AJ^ÍO XVUJ. £«úm. 5.818 Sábado 15 de Diciembjo de la >tt. S==

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AJ^ÍO XVUJ. £«úm. 5.818 Sábado 15 de Diciembjo de la >tt. S==
AJ^ÍO
XVUJ.
Sábado 15 de Diciembjo de l a >tt.
M*.i!KlD
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PÜNTütó l>ií yílííC^HICION.
f clECI03 DE SüSCEICION.
iíks 5 e«i0 Tüfkl^ al ues •& Madrid.
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3KK'T*ASÍB«0.
üMgiendo UbrsBss, 80 fra. telmertre, fraao* da
sorta; • }«eeka ea s u s de leí oasiieionadoi, 99.ry^isado Ilbransa, V» n. írüawrtre, franeo ds
p»rt' r iieclia aa oasa i» lea cemlfilonadoS, \00
rri.n»XBA« T AMÉBICA EBPAftOLA.
Clenta Téinte «alen tebnoatre, franoe da porta.
PKOTIHOlAai.
Hritlaadallbraaía 59 ra, por trüaartí*, y 60 hadando
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•• Iksuferlcioljporloaeomíaloaadoi.
Loa «BUolM Wi raei^ea újüeamoáta en la CsmitlcB
Can;!«I, ealle da la iSigtncorm, z-ám. i-
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DtTKAliA.Bf.
En la Haoana, casa de los sefiorea Chao y eonkfkaSia.
En Manila, casa de los señorea Ramhrez y Girander.
5.' En vista de lo que exponga se ampliará, si se
conceptúa necesario, la averiguación con testigos de la
misma raza que puedan estar iostruidos, ó por parenMlmS.TERIO DE ULTRAMAR.
tesco, ó por trato ó amistad con el fluado, y se lea preReales órienes.
guntará la patria de aquel, si saben que hizD testamen-'
La Ríina (Q. D. G,) se ha asrvido aprobar la medida
to, ciando y anta q^uióa, ó se persuadan haber muerto
ooasaltada por V. E. con carta nüin. 184, da 8 de jiiníó
abintestato, si saben de cl6nda era originario, cuál fui
último, disponiendo que en lo sucesivo se Dja el tipo de
el lugar de ait nacimiento y el de su ultima vecindad
aubasta para los contratos de servicios públicos de la
an el imperio chino, y si tañí* parientes y dónde resiHacienda de esas islas por medio de pliego cerrado, que
dían.
habrá de redactarse con estricta sujeción á lo preva.ií Jo
6." Recibidas qae seau en su caso las informaciones,
en él aft. 7.* de la instfuóclon del rajnc, aprobada por
se coufer rá traslado al representante defensor de los
real orden de 25 de agosto de 18í8.
colonos aí.iá*Í30(. y con lo qua exponga, y oido el minisDa la de 8. M. lo digo & V. E. para su conocimiento y terioflacal,se diitaíá la providei.cia opsrtuna, bien amafactOs correspondientes. Dios guarde áV. E. muchos
pliandj la ikl^ormacion si fuera necesario, ó bien dánlola
áSos. Madrid 5 de noviembre de 1866.—Castro.—Señor
por conclusa.
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intijndenta de Hacienda pública de las islas Filipinaa.
7.' Terminada, se librará á las autoridades indígenas respectivas oficio ó exhorto para averiguar la exisjBxcmo. señor: Dada cuenta á la Reina (Q. D. <3¡.) de tencia de loa herederos abiotaatatos ó tsstamentarioa,
If carta núm. 463, fecha 21 de junio último, en que con- citándolos con término proporcionado y haciéadolea sasulta V. B. ante que persona deberán prestar su j ará- ber el nombre del representante ó defensor de chinos,
ñente laa autoridades administrativas del orden pro- por si quieren autorizarle para su representación.
vincial;
8.* El exhorto sa dirigirá al repreaentante de EsS. M., conformándose con el dictamen de la sección
paña en China, remitiéadolo an la forma y por el con«
de Ultramar del Consejo de Estado, ha tenido á bien deducto prevenido en las disposiciones vigentes sobre la
clarar que cuando las espresadas autoridades hajan de
materia.
prestar juramento, lo hagan ante la persona que estu9.' El repreaentante de Eapaña en Ghlaa acordará
Tlére encargada del gobierno civil de la provincia res- y procurará su cujapllmiento por las autoridades indígepectiva.
naa eu la forma qua sea dublé, y según la legislación del
De real orden lo digo i V. H. para su conocimiento j
país, y cumplimentado, lo devolverá por el conducto que
efectos correspondientes. Dios guarda á V. B. muchos
ae la dirigió.
aabs. Madrid 5 de noviembre de 1866.—Castro.^Señor
10. Devuelto el exhorto y recibido por al juez exhorgot>ernf.dor superior civil de las islas Filipinas.
tantfl, y no autorij^ndoge por loa herederoa ausentes
persona para percibir la herencia, se reducirá esta á
metálico, prévia.s Iss formalidades establecidas, rerai
He dado cuenta á la Reina (Q. D. G.) dal espediente
tténdose aquel á las autoridades indí¿,'eaa3 respectivas
remitido por Y. E. oón earta num. 833, de 23 de agosto
ultimo, consultando la conveniencia de ampliarlas fa- de loa herederos que »6 designen en las diligencias de
cultades de los administradores de Hacienda de las pro- cumplimiento del exhorto, á fin de que dichas sumas se
entreguen á dichos herederos.
vincias, en términos de poder oorrugir directamente á
aus agentes subalternos para la recaudacioa da impuas 11. Ba todos eatoajaiíios intervendrá el ministerio
tos por las faltas que en esta servicio cometan; y enterada
fiscal,
S. M. da cuanto de dicho eapadianta resulta, se ha a«r^
12. Los representantes defensores de los herederos
vido otorgar á aquellos funcionarlos la facultad de im
ausentes de los asiáticos fallecidos en la idla de Cuba,
poner j hacer efectivas por si las multas que daterisin| por las asistencias á inventarios, almonedas y remates,
U raal orden de 21 de marzo de 1862, j hasta do dispo- por los escritos que presenten y por ci\a!qulera otra diliaar la prisión délos gobernadorcillos en caso de reinci- gencia ó aqto que practiquen, ó eú' que intervengan y
daneia, por viade corrección gubernativa; pero debien- que devengue derecho, cobrarán los derechos seña ados á
do aneada caso dar inmediatamente cunnta á la auto- u>s procuradores por loa aranceles vigentes.
13. Loa representantes defensores de los herederos
ridad superior inmediata del corregido, y entendiéndose
esta facultad limitada, tanto en las correecionea pecu- ausentes de los chinea podr4n ser siparadosparelgOT
niarias oomoan las personales, á la cantidad j tiempo á hemador superior civil á propuesta del juez ó de la auque alcanza la jurisdicción de laa autoridades gubsrna- toridad superior gubernativa respectiva, y también
ttT*s de las provincias, sobre lo que se exigirá á los ad- cuando lo estime oportuno el mismo goljjrnador superior civil.
ministradores la mas estrecha responsabilidad
Da raal orden lo digo á V. E. para su conocimiento j
14. En todo lo que no fuese contrario á las anefeOtOB consiguientes, afiadióndola ser la voluntad de teriores reglas, se observarán las disposiciones vigenS, ~M,, que en los casos en que un gobernadorclüo dé lugar tes relativas á los juicios de ablntestato ó testaioen& la destitución por esa intendencia del cargo de cobra- taria.
dor de impuestos, sea esta causa bastante para su sepaDe real orden lo digo á V. E. l^ara su conocimiento y
raoion absoluta, si el espediente que se haya instruido efectos correapondisntos. Dios guarde á V. É. muchos
afios. Madrid 3 de diciembre de 1358.—Castro.—Señor
•n esas oflcinaa merece la aprobacicn del gobernador
«upartor aivil, previa consulta del Consejo de adminia* ]|oberna4or superior civil de la i-'la do Cuba.
tradon. Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid 21
—»•»
—
da noviembre de 1868.—Castro.—Señor intendente de
El,
A T E Í S M O Y B;, p s L i q a o SQCIAI,,
Hacienda púbüca de laa islas Filipinas.
SkMian nuestros lestoros qu^ m<)nsof}or a}
Bxemo. aeSor: La Reina (Q. D. G.}, da confúrmi<iad
Mn l« owsttltado por la "sección de UUram«r del Conse- obispo de Orleans vá á publicar m u j «Q breve
jo da Estado, ha tenido á bien declarar que queda prohi- con este título una elocuente contestación á sus
bido 4 los jfes de loa empleados civiles en las provincias
impugnadores, De ella podemos dar hoy algunas
da Ultramar espedir certifleaciones de buena conducta á
páginas de una gían elQcuenoift y V9r-4a4.
instancia de los interesados, toda vez que en las hojad
El escrito del ilustre, obispo tendrá tres par-:
de sarvioio y^otlcias qua se les e)(ijan por este ministorio podrán consignar la opinión fav^raMe ó desfavorabia
tes, cuyos títulos son :
qae aquellos íes merezcan.
' I^a reciente contrpversiaj
Ü6 raal (irdea lo digo á ¥ . É. para lol efecM consiEl pejigro raUglo^ój"
guientes. Dios guarde i V. B. muchos años. Madrid 24
El ptiligro social.
«a notlembre de 1866.—Castro.—Señor goberuad-^r suparlor civil da la isla de P>jerto-5ico,
53n estos tres puntos se encierra el conjunto
4e una 4e I p sif;4^Clqng3 m p gfaveg ^ue l^^n
Bxemo. señor: Dada cuenta á la Rsina (Q. D. G.) de
existido jamás, y es necesario que la miren y
la cotiiuiiitíauíou ilirii¿iJa á cate ministerio por al de Eácontemplen
así el clero y los cristianos como los
iH>(lo, b«'íe'"'o presente el íríicístro pl. hlpotendario de
Bipai#«u J,iim 1» e09V8üif40li| de 040 se dicten re2la3 liomijres I^onra4o3, sean qi^ie^es fi4wan¡
para qfte laa herencias de I03 asiáticos &lIecido» ea ai*
Acerea delprimei; CafMO^né S8 l e l i e e , esto
ialá lleguen con toda seguridad y prontitud á poder dé
es, de que áfaca á la'socieaad moderna, monsesus heredaros, cuyo hecho estimularla la emigración de
ñor Dupanloup dice:
'
Mrtónoa chinos á las Antillas; S. M , de conformidad con
{a eo]^9ul|a da Ja sala de Indias del Tribunal Supremo
«Es una calumoia vulgar, pero de tra^cendencj;^.
.da justicia, ha tenido $1^}en dfctar las realaá ^iaiilaatesí
Moi no at^oo la ^oclpdad moderna, y si QPH eÜtaj pa.1.» Bl gobernador snpepibr olyll "(ferá IsIaíeQiíha", labraa'desigñaialo'qué'sijmpréha slfDlfleadO para áiíj
á propuesta de la autoridad superior gubamativa respec
¿saben
ilta, n«tnbrar& da entra los chinos fué residen en cada
La igualdad civil y las justaa libertades;
juzgado de la l«la un individuo de loa tülsmos quélrepreEl poder respetado; faenta á ios herederos ausentas de lo4 finados de sú raza
La paz europea y sos obras fecundas;
en todos los juitfloi de abtntestato é-da téstanjentaría
Bl mayor bienestar morjl y igatpria| de }og pileros,
9Í1 que puedan resultar bienes.
de loa latera iore9 y (^e los pobres;'
§.• P4Wsei"no'»b'"a<loreEre?ient3.nte(^de^n9or de
La unloft de laa inteligencias y de los córazíJÁi* S^ 1§
] ^ fteredatos aiiseutes ao los cljiaoá es ^eossarip ser
civiilzaciotí crl»ti(iPej
íSayor de?5-a5oB, hftljlar el espájl"}, saíjer leer j eaLá dignidad en Iftj aostii«|bro6¡
értbir y reunir ademas las círotlnstancías de moralidlad
Bl honor / la gra|iaeza de Francia, lo acipto y os
Í\ntni copd«et»t,
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doy gracias. Aunque no todoftaaperpefíto en ellí, nff, no
a.» Su int3i7anc(on, liijí'itaí* BSfjJ^sIv^iíjente á Ipiji
atfíoo Ifk spjiedad inoderiiji, perg tiembla per la socienagécloa niencioijados en la regla l.^'^rá ueéaaaria cp
dad íatüré. Hstoy "por los progresos udlea de la eocíe
IM|DS ros 6*808 en otié, con arreglo á la lev. deba uradad moderna, mas no honro con tal hombre la que é'symtié el j-ilolo do aT)faté8tató ó de teataméitaría.
tuvo i punto de nacer en las jomadas da juül*» dé ISÍ'?.
