad. 76 CONCLUSIÓN La primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que data de 1791, se refiere a la libertad de prensa del siguiente modo: “El Congreso no hará ley alguna que coarte la libertad de palabra o de imprenta”. Desde entonces, muchos han sido los países que han seguido sus pasos, pero todavía más los que no. La posibilidad de otorgar la libertad de prensa puede significar la pérdida de un importante poder de persuasión y propaganda, por lo que muchos gobernantes han optado por controlarla al máximo sin proporcionar concesiones a dicha libertad. Sin embargo, la regla general es la de afirmar que sí se conceden dichas libertades para, de un modo indirecto, insinuar e incluso exigir lo que debe ser publicado. En Argelia ambos recursos, tanto la ley como los sistemas indirectos de represión, han provocado que la lucha del periodista por sacar cierta información a la luz (casos de corrupción, por ejemplo) sea tan dura y a la vez acarree tan trágicas consecuencias (multas, prisión, asesinatos), que numerosos miembros de la profesión han optado por la autocensura o el exilio. Pero no todos. Algunos de los periodistas entrevistados, entre otros, han sacrificado en muchos casos su libertad e integridad física, con la intención de proporcionar a su país una mayor justicia e igualdad, denunciando todo hecho que consideren que atenta contra valores democráticos tan dispares como pueden ser la tortura, raptos, asesinatos, o apropiación indebida de fondos. Grandes luchadores a los que tan sólo apoyan un pequeño número de organizaciones internacionales, mientras que los países más importantes, temerosos de que Argelia cierre el flujo de sus hidrocarburos, se callan. Pero adentrémonos más en el presente ensayo. Como se ha podido apreciar, en él no se ha hablado sólo de la situación actual de la libertad de prensa en Argelia, sino que también, y mucho, de la pasada década. Las razones resultan obvias. Fue con motivo de los fuertes altercados que se produjeron en Argelia a finales de los años 80, lo que propició que el FLN, único partido político y que se hallaba en el poder desde la independencia del país en 1962, decidiera realizar ciertas concesiones democráticas con la intención de que se calmaran los ánimos. Fruto de esta apertura se liberalizaría la prensa y El Moudjahid, periódico estatal, dejaría de ser el único medio de comunicación escrito presente en Argelia. 77 La creación de nuevos medios resultó arrolladora llegando, en pocos años, a superar el centenar. Sin embargo, este optimismo se vio truncado con el triunfo del FIS en 1991, y con el consecuente golpe de Estado de los militares ante el temor de que dicho partido convirtiese al joven país norteafricano en una dictadura islámica. Desde entonces, la violencia se ha instaurado en Argelia. El conflicto que los sacude, con tintes de guerra civil, ha tenido como periodo más sangriento el comprendido entre 1993 y 1997, con más de cien mil víctimas mortales. Los periodistas argelinos, con 102 compañeros asesinados, fueron el gremio más atacado. ¿Quién perpetraba los asesinatos? Un misterio. Mientras la versión oficial culpaba a los terroristas islámicos, numerosas voces independientes provenientes de ONGs y medios de comunicación tanto argelinos como internacionales, han mantenido su entera convicción de que el Gobierno se hallaba implicado y que la sombra de la ‘guerra sucia’ siempre cubrió a Argelia. El ex corresponsal de El País en el Magreb, Ferran Sales, afirmaba que se habían producido “demasiadas coincidencias” para negar lo evidente: la implicación de las fuerzas de seguridad argelinas en muchos de los asesinatos a periodistas. ¿Por qué un gran número de periodistas asesinados eran críticos con el Gobierno? ¿Qué movía a los terroristas islámicos a negar ciertos asesinatos de periodistas a pesar del fuerte poder propagandístico que ello podría tener? ¿Cómo se producían asesinatos en lugares controlados de manera extraordinaria por las fuerzas gubernamentales, como podía ser el caso de la Maison de la Presse? Por otro lado, se encontraban las medidas legales tomadas por el Gobierno, y amparadas en la ley de emergencia, por la que se prohibía la publicación de toda información no oficial relacionada con las fuerzas de seguridad y la lucha antiterrorista. Noticias que tratasen temas relacionados con el asesinato de militares argelinos por parte de los terroristas islámicos o revelasen la estrategia militar antiterrorista, podían acarrear para el redactor que hubiese escrito dicha información o para el mandatario del periódico donde se publicó, penas de prisión o la obligación de pagar fuertes multas que podían llevar, en algunas ocasiones, al cierre del periódico debido a la incapacidad de depositar la cantidad solicitada. El director de El Watan, Omar Belhouchet, como responsable de todo lo que se publica en su periódico, ha sido el periodista que más veces ha sido procesado por la Justicia argelina. 