' |.f S|l rcnra giitanta ó defensor da los cqlonos chiProgúDtome por qué las palabras sociedad moderna,
aaa, »iaié43 de 5a íatSüVíiaaiOH en diohoa cigog. eipcná p«gsr del abc¡sp m« de pílap i^e l^a l^echo, (jonsprtftn
* á o dará cuantas hoUcUs puedan 8eRÍj>acfu,a*ntes
tanto pi'estlgió, 4mpecioy einbeleso sqbre léa áhiiQÓs
paÍB p«der averiguar y designar el paradero da iW he- mas diferentes, y ma lo espliío así:
redaron del flnado.
' Todos tuvimos an snsño ha'jigU-ñó, Nat}J<)s ooS
PASTE OFICIAI. DE LA GACETA.
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I
1
1
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este siglo ó en las vanas épocas de au agitado espaoie,
arrojamos aobre nueatra época y nuestra patrie, «aa
mirada de cariño y de orgullo. Aparecíanos la Francia
con loa admirables dones que da Dios ha recibido, situada entre dos mares, llena de glofiá en él universo
entero, y sustentando en una tigrraferaz>yrisueña una
poblacio'n valeroaa, inteligente y altiva. ;
Llegábamoa ala vida en un mMi^eatocn que después de horribles acaecimientos y grandiosas luchas,
parecía que lá paz estaba asegurada; paz entre las náoionss, afirmada por equitativas relAciones; piz wtra
lo-í hombres llamados todos á la ígualda J y á la lib«r;T
tad; paz con Dios, servido en nuestras antiguas iglesi .a
por un clero rejuvenecido en la pobreza, la esperienelay
los dolores, profundataente nacionaTy entérame te ortodoxo. Aquella sociedad, ávida de sosiego, é» trabajo y
de juatioia, coronada de gloria, hija del Evangelio y descendiente de un yaaado ilustre, recibía en este siglo,
como mejora, dones maravidosos, instrumentos, y ante
todo la ciencia para fecundar el trabajo; ei-cré lito ijué
apoyaba en la confianza mutua de los hoiabres la poderosa palanca de una prospi^ridad nueva; iaipalabra que
parecía destinada á acercar y hermanar Ifs, Inteligencias, y qué ponía diariamente en comuifcaCion á los
hombrea todos de todos los países, á qU-iiiíJBS informaba
de sua intereses, derechos y debarea, y tlmbien de au
eqmun y (iramátiea hiatoritt.
La utilidad de todosi esoa iui'trumeatosifiíócomprendida y bendecida por la religión; las esperanzas que en
ellos se cifraron abrigólas tolas en sú corazón. Huberase dieho qtte todos, á pesar da nuestro diatinto origen
é inclin.aciones, navegábamos juntoj; háeia una tierra
maravillosa prometida á uuostros e^faersoa, y que invocábamos todqa al siffloJíiX y la sooiada^ moderna.
Sí; 03 tomo por tesngó, contemporáoBOs y sucesores
míos en la vida; este noble ideal que habop creído realizado, vosotros, realistas, en la monarquía; vosotros,
republicanos honrados, en la república; vosotros, imperialistas desinte< esados, en el imperio; ése mismo ideal,
bajo div'ersas formas, se ha conservado étt el fondo de
vuestras almas^ y nada es capa* da arrancarlo de ellas.
Cuando se os dice que alguno quiere tocar, á esta sociedad moderna, á la que habéis saludado con este nombre,
os eatremecis, os resistís, le acusáis de alentar á vuestras mas caras ó íntimas afecciones.
-.
Y yo también á mi vez acuso: y pregunto á los pode-t
rosos qué han hecho de la libertad, y a los sofistas de
qué modo la interpretan; pregunto á loa que ae haa enriquecido qué han hecho del crédito; pregunto a la juventud opulenta y á lis hijos mlmadoa de la fortuna,
qué han necho de la dignidad de las costumbres; pregunto ala prensa corruptora qué ha hecho de la palf>bra,
y si la h\ empleado on pervertir ó en Ilustrar; pregunto
a tantog y tantos que pretenden ser repreaientantes de
la soeladad moderaa, por qué la hacen reaponsable de
sua utopias ó impiedades; pregunto á todos los grandes
talentos qué se hft hecl)o nuegtro b«lIo ideáis, y lejos de
ata ar, en lo qi^e oonstituyen su gloria legítima, á la sociedad moderna que todos hemos querido, puesto que
en definitiva es nuestra familia, nuestros hermanOS)
nuestros hijos, nuestros amigos, todos los que la naturaleza, ia religión y 1^ patrittflps h»n heclo queridoa;
1» Irasco er)tri8teol4o, líi maio, y me cpnaumo para salvar, si es poslbie, y conservar parn mi pal? los restos de
au3 constantes esperanza§ y d| 941 leales afeóciones, y
gi^ifi, y os acusó i vosotros, que habéis eonvertidonil
sueño en una peaadlt|a.
Há aquí la densa nube que aaoma en el horizonte sobre nUesiras cabezas; hé &qui el áteisn]^^ y U» was funestas doctrinas, I^Íi;^p.ied(td, e) saásualismo y la Inuevalidad qué amenazan caer sobre este hermoso país y
cubrirlo con una lumenaa aómbra maiéfloa. Todo lo que
constituye su gloria, d Evangelio, la religión, la fllobofia y ei honor eterno de la moral,' eé el blanco de -la
mttfa de impudentes SoSátÜa^ y amenlÉá ^aaentrég^í
mgy pronto l^ hrtllánf«t twro.sa sociedad fhfléesa*
una turl^i de ateos y materiallstas>
Hé aqui mi contestación aobre \% sociedad moderna.
To 1» amo J Voíotrbs «% pervertís, la atácala, y yO la de-
.
REVISTA MUSI0.4L.
).l.
Sn Paria, Ilbraria Kimaüola de Mad. O. d'Deaiie%liaBít,
raePaTart, &nm. 8, y Mr. 0. A. Saavedr%,
'
rué Taltboututoi. 56. •
L6Bdi;aB, Sret. OWdlay y Corltaar, Ti, etflíí! WlMit, '
Badfbrd S^aare A. Manrice. 14. füi^atoK Sinm, 0 | »
Ó«rdéii, y ^. Basdar, sLitttaMéwptrt SVMt,
••'•'/•" ^^
Ltíeíatar. Sflftar».
OoaaunlaiMloa. i TM. 1ÍÜ«»
1
fMOUlB, I Í > .
Uhrwiaa de Oiuata, oalle da Oamtaa, y d« Lap«>
«alia del Ginaaia.
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Y la defiendo con el corazón rebosando la 98^ca&za.
¡Ahí es verdad qua auabt»a siglo tiene sus miserias
y peii||ro8, pero tiene también, á pesar vuestro, sua yirtudes y sUs fuerzas para el bien.
Hay en el día, especialmente en Franci», anta loe
progresos del mil, los vigorosos prosjreaoq del hieo, que
vé todo el mundo; aapir^oioftei) vivas hacia las cosas
rai^deg, u:^ft 8;»o«*brc8a fvoundidad de obras sociales,
sorprehaentes conversacionesá las verdades y alas
Tirtudas orlatianaa. ¿Cómo es posible desconOíJerlo? Todolo que sa hace on el órion moral con Válo^, coastancia y sinceridad. lucha vvitajos^mej^ta eoatfa la fuer«a
de las corrientes cwjtran^as, ^ raaniova ¡^odoa loa dias
I05 desf'fUeclyíifeuíos publiaos cftñ sóljclós y wléroaos
f
iriüii^S.
•
Parécete4 Y^ioa ouando con Idero loa recursos adn^iraljiea .^a esta ópo3a v do este país que solo se naoesitarian circunatuncijs favorables, un soplo Kopiclo, ua
m'Kuáttinio Impulso para hicer ver á esta siglo tai^ minado pi>- la incraduUdad maravillosas resurrecciones.
No,ftQaouaamos á nuestra época, pero 'noá atrevemos á decirle la verdad cuando es preciso, porque esparamos en ella, y también porque sentimos en el corazón
una resolución invencible da conaaíjraraoa ásu salvaolon k despecho da toloa los esfaeraoa enemigos. Los
males que h^a de curay >e, loa deffihecimientos que han
d» alivJarsa y los pa'igrja que a3 hin de conjurar, ¿no
constituyen la honr* y hwxa li razón do nuestro wlnlfii^rlo^ el verdadero objeto da la Iglesia?
Y por último, ¿por qué no ha da decirlo para reini-
m ^ el valor de todos y el mió, haata en vísperas de los
males mas estremos? ¿No ha sucedido siempre así? ¿No
haü «stado siempre en luchii en la tierra'el bien y el
nial? ¿Wo parece vencido á veces el bien? ¿No há Conservado la Iglesia, on medio do sus lu-'has mas daseaparadas, la certeza y el alborozo de la victoria en su frente
cubierta d» nubles cicatrices?
.Siatsmbargo, nonos dármamjs sobre los infortunios y peligros que amenazan % aquellos á quienes nos
toca sdlvar, ni tampooo no.s halaguen las vanas profecías que no'á prometen edades de oro, prosperidades tem poraleg, épocas nueiras en que há de sonreiruoa todo,
en qu3, venoidoa t,->dorlo3 errores y todos lo^ vicios, el
cristiano nohabrá de tener maa afauaue üoracer en este
fúi?ndo. jDips me libro de olvidar jamas las bailas palabras del ilustre obispo de Hipona: NumqUi christianus
jfactus est,'ut i» tveauloisloflorensU
Monseñor Gupanlpup rafuta no menos victoriosamente el segundo cargo que se le ba dirigí'áo,cUal e s e l de aptelár á la fuerza. Dice qué
nunca ha tenido gran confianza eh el brazo secular.'«La Verdad, añade, púédé prescindir de protección, ^ r o necesita continua defensa.» Ahora
bien, ¿es el régimen actual de la prensa tan favorable para lá; defensa como para el ataque? ¿Es
licito, es posible en Francia combatir Con aradas
iguale» á la prensa irreligiosa?
«Plantear asi el problema, continúa moneeSor Da*
panlOupVtoOea apelar á la faerza, sino á la justicia, á la
imparcialidad y á las libertades prometidas.
Señalen otros eu buen hora cada uno á su luz especial los defectos del actual régimen de la prensa en una
eonstituolon perfectible; ¿por qué no puede indicarlos un
obispo en nombre de la moral y la religión?
¡Dícese también que quiero despertar él miedol—Para mí tengo qué en 1818 el miedo fué auperior al mal y
que, sea úom& fuere, se han aplicado al mal remedios
que no lo l»n ourado por completo. Pero cuando menos
había entonoaa miedo del mal, siendo así que ahora tenemos miedo del bien, y no nos atrevemos á levantar la
toz por Dios, la Iglesia y el alma contra la ponzoña del
ateísmo. Yo qué lo conozco, lo cálifleo y lo indico á ini
país, y si me he equivocado, si los culpados soi mejores
ae lo que qreo, desmiéntaseme, y aseguro que jamás habré espeíImentado mayor alegría.»
Monseñor Dupanloup no rechaza, sino que admita el cargo de dar capital importancia á la
cuestión romana «de la oual ni un instante se
«.parta su pensamiento.» Pero se le ha acusada
de haber querido alucinar al pueblo, de haber
agitado las conciencias en benoficio de intereses
políticos envolviendo en la cuestión religiosa y
social la defensa del podar temporal, y volviendo el elocuei\t^obispo eua soñada culpa contra
sni 4etrftctar63, prueba que son ellos por el contrario loa quQ quisieran, envolver en la cuestión
ran\q¡na la cuestión divina. Y continúa así:
«En vano loa enemigos de Roma fatigan, engañan y
alsaaa la pública opinión: en vauo prapáranse laa sendas, díspoaen el juego y aloansan sus fines con arte
profuÉdo s0»|eói40por auxilios |>oderosos; en estos mommwt levántaae da lo mas hondo de todas las almas
reotat y honradas, aun en las manca criatianas, ttn«
invenciBle repugnancia, una vergüenza ó indignación
general. Dolor y sonrojo es lo que trae el cercano dia
elegido j designado de antemana en que ha de verse á
un augusto, santo ^ iaíelti aaciano, abaadonado por
Francia, que podría, m«« no quiere protegerle; quedar
*^<»edde todqa loa peligros, entra la mlaeri» y el
!?5 ^ , S 8™<»"«'ad,'llf la honradei y de la mocter5.
raon del Píamente.
El Gabinete de ?lo;«no!a sa está Hiriendo modesto
L ü i l 2 t ' * l ^ l ' f ' ' ^ ^^K¿^ ^ ' " - '«ro" da measen son
S t e ' l ¿ 2 l 5 * í ° * ' ^ ^ - - o t e . v é s e el hombro baj» el
^ . ? u 3 - ^ ^ ' ^ * v4iplomática hay que pareie un puñal
oouiTC „^ixQ una oapa.
¡Cóniol llamáis a la Soberanía que habéis jurado respelar un principado sin ejemplo en el mundo.clvilizado.
¡He jlhí la víctimal La soberanía que vá á ejaroerae so"1^. '* ^ de vuestra palabra la callflcaia de esperimeato.
¡He ahíltisenteacia! Alpuebio á quien os toca calmar
le decís que 8U situación ea Intolerable y que estáon
contradicción oon los realizados proaresos de la dvili«oion, lanaándolb así á la rebelión. jHó ahí el verdugo!
Y delante del toberano, junto al cual la nación francesa,
con la que estáis negociando, deja un embajador, estáis
hablando de vuestros derechos. Hé ahí la mano que se
abre para recoger el fruto del golpe.
^ Y para quenada falte á la humillación nuestra nos
habláis de vuestro seguro trinnf 1, y hermanándose la
comedia oon la tragedia, según se practica en al teatro
italiano, nuestro buen Monrroa de la tarde ó de la mandila dice, sin antencleruna palabra, que todo ello le parece bien, y proteata que no ae atenta ni se atentará
contra el poder espiritual dal Padre Santo. ¡Puasno faltaliamastSeguros estamos dequeno hemos de ver al
señor barón Ricasoii bendecir al pueblo, al Sr. Cialdini
cantar vísperas y al Sr. Garlbaldi cardenal. Pero de antiguo oa coaozco á vosotros y á vUeatras aspiraciones
m rales. Si mañana hay un motin en favor vuestro, es
el triunfo del prinaipio, ¡aon hsrmanoi! ¡iluminísraos k s
ciiUdadeh! Si mañana se alza alguien contra vosotros,
¡son éñemigosF ¡bombardeemos sin compaeioa!
¡AU!' Vien sé que lo tratado será cumplido con habi-
lidad; dejando á un lado lo Imprevisto, no espero grandes cosas de momento; se dejará que partan nuestros
valerosos soldados, ae procurará (¿ue los ánimos se inclinen á otras ideas, habrá tres 'i.eí^s de silencio y de
buena conducta, y así parecerá que les obispos hemos
damudo en desierto y sin fandatnf'hto alguno. Pero la
época est^ caleúlada como la subida de 1* m a w . do
mOdo que lo que hace el aCto mas odioso es precÜMnenta el art»y la fuorza do lá'premedftaaion. T r a t a d d e
una especulación aplazo, de una revolución 4 rédifcM.
¿Cuál es ahora exactamcat'» la sltuaciou?
'
Hijos de ese easelso Principa atacaron ertrono de au
padre; gtro? hijoS corrieron & su defensa Y no 0óHa}ntléron en qua nndie lo defendiese con *los."JQué tut^pasa'*
do después?
• •
Que a.qusUo3 qua atac&'ban lo han tomado haeta aquí
todo, eacépto el trono; que aquellos que pensaban coEtrastarlosnan permitido que lo tomaran todo,' éacepta
el trono,; y hoy los que defendían partea y Ifta que «tacaban ayjin»ao.
Y no so trata, eomo ee dice por muchos y como repite el mihistfo italiano, de una soberanía colocaba en las
mismas circunstancias qUe las deináé Sobefanííís. Esto
es falso, falsísimo, absurdo. Sa trata dti uU* Soberíaía
colocada haee diez afios por los despojos, Ws invaalones,
la matanza ^e au ejército, laa malas artes >r*vol«oionarias dé toda clase, los ataques y laa denunirias ioeasantes de tddos los íevoludíútiamá ¿a Sarópa, ea la situaelon mas esoépoional que darse páeda ¡-"táa eSc&pcíéhal
que no habría gobiernokfltto reeiatiese'i eo«a semejante.
y que el mas robusto de Europa t4 pareeer, «1 verse atacado y hostigado como lo ea el del Paga, deaapareoeri»
en un momento á no contar con un ejército de 600,000
hombree.
Así, pues, en circunstancias tales, la ealda ea inevitable: no hay quien no la prediga, no hay quieo no la
anuncia. Oon el postrer golpe, con el último abudono
quiérese consumar, can la calda del anciano, la ruina
de ase trono minado hace diez años, socavado del todo
y sostenido ahora pon un solo apoyo. Para Pió IX los
inatantea están contados, oada día que pasaleaoeroa
al término señalado.
En esta cuestión he hecho» cuanto he podido para
salvar en lo qua de mí depeüdia, el honOr de Fra&oia y
de la misma Italia; lo he dicho todo, todo, escapto Una
cosa qua procuraba apartar de mi mente qMno<quería
prever. Hoy, empero, preciso es ínüraria y verla, hoy
que nos acercamos al término y estamos tocando al
ultimo estremo.»
'
La ioauguracíon del forro-carril portugués reelentemente verificada, llama, ioomo es natural, líi Ite^eloa
déla prensa de provincias, la cual dedibá & este l|ii|ortante suceso estensos y calorosos artíouloá. Bl Diiluó
DE ZARAGOZA, órgano importante de aquella localidad,
se espresa á eete propósito en los siguientes términos:
«La política española debe ser política dé noble y
desinteresada amistad con todo el mundo, pero ttUy
esp«;ci&lmenta con e! reino lusitano. Coa todo el mundo, porque España, en el albor todavía de sa renaolmiento, cuyo brillo y conaolidMon han empafiado y
dificultan loa sangrientos odios qu«nOS diVldeáí bien
así como las nubes atorbelünadas <áe arena entrlsteoen
el espacio y hacen eatéril la naturaleza «n las ardientes
regiones de la zona tórrida. España, deotmos, en la aurora de Éu regeneración, necesita ante todo paz, soriego
Jp mucha buena fé y mucho patriotlskño éh todos Bus hl08 para recobrar au antigua grapídéteá, parte cfaieÉtArse
otra vez ant» el mundo fuert» y gloriosa oomo 1» fis^^afia
de nuestros abuelos.
Y coa*Poiftuga! muy principalmente neoeaita xom^
tener cordiales íeíacionea, como Portugal ftis^éaftaliiüiítwüerías coa aoÉWttos: Él dlá que eiis rditMoaes ae
afiancen y consoliden, esO' dia cesará l|k podeeosa ia^
fluencia do otros paisas ei}i4 politiza 4f los dos pueblos
peninsulares, porque estoa satán bastante fuertet pajra
ftaoorse respetar y ser áltsméát^ conSldétados por la»
alciones ostriBjarás.
* ."'-"'
¿Qué importará entonces que nos hallemos en la con*
fluén<5i| del imperio francés y d»l lmi>9rio británico, eegun'láésj^resion de un orador emiaente? La Francia no
podrá cerrarnos las puertas de Europa, y la Inglaterra,
a pesar de susformidablesescuadras, no podrá bloquear
nuestro dilatado litoral. Qlbraltar, «damas, perderla
entonces para nosotros toda su importancia, y tal vea
no se hiciera esperar mucho su legitima reivia.iicacion,
por España.
Pero no quedarían aquí todas laa ventajas que de' la
frateruidad de que tratamos reportarían Portugal y España, en sus relaciones con las demás potencias. Claro
es que no podriamos ni deberíamos permanecer indiferentes ante la reaüzaoion de los proyectos políticos do
otros países, porque las nactbnea, como los indlvldnoa,
suelen pagar muy earaa las cOnaaoueucias da su uislamionto; pero nuestra posición geográfica es muy favorable para libcaruos do coaapüoacioneapsteríores, at.í cotilo las condiüiones topográñéas de nuestro su ;lo nos
dan la seguridad casi completa de no ser Iniíadliali PeBiusula.
Bl porvenir de España y Portugal, que hemos procurado delinear á grandes rasgos, ea magc¡íl:o.Siaeu^barfo, fuerza es recoaocor que, para cocseg'ilr au cumpllliento, se necesita itndar con mucho pulso, puesto que
se trata da dos pueblos emiaan'emente susceptibles, y
en uno de los cuales no se han borrado quizás del todo
Ips tradicionales recelos quo los planea ambioiosos del
otro le inspiritron cu cU^s dias.
Desde Fálipe II, Portugtü no ha visto herramr^» en
loj españolas; y á que la prev&ncion con que nos mlralm
StCBS
. SI 'Sr. Palerml, encarga4o del p^pel de conde de A^maviva, y á quien apreciamos n-uoho, tleop lut deftoto, nacido sin dnda de una oualldad muy a^reciá%le,
líAiRO UtKi.—Saffo: Barbero de Seoilia: Caitcitrio d0 Ofial es la de su deaeo de^gradái;ál público.
la señorita Carreüo.
Bl tfop de zále le pérjudipa notablemente.
. I Poco ó Ba4a tendríamos que decir de la representaSielSr. Palermi quiere probamoaqui es tenor de
láQ8 de la Sa//o, de la cual nos hemos ocupado tantas agilidad, basta para ello que cante lisa y llanamente
J^§§ en |)oco tienjpo, ell no hubiese toihado parte en las nptas escritae ^or Ro3sj,ni ^nel ^arlfitc^, sin naeII «peíÑi iwa naeya i»ant»nte, 14 séfiora ^calesa, )f{j» téraé ah mas floreos.
del célebre bufib.
Le hemos vido an la Sentiramis, y sábenos los pun. ,|S-tf^ señyra salí» ¿i reemplazar á la Bárbara Mar- tos que calía en agilidad. ¿'Por qué, pues, maljerae $n
Cí^ío'en éí papel de Óilmena, y eat» oircimetanoja lici- eí J^arhp, i^ io^tcarg^v d^ goriwa una parte qae tle^
tó nuestra natural curiosidad.
ne los suficientes en BÍ mism^ sin necesidad de añadip^Nda l u p ^ podemos afirmar que la cititda señora
durftg?
ne UtU k I^ ^^viii^ I <^^i debi e||ar 8°* cantante qua
Bs t^Q oansejo atalstoao el que le damos, en la set(>nia4su (!»r^o un pftpel cqmp pj do Olinjene en teaguridad da que ganará mucho siguiéndolo al pié de la
^ijj de la importando del muestro.