78 El embajador de Argelia en España, Mohamed Haneche, justifica las medidas represivas que en su día tomó el Gobierno argelino contra la prensa, a la baja experiencia que éste tenía tanto en la lucha antiterrorista como en el modo de “tratar al respecto a la prensa o a la opinión pública”. Sin embargo, remarca que, a diferencia de lo ocurrido durante esos años, en el nuevo siglo que comienza la situación ha cambiado enormemente y que “en los últimos cinco años los periodistas llevados ante los tribunales no han sido más de cinco”. Una de las punzantes caricaturas del dibujante del Liberté, Alí Dilem, no opina lo mismo. En ella se observa a un juez deseando a todos los periodistas un buen año 2006 mientras, en la parte superior de la viñeta, se afirma que, durante 2005, 18 periodistas habían sido condenados a prisión. Lo que resulta necesario señalar es que, a diferencia de los años 90, los motivos por los que los periodistas son llevados en la actualidad ante la justicia, no se deben a motivos relacionados con la seguridad y amparados en la ley de emergencia sino que, en su mayoría, las causas vienen determinadas por los artículos 144 bis y 144 bis 1 del Código Penal, que prohíbe la difamación. Amparándose en dichos artículos, los tribunales argelinos llaman ante ellos a todo periodista crítico con el Gobierno, el aparato militar o ciertos empresarios influyentes. Así, se convierte en algo muy complicado denunciar los frecuentes casos de corrupción relacionados con los hidrocarburos o el abuso de poder de dichos sectores. Pero la prensa no desiste. En uno de los barrios periféricos de Argel, muy próxima al fortín de la Maison de la Presse, se encuentra la Plaza de la Libertad de Prensa, homenaje a todos los periodistas asesinados, más de 100, mientras ejercían su profesión. Nadie olvida. Y puede que sea ése el motivo por el que la prensa argelina, lejos de amedrentarse ante las presiones externas a la hora de publicar cierta información sensible, se crezca, fortalecida ante el recuerdo de tantos de sus compañeros muertos y evitar así, al no someterse, que su lucha haya sido en vano. 79 AGRADECIMIENTOS Me encontraba desayunando en el centro de Argel, en la terraza de un café, cuando un joven de aspecto desequilibrado lanzó una piedra contra la gran cristalera del establecimiento. No me asusté porque, para mi sorpresa, nadie lo hizo. Ninguno de los presentes recriminó nada al chaval y simplemente comentaron lo ocurrido entre ellos. Un señor mayor, de unos 70 años, sentado en la mesa más próxima a la mía, se dirigió a mí en francés. Al responderle que no conocía el idioma, me habló en un inglés renqueante: “¿Estás bien? Lo siento mucho. Está loco y no sabe lo que hace. No quiero que te lleves una mala imagen de nosotros. Los argelinos somos gente pacífica”. Le dije que me hallaba perfectamente y le di las gracias por el interés mostrado. Siguió leyendo su periódico. Tras unos minutos se levantó y mientras abonaba la cuenta al camarero, me señaló. Regresó hacia mí, y al despedirse, me dijo: “La cuenta está pagada”. Esta amabilidad, que podría tratarse de un gesto aislado, se repitió una y otra vez durante mi estancia en el país. También me sorprendió la sobriedad de sus gentes, su dignidad, la extrema cultura. Las facilidades y dedicación que me brindaron todos los periodistas que entrevisté fueron mayúsculas, siempre escoltado por la inmensa ayuda de mi traductora argelina Ilhem Djorane. El contacto de Ilhem me lo proporcionó Javier García, el corresponsal de Efe en Argel, que en cuanto llegué me informó de todo lo que necesitaba saber. Pero debería remontarme un poco en el tiempo, al mes antes de partir hacia Argelia, para hablar de dos periodistas que, sin conocernos, me cedieron una larga lista de contactos que serían luego de gran importancia a la hora de realizar mi trabajo: Fernando Casares e Ignacio Cembrero. Entré en contacto con Fernando Casares, periodista free-lance hispano-argentino, a raíz de unos artículos sobre Argelia que publicó en la web Rebelión. Casado con Lamia Lacheraf, hija de uno de los padres de la independencia argelina, Fernando vivió durante unos años en Argel. Nos reunimos en Barcelona, donde vive en la actualidad y, como un mago, desplegó ante mi una larga lista de periodistas y personalidades. Algo parecido haría Ignacio Cembrero, corresponsal en el Magreb del diario El País. Miguel Ángel Bastenier, un clásico del mismo periódico, me pondría en contacto con él 80 para, como había hecho Fernando Casares, proporcionarme sin ningún tipo de tapujos, un sinfín de nombres, direcciones de correo electrónico y números de teléfono. Gracias a M. Á. Bastenier también conocería a Ferran Sales, otro inmortal del diario, leyenda viva de la cobertura durante la década negra del conflicto argelino. Su ayuda, desde entonces, no ha dejado de multiplicarse. Gracias a todos los que entrevisté, por su entrega y dedicación. Gracias a esas tres personas que me ayudaron y que, por diferentes razones, quisieron mantener el anonimato. Y gracias a mi novia, a mi familia, por su apoyo constante. Gracias. 81 BIBLIOGRAFÍA • ARÍSTEGUI, G. (2004): El islamismo contra el Islam. Ediciones B. • AZURMENDI, A. (2001): Derecho de la información: guía jurídica para profesionales de la comunicación. EUNSA. • BACK, M. & CUETO, C. (2007): Manual de sistemas políticos. 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