' ifttía.
,L8 señora florghl deijió echar iqqcho de menos una
Si se hqhlcse Ifinitado á cantar lo escrito en su seOUmene (Jüe la sscundaíBe d^gnapente, y los htíóicos
renata y eú la pión de salida, habría producidp much6
eéfiíérzbB qi^e hizo par^ sacar i íiiy^ i^ ¿pef,^ esfueripas efecto. •
¿08 coronados con un éxito brillaste, demostraban qua
El señor de Ba83lni,á quien, como á Palermi, oiatttos
habla comprendido la inmeasa responsabilidad qua sopor primara yef en esta óper?^, nos dio m.aea^fi^ d» Ifl.
bra ella pesaba.
que haliri éúa en s^s l^ueQQa tiempos. Aetor consuma-:
ííS St??" ^'^JfM y «I Sr. fíafíclin Baly«Qíj l» ¿«etÍ:.la fljm'^nte il^qieue quide ¡ea la otourldad: des- 4o, hino bien su papel de Fígaro; pero sus facultades
como cantante han amenguado, y ikiál p^ed^ 'caut&rsé
CMiíeen paz.
••.•"'
aquél pap^l tan comprometido é interesante euando
A la á^íi^u ha seguido el .ffaríí/o.
í
filtan los aliept'99,
Hastiados algún tanto del gitplento aíBnjar »a}pT
g^an)[¡^tlco, vimos aparecer poii júbilo el Bwfbm. de Sfe- j Bxpuesta ya aud^tra oplalou respecta á toa dos ar-fi<2^, modelo de ópnna bu^/as, ferminndo tjn notabje I tjstjis ijuevps ea esta ópera, pasemos ¿ocuparnos de
los qué nos eran conocidos.
eoDtraete su faz alegre, juguetona, picaresca, con el
LaSra. Borghi fué la Roaina qua conoclmoa años
"*'?,''*'?-?í'*''9'*!' lis operfts qué se han reñido suceatrás,
con todas sua relevantes cualidades artística.
^íflNC ^Sl»<^8 '» apertura d« nuea^ro teatro.
La
feligioaa
esorupaloiidad «un %ua canta su parte
- í * Pbra lnwort#l de |oaa|ai «e np| gresejttáli» ce.»
>
es
una
oireunataneia
que daba tentraa muy en cuenta,
todo aa gracejo, eoptod«»p freioúra, para «>1 esparcisobre todo hoy, que "tos artistas sa peroilten Ilbértad'^s
miento ¿él ír^imo, eontürbado con tanto crimen, con
hftrto irrevereates'il intérpireiar Jas obras 4) los gfran-:
^ t ( > eboqna violento de pasiones desesperadac, con
desmae8tf9'.
:
twtopnilál y ^n|ip>esep9 CQnjg dfarli^septe §§^91?
e^hibia en el grtm teatro, CQ^ gca^ detrjigento da nuesLa Borghi es una artista de .Ojjpclenflia que nos gt»8tro sistema oérvioso.
'
ta mucho en todo cuanto hasta ^hora Ifi hamos o'.do
' lEsta obra, da tan difícil interpretación, necesita ar- cantar; pero en el papel de Rossi.na nos aatiafaoemas
completamente, si e^abe, que en otraa obras.
tifes de un orden superior para su buena ejecución, y
eatano puede ser perfecta sino rrualeudo condiciones
Pesde que empieza basta que concluya la ópera,
''*^fl^**'**? y actor consumado Iqs que en ella tosiempre se mantiene á la miama altura; y no \^ttj quq
S>|4 pfti'te.
4$eir (^^9 i%\ ^ cual ple;^ I» santa n^ejor '^ua la ^^ra.
Híanta el presente, en el Barbero ea en donde realBKenta puede decirse que no tiene ningún lunar.
Bl VBÚi de Ardí ti lo canta con una inteneioh 4ue
adrada sobremanera, y se haca aplaudir con mucha justicia.
El Sr. Selv« eg un D. Qasllle modeloí pocos poseen
^ t»|} alto grado oouo é), el arte de presentarse en la escena.
No hay en Selva nada reprochable én el traje, en la
espresion del rostro, en el moverse, en ninguno, RU fin,
de esOs mít detalles que íbrmafado un todo armónico baéén resaltar tanto la conoleácía del artista y el estudio.
psioold^ieo del personaje que está encargado derepre^
sentar.
Si de esto pasamos & la manar» coma oanta la difícil
parte dé D. %sili% nuestra aatisfkooion suba de punto,
hasta «1 estveme de eonceptuarlo como el modelo de los
D. Baelliosdel Bxrbtro: ea un D. Bigilio clásico.
BtSr. Scalesa'68 erJií^fláquleaer público ealitu^a,
pnesCo que conoce su buena vo!ual¡(^4 jT 9U popósito d«
agradarle,
A les elementos de que dejamos hecho raérito, ha
venido áreunlrsie, para la representación del Barbero,
otro importantísimo, y que ara totalmente deseoaoeido
en Madrid para la inmensa mayoría de I^s ooÜt^urrehtA
á nuestro teatro Rea),
Sia trata de la orquesta.
Somoa viejos, como decía no há mucho con mas tardad que gracia y ojportunidad cierta Revista, y por esta
ra'zon podemos asegurar que desda liaae veinte y mas
aíios, es decir, desde la ed«d 4e oro de la música, no hemos oidft un» ejaíwoion del Bariero por la orquaata, tan
perfecta, tan acabada haata ea sus menores perfiles,
como la que motiva estas liaeas.
ílucho bueno hemos oído ejecutar & la orquesta da
nuestro primer teatro lírico; mucho hamos elogiado con
juaticja t¡ si\ direetor Boaetti, |>ero todo lo pasado que; dá muy por debajo después de oír el acompañamiento del
S.a,rh»^, que estamos seguros de que si lo oyera Rosaint
quedarla sorprendido de tanta perfección.
Lo hemos repetido muchas veces; QO \^^ orquesta
mala con un buen director. Figi\re]ise aueslros lectores
lo que lí:al}r4 sida U del teatro Raal en el Barbero, cuando á las eminentes dotas que como dlreétor reúne Bo-
oatti, se agrega una masa de profesoifea de tanta ftota
oomo los que componen nuestra orquesta, habituados
ya á adivinar á la mehoí dsñal el pensamiento íntimo de
sudlreoti^or.
Agregúese á esto el amor con que Bonetti dirige laa
obras del maestro Rossini, y S3 comprenderá qna t(^ft
oUiíñtohémoa dicho y pudiéramos decir en su alábanla
es muy poco.
líos floiaphaemos en consigaar nuestra opinión, y en
dar la mas cordial y complieta enhorabuena al director
Bonetti y á todos sus subordinados.
Con orquestas como la nuastp», j tan magistralmente dirigidas, no hfty ohra que no se salve.
Al ^n, 4^S|>ues de muchos dias de anuncios, so canté 1» noche 4éí j ueves Un bollo in mxschera.
Sabido ea que el papel de mayor oompromiac en la
ój)era está enoomendadQ al haritoao; y esta eá precisamente la parte flao» de la esoelente oompaaía que actúa 9» iiu^atro teatro.
La señora Penco, para quien fué escrita la obra si
no estanwa equivooc.tios, hizo en unión con Prttschíni y
demás oempañeroa máríires, esfuerzos heroicos para sacar 4 bi^e» puerto la obra; pero como faltaba una de
la.s hases principales, el ediflcia, á'.tanta costa sosteaido,
se vino abajo.
Y no se nos diga que el Sr. Stortl estaba resfriado:
la hemos oido sano y bueno en otras ópera», y lo que
entonces dijimos,rep-etimos hoy: no está el Sr. Stortl
en su puesto en unr teatro como el nuestro, y coa una
eompañíá dé la Ijalía ele la que aclúa este año..
En otros teatros da menos importancia podrá dea<
empeñar dignamente eu papel; pero para el nuestro se
necesitan dotas y elemeatoa artlsticOa que al Sr Storti
no posea iiosgtaciádamente.
Hay además reouerdcíi harto recientes de otro barítono que cantábala parte del Bailo admirablemente, y
eata cirouustanolft, unidaá las antes Indicadas, oontribuyeron á la frialdad con que el público oyó la ópera.
La Penco cantó inagistralmonte sus dos romanzas:
bien que artistítt como la Penco no pueden nUnca cantar
sino oca toda la perfección que ella canta.
Bl Sr. Fraschlni nos gustó en esta ópera mas que en
otras, y con esto decttioa 10 bastante para que se éomp.-enda que estuvo magnífico,
La señorita Sonn'lwi h>«) «n buen paje, y lo hubiese
, hfloU? mwÚo n»9jar ainu ?Ul olerta desgnolada oadencia
de pésimo gusto, y mal ejecutadafdenü&s, de la caueíoa
del primer ouadro del acto éuarto. >
Si oyei;a'"nuestros consejos, nó volvería i oantar ni
aquotla caíleñcia ni ninguna otra parecida.
Medial y Padovani muy bien en su corto papel.
La Biancolial ea el suyo, nos gustó mUcho: sa voz
preciosa de contralto se presta admirablemente 4 la buena interpretación de la parte da adivina.
En auma, sin el barítono Storti la obra habría gustado muobiaimo.
ABOch.6 se volvió 4 cantar el Barbero con mucho mas
éílto que las noches precedentes.
Rizosa repetir á la Borghi el wals de Arditi «a Bacto
entre estrepitosos «plausos.
(ElSr. Palermi no hlio tantos gorgeos, y de Basainí
mas en voz, estuvo mucho mejor que en cuantas óperas
le hemos oído.
Salva inimitable, y Soalese mtty bien.
La orquesta admirable.
Bn vista de la tenaz enformedatíi de la Lottl, y para
que no se resienta el servicio del teatro, parece í*lr qn,o
la empresa ha contratado 4 la prima donna Sra. Oaroz2Í-Zuchi, á quien conoce el público da Madrid.
' Dicen que I» toííí debutará con las Yíspsrat «»«'lianas.
La fieñorita Oarreño celebró su oonoierto u»te un
público muy numeroso y que la aplaudió oon frenaai,
Ya m otra revista nos hemos ojupado de «ata artista aotable bajo todos conceptos.
Nada tenemos que añadir & lo que entonces dijimos.
Las piezas que tocó gustaron eatraordinariamenta
por su perfecta ejecución, y la qua acompañó c^l Sr. Monasterio m«« que ninguna otra.
•'
La señorita Qerrailo es la niña artista ulmftdadela
buena seoledad madrileña y de todos los amantes del
arte.
Si como se anuncia, dá otro eonclerto en nuestro
teatro Real, será á no dudarlo una verdadera solemnidad artística,
J o l í m. DF. GoiZtlETA.
LA ÉPOCA
sábado.
15 de Diciembre de 1866.
s
subsistiera, ha contribuido notablemoute la poca frocuencift de oueotras relaciones, la ningaúa eoiaimidad
d» intereses y la apatía con que en uno y otro país, por
muehas causas, tal vez alguaau independientes de su
Toluntad, se ha mirado la conveniencia d^ BU respectiva
amistad.
Pero en el dia, 6 el ferro-carril que nos ha Inspirado
estas ligeras observaciones seri punto menos quo estéril, ¿las relaciones de todo género han de multiplicarse
entfQ Kap«2a y Portugal; y como eso trato incesante ha
de desvanecer aflejas y exageradas preocupaciones, no
es difícil comprender que nuestra amistad se intime, y
que brote de todo ello espontáneamente la solidaridad de
aüestros Intereses.»
MADWD 15 DI DICIKMBRK BK 1866.
la Italia, HIUO de la cristlánilad; ose ¡jrito no ea
el de la Italia, sino uu la^o que nos tiende Ma¿ZUíl. »
La verdad es que, hoy por hoy, el partido
mazziniano es el único qUe persiste ostensiblemente en arrojar al Papa de Roma. Italia, adquirida Venecia, consolidadas su unidad y su independencia, juzga prudente confiar en que el
tiempo y la acción de los medios morales producirán la solución conciliadora, cuya fórmula
concreta no se vé todavía, pero que tal vez resulte de la misión del general Fleury, del viaje
de la emperatriz de los franceses y de los sucesos
á que estamos abocados. El Pontificado, hemos
dicho otras veces y repetimos hoy, es demasiado
italiano, ó Italia es demasiado católica para que
su divorcio pueda considerarse definitivamente
consumado.
AOMA ¿ ITALIA.
L M últimas tropas francesas han abandonado
¿estas horas la capital del mundo católico; la intervención estranjera h a concluido en Italia al
cabo de diez y ocho añgs; Roma no está guardada mas que por soldados del Pontífice.
La tranquilidad, sin embargo, no ha sido allí
turbada por ninguno de los sucesos que se predecían para la misma hora, en el mismo momento en que la bandera francesa desapareciese, i
Vór el contrario, hecho el balance entre las probabilidades de una solución pacífica y conciliadora y las adversas, vemos que las primeras a u mentan cada dia, presentándose haata donde menos se esperaba.
£ Q contra de la conciliación tenemos:
El Toto emitido por el Parlamento italiano
en 1861, declarando que Roma era la capital de
Italia; voto que aun no ha sido anulado ni atenuado por ninguna resolución posterior;
L» circular publicada por Ricasoli recientemente, en l a q u e , aludiendo ostensiblemente á
Roma, manifestaba que la Italia estaba hecha,
jjierono eomjpleta;
La alocución pronunciada por el Papa al despedirse de él los jefes y la oficialidad de la g u a r nición francesa; alocución que. de ser tal como
la h a publicado LA NAZIONE, no deja duda de las
tristes impresiones que dominaban á Pió IX, de
su desconfianza de poder mantenerse en Roma y
del dolor que lé causa la conducta de la Francia,
á la que juzga en parte autora de la situación en
que se halla.
Estos hechos, unidos á la fuerza que esl partido revolucionario tiene en Italia, y al apoyo,
que encuentra en una parta no pequeña de la
prensa estranjera, que na hecho como una cuestión de empeño ó de poifía el salir airosa en sus
predicciones acerca de la ruina del poder temporal! infunden realmente inquietud.
Por espacio de tanto tiempo, la prensa, la
opinión y el gobi(;rao italianos han secundado el
grito de Boma ó tmrte, lanzado por los voluntanos de Garibaldi, que cuesta mucho, trabajo
creer que el espíritu católico, base de la cultura
y de la historia de aquella Península, y clamor
al Pontificado, la mayor gloria da Italia en lo
pasado y al presente, se hayan sobrepuesto á la
agitación revolucionaria y hayan dominado los
impulsos de una ambición mal entendida.
Con todo, no puede ya dudarse de que la
reacción en favor del Pontificado ha comenzado
en la Italia mi/^ma, mientras ganaba rápidamente terreno en Europa, y aun pudiéramos decir en
todo el mundo.
Apuntemosl los hechos favorables á la hipótesis de una solución conciliadora.
Hoy parece indudable el viaje de la emperatyiz Eugenia, nuestra ilustre compatriota, á
la Ciudad Eterna. La soberana de la Francia vá
á visitar al Pontífice y á darle Beguridad de que
si la bandera francesa ha salido de su capital^ la
)roteccion deaquellapotenciii no ha Coucluido.ni
lasido abandonada la resolución deicouservar la
iudependencia del papado. E¿t\ visita tiene,
pues, Ja mayor importancia, y debe contribuir
én gran /nanera á mantener al Papa en la valerosa resolución de no abandonar á Roma, que
parece haber adoptedo.
Al mismo tiempo la Italia, tomando esta vez
la iniciativa para reanudar las relaciones que
antes do la guerra entabló con la curte de Roma
por medio del comendador Vegezzi, envia á
aquella capital al consejero de Estado TonCllo, y
para apartar desde el principio lo que fué causa
tiparente de que la anterior negociación fracasase, no insiste en la cuestión del juramento de los
obispos. Por su parte, el gobierno del Papa parece dispuesto á convenir en la necesidad de la r e ducción del número escesivo de diócesis en
Italia. El convenio relativo á la deuda pontificia
no presenta tampoco grandes dificultades.
El espíritu de que se hallaba animado el a l to clero respecto del gobierno de Víctor Manuel , se vá modificando sensiblemente. No
bablemoí* del padre PasagÜa ni del cardenal Andrea, nombres que infunden justo recelo; pero
la actitud de los cardenales Trevisanato y Riario
Sforza, las palabras conciliadoras de la pastoral
recientemente publicada por el arzobitipo de P a rís monseñor Darboy, y otros hechos de la misma naturaleza mas ó menos públicos, demuestran que la conciliación vá teniendo muchos
partidarios entra el clero mismo. Muchos de los
obispos que hasta ahora habían rehusado volver
á Kus diócesis, lo van verificando.
• Se anuncia un discurso del rey de Italia, con
ocasión de la apertura del Parlamento, favorable
á la conciliación, y con el cual coincidirá una
alocución del Papa en el mismo sentido. Y al
propio tiempo, el telégrafo nos trasmite la noticia de que el gobierno de Roma prepara la publicación de reformas,^ que pronto verán la luz,
en el régimen municipal de aquella capital y
en otras materias políticas y administrativas.
?
'
Hoy se sabe asimismo que la Prusia ha aconsejado á Italia que no turba la tranquila posesión
(lo los Estados que le (j^uedan al Papa, antes le
apoye en ella; y como si no fuera bastante ver á
jtís naciones protestantes intervenir en favor del
poder temporal, un buque de guerra de los Eitados-Unidos habrá llegado á estas horas á Civit'i-Vecchia para mostrar con su presencia cuan
universal es el interés que el Pontifiado inspira.
Convenimos en que estos hechos no son todavía bastantes para infundir completa tranquilidad á los católicos; pero la diferencia entre ellos
y los que hace algún tiempo veíamos es tan grande, es tan sensible la mutación que se advierte
en la opinión, hasta en el lenguaje y propósito
de la prensa mas hostil á Roma, que no pueden
meaos de infundir alguna esperanza.
La opinión que poco antes de su muerte m a nifestaba uno de los hombrea de Estado mas notables que ha producido la ítaüacontemporánea,
Máximo d'Azeglio, x& encontrando eco. D'Azeglio no creia que Cavour pensara seriamente en
U posesión de Roma por la Italia, y opinaba que
liicasoli, exagerando el pensamiento de Cavour,
incurria ea un gian error político, en ?<)i« eworme falta, "Roma, decía, no debe ser capital de
Conocemos ya el testo del proyecto de ley sobre reorganización del ejército francés, que ha
publicado EL MONITOR, y sus bases esenciales son
las mismas que nos había anticipado la prensa
oficiosa del vecino imperio, y hemos puesto oportunamente en conocimiento de nuestros lectores.
División del ejército en activo y de reserva, facultándose además al gobierno para movilizar
una parte de la Guardia nacional. Subdivisión
de la reserva en dos mitades, la primera de las
cuales queda á disposición del ministro de la
Guerra, aun en tiempo de paz, mientras la segunda solo puede ponerse sobre las armas en
tiempo de hostilidades y en virtud de un decreto
del emperador. Se permite á los soldados de la
reserva el contraer matrimonio, una vez cumplidos cuatro años de servicio. La fuerza efectiva
del ejército, después de la reorganización, será
la siguiente:
Soldados.
Ejército activo.
Primera mitad de la reserva. . ,
Segunda mitad. . . . . . .
Guardia nacional movilizada. . .
Total.
.
Jjiomres pr^íSíjtiniamenté su formidable ejército? Para
conservar la paz, para pasar grandes revistas, os contestarán candorosamente algunas buenas ¿entes. «Mas
valdría asi,» añadimos nosotros.»
Ciertamente que la situación actual de Europ a es bastante precaria, siendo muy difícil señalar las ventajas que hemos reportado de la constitución de esas grandes agrupaciones, que son
el bello ideal de algunos políticos modernos. Han
desaparecido nacionalidades seculares absorbidas
por la ambición de potencias poderosas que se
han apoderado, sin otro derecho que el de la
fuerza, de cuantos territorios les convenían para
engrandecerse ó para redondear sus fronteras;
ya no existen muchos Estados de segundo y tercer orden, y los que quedan abrigan serios y j u s tificados temores sobre la suerte que les reserva
el porvenir. Las grandes n^aciones aumentan sus
medios de acción en tales términos, que la cuestión de armamentos es hoy 11 que se debate con
preferencia en Europa, y las pequeñas nacionalidades alarmadas procuran á su vez colocarse en
el mejor estado posible de defensa. Antes de un
año tendremos en el antiguo continente sobre las
armas seis ú ocho millones de hombres armados,
dispuestos á lanzarse unos sobre otros á la primera eventualidad que acabe de romper las r e - ,
laciones, muy tirantes p-jr cierto, que existen
entre algunas de las grandes potencias cuyos intereses y aspiraciones sou completamente distintos; ¿qué sucederá entonces? ¿qué habrá ganado
la paz del mundo con que sobro la ruina de m u chos Estados pequeños y felices se levanten esas
grandes agrupaciones, cuya ambición no conoce
límites?
417,483
212,373
212,373
389,986
. . . 1.232,215
La duración de tiempo de servicio se rebaja
un año, y se consiente el cambio de número entre los mozos de un mismo cantón y contingente,
con arreglo á lo prescrito en la ley del 21 de
marzo de 1832. Para hacer menos penosa la instrucción do los jóvenes llamados á recibirla en
los depósitos, se les consentirá el que aprendan
en sus casas el manejo del arma y se ejerciten en
el tiro de fusil, dispensándoseles de asistir á los
ejercicios anuales si resultan aptos después de
sufrir un examen.
Como se vé, pues, y salvas algunas modificaciones poco importantes de detalle, el proyecto de reorganización en nada difiere d é l o que
anticipadamente nos habia anunciado la prenscá
de París, y el objeto principal de la reforma está
reducido á elevar las fuerzas de la Francia de
manera que en tiempo de guerra pueda presentar en línea do batalla cerca de un millón desoldados. La manía de los grandes armamentos
continúa preponderando en Europa, y al ocuparse do esta cuestión un acreditado periódico
de Bruselas, LA INDÍPRNDKNCIA BstOA, emite consideraciones muy razoiiíibl^á y ¿ipoítunas, con J a s
cuales estamos conformes y que creemos serán
leídas con gusto por nuestros suscrítores:
.-•^^inLos grandes triunfos militares de la Prusia, dice,
han desarrollado una enfermedad moral qué causa cada
dia mayores «i^trafiros, una fiebre maligna que la patología politioa debiera clasificar con el nombro de fiebre de
armamento.
Los síntomas dol mal se prestan á curiosas observaciones. PooKs veces hemos oído dar al famoso axioma
Si vispacem,para bellum, una interpretación nias violenta, mas Inadmisible. Sostener, bajo el protesto de
asegurar 1Q. paz, que las ideas bolicoaas deben constituir el fondo del alimento intelectual de los pueblos, que
el hombre debe prepararse desde la infancia para la vida de soldado, conservando hasta en la ancianidad las
«anas tradiciones militares; preJícar, enfin,que el único modo de impedir que las naciones se desgarren es
convertirlas en campamentos, habituarlas á desafiarse
unas á otras, á devorarse con la mirada, k consumir su
tiempo, su oro y su fuerza en preparativos guerreros,
hó aquí los síntomas principales con que se presenta la
enftsrmedad moral que ha llegado ¿propagarse por el
mundo como una verdadera epidemia.
¡Preparar la paz organizando la guerra! Enorme
error, insostenible absurdo, que apenas se concibe haya
llegado á adquirir tan gran importancia. ¿Es posible
pensar en serio que un país trocado en cuar|ei no podrá
menos de ser esencialmente pacifico, que un pueblo soldado no tomará las armas mas que para la defensa de
sus hogares, qua loa colegiales educados al redoble del
tambor, iniciados en todos los triisterios de la carga en
doce tiempos, en todos los sacretos del fusil de aguja,
conservarán su ardor bélico única y esclusivamente
para el caso en qae la violación del territorio nacional
exija la aplicación de sus estudios mlTitafes?
¿t^o acaba de demostrar la Prusia, ese pais que se
cita como modelo, k dónde conduce la organización militar exagerada?
Si se trata de imitar la conducta ambicJjsa de la
Prusia, si causa envidi» su fortuna, si sa trata, no da
defünder el territorio, sino de aumentarle; si los grandes
Estados se arman para comerse á los pequeños, no so
invoque hipócritamente el principio de la paz, sino
el bárbaro prinuipio de la guerra con todas sus consecuenc.as.»
El diario belga se lamenta de que se Consuman eu aprestos bélicos enormes sumas, que empleadas en el desarrollo de la prosperidad material de los pueblos, cambiarían muy pronto la
faz de Europa, y deque se arrebaten á la agricultura, a l a industria, á la ciencia y al hogar
doméstico millones de hombres para esponerlos
á adquirir, con las costumbres militares, los vicios y el espíritu de indolencia que traen siempre consigo, para hacerlos perder como ciudadanos todo cuanto adelantan como soldados.
La fiebre, dice, ha llegado á tal estremo, que
se piensa en mas de un país introducir la enseñanza militar entre los ramos da la enseñanza
pública: ¿qué es esto sino un verdadero deliriot
sin embargo, nadie se atreve á oponerse al torrente en las actuales circunstancias. En vanó los
Estados pequeños quisieran desarmar: las grandes potencias se reirían, y sin que la paz europea
ganara gran cosa, se espondrian á ser mas fácilmente absorbidos. El periódico de Bíuselas termina su artículo con las siguientes reflexiones:
«Hoy existe una gran nación que podría tomar Is
iniciativa del desarme. No necesitamos designarla para
que todo el mundo comprenda & cuál nos referimos.
Eso gran pueblo, cuya unidad nacional no puede
ser m&s completa, cuya prosperidad material ha llegado i una gran altura, no tiene que temer ninguna agresión de sus vecinos, ni provocación de ningún género
por parte de los demp astados.
Pues, á pesar de todo, la enfermedad del armamento
se ceba en él como en ninguno otro, se ha apoderado iutensamente de las inteligencias que dirige sus destinos.
En ninguna parte se sostiene hoy con mas ardor el famoso sofisma de que es preciso marchar k, la paz por
medio de la guerra, k la civilización por el espíritu militar, ea nmguna se juega con fuego con mas seriedad y
perseverancia.
Otros gobiernos tienen la ruda franqueza de decir
para qiió se arman. Rusia, para re3o!ver la cuestión de
Ürienti; Prusia, para apodeiarse de Alemania; Austria,
para defenderse de una nueva embestida; Italia, para
conservar lo (»nado; Inglaterra, para aprovechar una
osaslon favorable en Egipto, ó en cualquier punto de los
que puedan convenirle; Suiza, Dinamarca, Bélgica, Holanda y Turquía, para sucumbir honrosamente. ¿Para
qué se W0Í9. Francia? ¿Para qué eleva á UD milloQ de
Comparemos la situación actual con la que
atravesaba la Europa hacia el año de 1858, y la
comparación no será muy favorable para los defensores del nuevo orden de cosas, edificado sobre
bases cuya poca solidez se descubre mas y mas
cada dia: hoy todo está en cuestión; la última
corta y sangrienta guerra"¿jntre Austria, Prusia
é ItaUa, en vez de resolver las cuestiones pendientes, ha creado otras nuevas cuya solución,
según todos los indicios, se dejará á la espada en
un porvenir no muy remoto, y solo hemos conseguido, al aumentar las fuerzas ds los poderosos,
el escitar su ambición y preparar nuevos y terribles conflictos, en los que no sabemos qué será de
la independencia y libertad de los pueblos débiles que todo lo temen, con razón, al oír cómese
proclaman en alta voz las teorías para ellos mas
amenazadoras.
Según los partes telegráficos recibidos ayer,
SS. MM. y AA. continuaban perfectamente en
su importante salud, y siendo objeto constante
de las mas delicadas atenciones, tanto por parte
de los soberanos y persoaaá realeo del vecino r e i no, comoitielpueblo lusitano.
La despedida y salida de SS. MM. de aquella corte ha correspondido magníficamente á los
continuados obsequios y atenciones de la marcha
y de la entrada y permanencia en Lisboa.
Por efecto de ello, la salida de nuestros soberanos, que estaba anunciada para la una de la
tarde, no tuvo lugar hasta la hora délas cinco.
El rey D. Luis, el rey D. Fernando y el i n fante D. Augusto acompañaron áSS. MM. y AA.
hasta la estación, en la cual esperaban los ministros y todos loa altos funcionarios. La muehedujnbre era también inmensa, y el momento de
arrancar óltren reáípara España produjo la mas
ostensible emoción en cuantos la presenciaron.
S3. MM. y AA. debían pernoctar en Badajoz.
— _ _ — < y i i
Tratando EL TISIES la cuestión de, loa grandes
armamentos europeos, y ocupándose de la nueva
organización militar de la Francia, dice que,
aparte los sacrificios de hombres y de dinero que
esto ha de costar al vecino imperio, sus consecuencias habrán de sentirse principalmente en el
decaimiento de la población francesa. Está fuera
de duda, añade el diario inglés, que la población
de la Francia no crece en proporción á las demás naciones. En 1820 la Francia tenía una población da 30 millones, y en 1861, después de
cuarenta y ú n a n o s , solo habia aumentado á 36
millones. Pues bien, durante ese mismo espacio
de tiempo la Prusia, rival hov de la Francia,
habia aumentado en población desde 10 á 19 mi*
Uones,, la Rusia desde 40 á 80 millones, y la I n glaterra desde 20 ó 30. En una palabra, el a u mento de población, que durante cuarenta años
fué solo de un 25 por 100 en Francia, ha sido da
50 por 100 en Inglaterra, de 82 por 100 en Prusia, y de 100 por 100 en Rusia.
Sobre la catástrofe de Daimiel sa publica en
de hoy el siguiente parte :
«Exorno. áeSor: Consta á V. E. por mi comunicación
de anteanoche , que tan luego como tuve noticia telegráfica del siniestro ocurrido en la estación de Daimiél
al paso de la máquina esploradora que precedía al tren
real, y tomadas las órdenes de V. E., dispuse quo «1 inspector primero adminiütrativo y msreantii de la compañía de los farro-carriles de Madrid á Zaragoza y Alicante , D, Francisca Alejandro de Feruel, saliese sia
pérdida de tiempo en un tren especial para el punto indicado, dándoles lus órdenes ó instrucciOBOs mas terminantes y detalladas, á fin de que se atendiera con él
mas pronto y esquisito esmoro al socorro y cuidado de loé
heridos, y que procediese á la averiguación de las causas que produjeron el triste suC(>£0 que nos ocupa, para
aplicar en su dia la corrección oportuna á quien corresponda, sin perjuicio de las actuaciones judiciales que sé
están instruyendo.
Como acontece siempre que hay desgracias que socorrer y lágrimas que enjugar, S. M. la lleina (Q. D. G.),
inmediatamente que tuvo noticia de tan lamentable
ocurrencia, impulsada de sus nobles y caritativos sentimientos y amor á sui pueblos, se anticipó á dictar las
disposiciones mas adecuadas para el proato y eficaz
auxilio de las desgracias que era la primera en lamentar, deseando aliviarlas por todoü los medios posibles, k
cuyo efecto se dignó mandar qué do su propio peculio Se
atendiera al socorro de los heridos, áfinde que nada les
faltase.
Hé aquí ahora, Excmo. señor, el parte detallado que
acabo de recibir del inspector primero administrativo
de la compa&ia sobre este siniestro:
«Excmo. señor: Cumpliendo con lo preceptuado por
y . E. en su comunicación do anteanoche, procedo á
darle cuenta del resultado de la comisión que V. E. tuvo á bien confiarme con motivo de la catástrofe ocurrida
en la estación de Daimiel k la llegada de la máquina esploradora del tren real.
A las nueve de la noche de anteayer salí en un tren
especial, compuesto de un piloto y un coche, y sin detención en punto alguno llegué & Daimiel k las cuatro y
dos minutos de la madrugada.
Apenas me hube apeado del coche, y coando el jefe
de estación comenzó á referirme lo ocurrido, lo primero
que llegó á mi noticia, por este mismo empleado y por
las personas con quienes conferencié, fué que S. M. la
lieina se habia anticipado k dictar las «iisposieiones necesarias y adoptado cuantas medidas reclamaba el pronto y eficaz auxilio de los heridos, ocupándose de todo
con el amor y tieroa solicitud de que tan evidentes
muestras tiene dadas á los españoles, y mandando que
se dispusiera sin límites de su peculio particular.
La causa de este triste suceso, según las noticias que
he podido adquirir de las personas de mas importancia
y respetabilidad de la población, fué la impericia ó impremeditación del que llevaba á su cargo la máquina
esploradora ó piloto que precedía al tren real, puesto
que al atravesar la estación de Daimiel llevaba una velocidad escesiva y tal que el jefe de la misma sorprendido no pudo tomar precaución alguna para evitar el atropello del inmenso gentío que, compacto y apiñado, auHíoso da saludar respetuosamente a su soberana, ocupaba todo el plano á lúvel de las agujas de salida.
i3l resaltado de este oboque imprevisto fué la muerla
GACETA
te de siete personas y 27 heridos do mayor ó menor
gravedad.
Apenas hubo desaparecido la huella de estás desgracias, se presentó á la vista el tren real, y el pueblo todo
entusiasmado, en número de mas de lU.üOO personas,
prorumpió en entusiastas vivas, que no cesaron un momento mientras S. TÜ. permaneció en la estación. Estas
manifestaciones de lealtad las he visto repetidas hasta
por los mismos desgraciados heridos; los cuales en medio del dolor, mostraban su agradecimiento por los socorros que con tierna,solicitud les prodigaba S. M. acudiendo á su esmerada asistencia.
Inmediatamente que me constituí enla población me
avisté con el juez de primera instancia interino, y juntos pasamos á conferenciar con el alcalde, áfinde cumplir las instrucciones d V. K. para atender á la inmediata curación de los heridos.
Al llegar á las Casas Consistoiiales nos encontramos
al Ayuntamiento reunido, elquo ya habia acordado pro^
porcionar 10,000 rs. para auxilios pecuniarios á todos los
heridos, sin perjuicio de facilitarles gratuitamente facultativos y medicamentos, siguiendo en esto el impulso dado ya por los elevados sentimientos de S. M.
„ Debo llamar la atención de V. E. acerca de este importante acuerdo de la municipalidad de Daimiel, que
demuestra el celo y solicitud que animan á aquella corporación. Para llevarlo á efecto con la mas esquisita
puntualidad, procedimos á practicar una visita domiciliaria á los heridos, y dictamos las medidas convenientes al socorro de sus necesidades.
Bscuso decir á V. B. que el juzgado se halla instruyendo con toda actividad las actuaciones judiciales sobre este hecho, y que esta inspección se ocupa de reunir todos los datos necesarios para depurar la responsabilidad que quepa á la compañía de estos forro-carriles por tan lamentable suceao.»
Lo que me apresuro á comunicar á Y. E. continuando en la práctica de las diligencias necesarias para esclarecer la verdad de los hechos y exigir la responsabilidad que corresponda á la compañía por este sioiestro,
sin perjuicio de los procedimientos judiciales que se
practican por el juzgado competente.
Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid 11 de diciembre de 1868 —Excmo. señor.—Carlos Marfori.—Eseelentísimo señor ministro de la Gobernación.»
También publica la GACETA las siguientes
disposiciones espedidas por el ministerio de la
Gobernación:
«He recibido la comunicación de V. E., fecha 11 del
actual, participándome que la compañía del ferro-carril de Madr.d á Zaragoza y Alicante ha puesto á su disposición la cantidad de 10,000 rs. para el socorro de las
víctimas del accidente ocurrido el domingo último en la
estación de Daimiel. De dicha comunicación he dado
cuenta á S. M. y queda enterada.
LodigoáV;E. de real orden para los tfeetjs correspondientes. Dios guard'o á V. E. muchos años. Madrid 12 de diciembre de 1866.—González Bravo.-Siñor
gobernador de esta provincia.
El señor ministro de la Gobernación dice con esta fechaal gobernador de la provincia de Ciudad-Koal lo que
sigue:
«La Ueina (Q. D. G.) se ha dignado disponer qué se
forme una Junta compuesta del cura párroco, juez de
primera instancia, alcalde, promotor fiscal de) juzgado y
el mayor contribuyente de Daimiel, presidida por V. S.,
para distribuir los tocorroí que so reúnan con objeto ,do
aliviar las desgracias ocurridas en la estación del citado pueblo el dia 9 del actuaU
Da real orden le digo á V. 8. para que constituya
desde luego la mencionada Junta y se ocupo inmediatadiatamente en la repartición de los recursos indicados,
procurando acudir, como S. M. lo espera, con la mavor
solicitud á atenuar en lo posible los efectos de tan sensible desgracia.»
De orden de S. M., comunicada por el espresado señor ministro, !o traslado á V. E. para que ponga á disposición do dicha Junta los 10,000 reales que ha ofrecido
la compañía del ferro-carril de Madrid á Zaragoza y Alicante. Dios guarde á V. E. machos años. Mudrid 13 de
diciembre de 1866—El subsecretario, Jiían Valero y Soto.—Señor gobernador de esta provincia.»
Por último, y á propósito de tan lamentables
sucesos. EL ESPASOL de hoy dice lo siguiente:
«Una ,«orresponden«i» de Daimiel qa« redbimos
ayer, elogia eon sobrada razón la condueta del Joven
D. Manuel Aranda y Mena, de edad de doce años, alumno del Instituto de Ciudad-Real, que se halló accidentalmente en el sitio de la catástrofe. Parece que estando
ya muy cerca la máquina esploradora.jy al ver á dos niños que se hallaban en medio de la vía, se arrojó valeropamente, y cogiendo k entrambos y tirando de ellos,
cayeron los tres á tan corta distancia de la barra, que
á uno de ellos le rozó un zapato la rueda de la misma
máquina.
És verdaderamente digna de elogio la conducta del
joven Aranda.
La misma correspondencia dice que los muertos que
quedaron sobre la vía son seis; uno que falleció después, y algunos que sucumbirán probablemente de los
veinte y siete que existen de gravedad.»
tti
-
Al fin hoy podemos dar noticias directas y
circunstanciadas de los sucesos de Daimiel, de
donde hemos recibido de persona autorizada esta
interesante carta:
«DAIMIEL 12 de diciembre de 1866.
Apenas restablecidos de la sensación qne ha producido en nuestra alma la tristísima catástrofe que presenció este pueblo en la por tan os conceptos inolvidable
tarde'del 9 del corriente, vamos á describirla detalladamente, en cuanto nos sea dable, con el objeto de que
su lectura en LA ÉPOCA pueda servir de provechosa lección al público, siempre impaciente en las grandes reuniones populares, y p ra que España entera sepa también hasta dónde -^alcanza la inagotable y nunc* bas
tante ensalzada munificencia de nuestra augusta Reina, asi como la rápida solicitud que en tan triste oca'
alón ha desplegado el gobierno de S. M., y que tanto
agradecen los atribulados habitantes de la primera y
mas populosa población de esta provincia.
En masa, y poseída de entusiasmo por saludar &
la que estos laboriosos y sencillos habitiintes llamdn su
madre en el lecho del dolor y de la muerte, acudía toda
ella en tropel á la estación del ferrocarril para demostrar allí á la segunda Isabel su inmensa gratitud por
los grandes beneficios que han traído d esta localiaad
las importantes obras públicas realizadas en su reinado.
Eran las dos y cuarto de la tarde cuando la estación y sus avenidas estaban ya cuajadas de seres vivientes, creciendo su impaciencia á medida que el jefe
de eata y Ja benemérita Guardia civil procuraban con
sus advertencias separar á muchos de ellos de un peli, grd visible.
'
Una fatal equivocación produjo la catástrofe mas sensible que se registra hasta hoy en la historia de nuestros ferro-oarriles, pues creyendo algunos que el silbido
' con que anunciaba su paso^or la vía la máquina esploradora que á gran nelocidad (75 kilómetros por hora)
precedía «1 tren real, era el de este, que, según el programa publicado, debía detenerse diez minutos en la estación, no cuidaron de separarse de la sección de aquella, comprendida entre el estremo de esta y sus plataformas.
Una y mas veces sonó el pito de tan triste recuerdo
ya para Daimiel. Bi viento cedía su paso á la máquina,
y cuando su director, que parece era la primera vez que
corría por esta línea, víó la inmensa catástrofe que iba
á tener lugar, pidió freno, acortó cuanto*pudú el vapor,
pero todo era ya iaútil para impedir lo que la desgracia
habla dispuesto. La locomotora se echó encima de la
apiñada muchedumbre con la rapidez del rayo, arrolló
cuanto encontró á su paso, y el tristísimo ¡ay! de un
pueblo entero demostró todo el horror de lo queen aquél
momento paseaba ante sus ojos. Fué esta una escena indescriptible y lo hubiera sido mayor aun, si cabe, si el
cmicero de las máquinas ño hubiera sido el áncora de salvación de catorce á diez y seis personas que hoy deben
á él su vida, y á quienes no cupo provlaencialmento la
triste suerte que,a loe ocho maertoa, cuatro heridos de
suma gravedad, y veinte y tres con fracturas de piernas y contusiones de mayor ó menor importancia. ¡Tal
es la exacta historia de tan lamentable suceso!
Pero ^1 Poder omnipotente, que Inhibía permitido,
también teni» dispuesco que vaiute imiautos después,
viva aun la natural consternación de cuantos le presenciamos, llegase nuestra Reina al teatro de jtan lúgubre
escena para llenar la noble misión de mitigar, en cuanto
es dable, tanto dolor, y enjugar tantas j^ágrimas. hasta
donde es dado, k la generosidad humana.
En medio del entusiasmo de que era objeto, supo por
el Excmo. señor director general de obras públicas lo
que acababa de ocurrir, y alli mismo pudimos ver todo
eu interés y maternal solicitud, y con lagrimasen sus
ojos la hemos oído ofrecer socorros de importancia para
tamaña desgracia.
Desie la primera estación (Almagro) se pidieron de
su orden por el telégrafo noti las del suceso, y mientras á las diez de la noche el Excmo. señor mioistro de
Fomento preguntaba de real órd«n desde Ciudad-Real
á este alcalde el número exacto de muertos y heridos,
•1 de la Qobernaoioo por su parte «aoneiaba al presi-
dente de la corporación popular, que hacia salir desde
esa corteen un tren especidl, muaicoa üastanies, ofreciendo todos los recursos ueceserios y eligiendo detalles, al paso quo los dignos párrocoj de Daimio!, correspondiendo á su elevado ministerio y asociados da algunos mayores contribuyentes, conferenciaban en la capital de la provincia con el Excmo. 8r. de Rubianes para que S. M. conociese toda la intensidad do la desgracia.
A las siete de la mañana de ayer, y antes que S. M.
abandonara la capital de la provincia, habia dispuesto
se entregaran de su oolsillo particular cuarenta mil reales vellón á la Junta creada para atender al socorro de
los heridos y auxilio de las familias do los muertos, algunos de cuyos huérfanos parece acogerá bajo su real
protección.
El señor ministro de la Gobernación secundaba á su
vez la regia caridad , disponiendo que del fondo de calamidades públicas se pusiesen á disposición de aquella
veinte mil reales vellón, y el señor gobernador de la
provincia, correspondiendo también á los deseos manifestados por S. M. y á cuanto de él esperaban sus paisanos, vol • ba ayer mismo desde el otro confio de la provincia para hacer saber á este Ayuntamiento cuan vivísimo es el interés que se toman por Daimiel la Reina
y su gobierno, iniciando por su parte una suscricion, k
cayo frente le vimos figurar, con agradecimiento sumo,
y a cuyo respetable nombre unirán sin duda alguna el
suyo cuantos so precien de buenos y generosos manchegos.
La empresa del ferro-carril de Manzanares á CiudadReal, mostrándose digna de si misma, ha mandado k
esta su médico y se dispone á auxiliar á los desgraciados, k quienes es seguro no olvidará tampoco la EUputacion provincial, tan solicita siempte del buen nombre
de la provincia.
Grande, inmensa ha sido la desgracia de Daimiel;
pero si su triste recuerdo n9 se borrajamás de la memoria de sus habitantes, tampoco olvidarán el corresponder á la maternal solicitud de nuestra Reina, ni k la
actitud y eficacia de su gobierno para amenguarla en
lo posible.
Toca ahora á su digno Ayuntamiento y á las respetables personas que componen la Junta de socorros corresponder á tanta y tanta caridad secundando, en cuanto les sea dable, la piadosa iniciativa de S. M. la Reina,
cuyos resultados se tocan, pues ya se han puesto á su
disposición los dos mil duros que ha dedicado al socorro
d£ las familias de los muertos y auxilio de los herido».
Se asegura que S. M., á su regreso del vecino reino,
se detendrá en esta para dirigir sus preces al Altísimo
por el eterno descanso de los fallecidos, y visitar y coasolar á los heridos. No dudamos que asi sea, pues hartas pruebas tiene dadas nuestra Reina de que es, siempre que puede, el consuelo mas eficaz de cuantos lloran.»
Ayer recibimos noticias detalladas de los festejos verificados en Badajoz con motivo de la llegada da BUS
majestades.
Veinte y un disparos de cañón, fuegos artificiales y
repique de campanas, anuació la llegada del trtoi real.
En la estación, además del inmenso pueblo, se encontraba una comisión del Ayuntamiento, :corpoi.ticiones
civiles y militares y la música del regimiento de Gerona.
Entre la estación y el puente se habia colocado un
arco con trasparentes, y en ellos inscripciones que recuerdan hijos notables de la provincia.
El puente de Palmas, en el que se encontrabrji otras
dos músicas, estaba adornado con arcos de verde ramaje > árboles figurados, en los que se encontraba un número infinito de faroles á la veneciana y luces de Benga:a.
.,
En la puerta de Palmas, el gobarnador militar entregó á S. M. la lleina las liavtia de la plaza.
Los regios viajeros siguieron por el Campo de }a
Cruz, calles de Palmas, Santo Domingo. Vasco Nuñea.
plaza de Mlnayo, calle de Santa Gatulina y plaza de 1A
Constitución, hasta llegar á la puerta de San Juan, en
la Qatedral, donde fueron recibidas SS. MM. por el señor
obispo y comisiones de los cabildos eclesiástico y municipal. En las bóvedas del templo resooó un solemne
Te-Dewm, y terminado pasó la comitiva al palacio-Ayuntamiento, que para recibir á los augustos huéspedes
estaba adornado de, una manera brillante.
Frente á palacio se situó otra músiea qn^ ejecutó ua
himno coreado, escrito espresamente para saladar k I»
realfamiUa.
Cinco arcos encontraron SS. M3Í. en el tránsito desde la estación á palacio, tado3 dedicados á S, M. la Reina. El de la entrada del puente, por la Diputación pnovinciaJ; el del centro del mismo y el de la calle de
Palmas, por el Ayuntamiento; el da la Calle de Sjnta
Catalina, por ios empleados civiles, y éfde la entrada
de la catedral, por 8}i cabildo.
Las tropas de la guarnición cubrían la carrera, y en
la casa-palacio se hallaba un zaguanete de alabarderos.
En el Campo de San Juan, frente á palacio, se quemaron vistosos árboles de fuego, y la música del regimiento de Gerona, la de jóvenes del Hospicio y la de los
aficionados dé Olivenza y artesanos de la población, dieron á SS. MM. una brillanto serenata.
Todos los edificios públicos y particulares estaban
adornados con vistosas colgaduras, y sus fachadas iluminadas con caprichosos faroles, pudiendo asegurarse
que solamente en la carrera lucían mas de trescientos mil.
En la estación del ferro-carril se encontraban mas
de doscientos carruajes, habiéndose dignado SS. MM..
ocupar una carretela abierta del Sr. Bel ver da Olivenza,
y Sdi AA.. un magnifico lando del Sr. Molano.
En el Guadiana, y á derecha é izquierda del puente
de Palmas, se encontraban treinta botes empavesados é
iluminados.
El parque de artillería, cuartel á.t)\ regimiento d«
Gerona, Hospicio provincial, cuartel de caballería, parque de ingenieros, presidio, comandancia general, Liceo de artesanos, oflcináj civiles, hOspit&l militar. Diputación provincial. Instituto provincial. Guardia oivil,
carabineros, administración militar, Casino, teatro - j
cuartel del provincial de Badajoz, lucían vistosas faeoadas trasparentes del mejor gusto y f^rofusion de lacea
todas ellas.
Al partir SS. MM. para Lisboa ofreció detenerse a s a
regreso algunas horas para satisfaucr los deseos del vecindario y visitar algunos establecimientos.
SS. MM. ocuparon en su despedida el carruaje del
Sr. Molano, siendo saludado» con igual efusión que k l a
iligada.
^
^
La espedicion del contra-almirante Roze contra la
Corea, estaba ya en vías de ejecución, cuando se espidió
de Francia la contra-órden. El almirante dispone de
nueve buques de guerra, inclusas las cañoneras, y se
presume que en la actualidad habrá obtenido las concesiones pedidas, pero la ccntra-órden impedirá sin duda una .ocupación prolongada y costosa que ágravarila
,lo3 sacrificios de la Francia. Se cree que Francia renoncia á teda espedicion lejana para reconcentrarse en Buropa.
El señor marqués del Maestrazgo se halla csmpletftmeute restablecido de la grave enfermedad que ha sufrido.
La provincia de Zamora ha elegido diputados provinciales á los SreaJ D. Ildefonso Gutiérrez y D. Lorenzo Pedros», por Aloañices; á D. Fernando Gutiérrez
y D. Felipe Jalón, por Benavente; k D. Pedro Cabello
Septien, por Bermillo; á D. Mariano Gallego y D. Ramón Luelmo, por Zamora; á D. Genaro Rodríguez, por
Toro;áD. Ildefonso Águila, r y D. Pedro San Román,
por la. Puebla; á D. Gregorio Palmero, por Villalpando;
y D. Manuel Ariaá, por Fuentesauoo.
Los diarios valencianos se felicitan de que al fin M
haya obtenido la inapreciable ventaja de que las tarifa»
diferenciales del ferro-carril del Mediterráneo rijan en
adelante con igual aplicación para Valencia que la que
hasta el presente tu vieron para Alicante, cesando («e este modo la distinta clase de precios en el trasporte de
mercancias, según procediesen de uno ú otro punt/O, con
notable perjuicio de los intereses de Valencia.
Coincidiendo con esta Hnportante determinF.,oíon, M
han hecho también variaciones en laolasifioaeíondelas
mercancias, y se han establecido tarifas espeoiales a
estremó reducidas para los trasportes que desde Valencia tengan que dirigirse á los puertos do Cartagena Málaga, Cádiz, SevUla, Bilbao, tiantander y San Sebastian,
y á las ciudades de Córdoba y Zaragoza, ^gí como alas
zonas comerciales a ellas adyacentes. Idénticas ventajM
de trasportes se han establecido también para el comercio internacional con Francia.
La Importancia que para aquella plaza mercantil te
de tener esta serie de ventajosas resoluciones, será Inmediata y trascendental.
La Junta provincial de instrucción pública Je Uadrid dá hoy á luz ;en el BOLETÍN OFICIAL una clrúalar
dirigida á ios maestros y alcaldes ue la provincia, eon
moti.?o de la préxima celebración de exámenes.
La Junta previene á los maestros eu este documento, suscrito por el Sr. D. Francisco Millan y Caro,
el mas exacto cumplimiento de todos sus deberes profeí^lW&leSi 7 espera que se^fnl^áA siendo tan religiosos,
1^
Sábado.
y^l»p
•
« mmiííMii«daaáff¡i^<d^Mf»
ll•^^l«»B^^1yJu^l^e»a»t^lo«^a»••aMlX^ayl^gQ»«»M^^^
no-s suministrará preciosos datos pitra sa anhelada retoluciou. La claao 93 de la Exposiuiou cüti consagrada
á modelos ó spcciiaensí de h'ibitaciouüs, en las queso
una la baratur» á laa condiciones de higiene y comodidad.
Entre los expo.sitores que ya -se han presoutado,
figura el emperador Napoleón III, que quiere demostrar
consagrando su no vulgar lateligeacia á estas cuestiones, )o mucho que piensa en la suorto del pueblo, y
otros nombíBS ya conocidos en los anales de la ühintropía mteligente, entre ellos Mr. Juan DoUfus, promovedor incansable de las mejoras realizadas en Mulhou.«e.
La Sociedad cooperativa i.nmoviUaria de París presentará también el producto de sus estudios sobre las casas de obreros, y muchos grandes fabricantes de hilados, de fundiciones y de otras manufUeturas harán ver
el resultado de su ingenio inventivo para procurar á sus
numerosos dependientes habitacionoa saludables, bien
distribuidas y sumamente económicas.
No solo en Francia se obsarva este generoso movimiento en favor de la clase trabajadora. Eu el palacio
del Campo de Marte, convertido en palenque de la paz,
encontraremoü á la Inglaterra, que ya en 1851 tomó por
los esfuerzos del príncipe Alberto la iniciativa de aquel
movimiento, sostenido por numerosas sociedades de
construcción; encontraremos á la Bélgica, cuyo previsor monarca proclamaba recientemente, en j.iÍcno Par••>'
Se acaba de publicar en Bruselas un libro muy nota- lamento, «la necesidad de sanear los barrios insalubres
de las ciudades;» encontraremos á la próspera Holanda,
ble sobre la mortalidad de los niños. El autor funda su
á la adelantada .'Alemania, ú la misma Austria, que en
trabajo, estfactado de los Boletines de la Academia de
que BS miembro, en el que publicó el doctor inglés mis- medio di sus desastres, no olvida ol bienestar délas
ter Guillermo Farr, y encomia en altofrado el matri- desgraciadas clases que en el mundo han sido condeLataonio, consagrado por la religión y por ia ley, y hace; daa á mayor su.na de trabajo y de privaciones.
Espaf.a no ha entrado todavía en el camino de estas
resaltar la necesidad de la familia como medio de procurar á los recién nacidos la asidua protección y los es- reformas; pero nosotros, que no tenemos el afán de acripeciales cuidados que necesitan. Hace notar que tam- minar siempre á nuestra patria, no podemos menoa de
bién son causa de la mortalidad de los niños la falta de reconocer que la falta de grandes centros de población
armonía y los vicios de los esposos, y examinando los industrial, que es en donde se acumulan en peores condatos eütadistlcos de los Sres. A. Quetelet y X. Heus- diciones higiéiiicas los trabajadores, ha influido en no
chlfng, encuentra que en los países meridionales de Eu- hacer sentir con tanta fuerza como en otros puntos la
ropa la vida de los niños se halla mas del doble espues- necesidad de lo que se han llamado ciudades obreras.
ta que en las reglones del Norte. En diversos datos enSin embargo, en las capitales el aumento de población
cuentra que, mientras de cada 100 niños que nacen en
ha hecho subir los alquileres, de un modo estrüordinarío
Noruega, 83 pasan de loa 5 años, en España apenas son en algunas de ellas, y las clases pobres, reducidas á essolo 36 los que llegan ú dicha edad.
trechas boardillas, ó á sótanos y cuartos bajos sin venNo pudlendo dar cuenta de todas las causas de morta- tilación y sin luz, están hacinadas en miserables tugurios, donde las epidemias encuentran focos de infección
lidad que cita en su interesante obrita el Sr. Ducpetiaax,
estractamós algunos de los medios que indica para com- y la salud de sus habitantes un constante peligro.
Convíe e, pues, qu% como lo ha acordado la Sociebatirlas. A la miseria, las enfermedades, la falta de capitales, etc., de los padres, opone la mejora del estado dad de Amigos del País; pensemos en España en estusanitario. A la mortalidad por falta de cuidado de las diar é imitar lo que se hace en el estranjero. La Sociemadres que entregan sus hijoü á las amas, oprme el señor dad cooperativa inmoviliaria, que arriba citamos, ha
Ducpetiaux los prec 'ptos de la higiene y el recurrir inpublicado en su periódico EL TRABAJO el modelo de sus
mediatamente á la asistencia facultativa al primer sín- construcciones. Cada ediñcio comprenderá un área de
toma de enfermedad. Para la falta de la lache materna 23 metros cuadrados, con dos pisos, y además subterrápropone aquellos alimentos mas efl'cace» en cada situa- neo y granero, y su valor será 3.000 frs. Mucho mejores
ción y en cada paí.<;. Considera muy nocivo para los re- son las casas para obreros de Mulbouse, donde por el
cien nacidos el sistema qna se Eigue en alguuos paí- mismo precio obtiene el trabajador un edificio de 40
ses de convertirá las eriatura.^* en momias vivientes.
metros cuadrados de solar y 120 metros cuadrados de
Considera también como cauiía de mortiilidad el de- jardín. Las mismas dimensiones tienen las casas para
obreros que se están construyendo en Colmar (capital
dicarse las madres á faenas rudas y penosas, el dar á
los niños ciertas bebidas para adormecerles cuando los del departamento del Alto llbin) por la iniciativa de aldejan encerrados para ir á la fábrica ó al taller, la acu- gunos celosos patricios.»
mulación de viviendas que se nota en las grandes poblaciones, en las cuales las criaturas estáná todas horas
'
"ífUaONBA EDIOION.
privadas dé aire puro, de ventilación, de insolación, etcétera; la falta de buenas aguas en atgUíias poblaciones,
la escesiva aglomeración de niños en muchas escuelas
y «ala» del asilo, la falta da un cuidadomuy solicito de
LA CoRRSSPONDENGiA publica el siguiente t e algunas madres por los niños durante las primeras selegrama:
manas que siguen al parto, y eóo e.ste motivo monP A R Í S 14.—Del.>f fundios españoles no se han cotizado
sieur Ducpetiaux preseáta variosd»ti)8 que demuestran
qnelamort'^lidades mayoren los hijos ilegítimosi quj hoy en la Qolta si. o la a'iiiortiz.k!>l<; ¿ 19 1|2.
De los fondos franceses h6 aquí la cotización ofioial:
en los legítimos.
3 por 1 0 0 , 69,83; 4 l | a francas, 97,75; consolidaEncarga también muchísimo que en las CasRS de
dos ingleses, 8 8 S^S i 3^4.
maternidad y espósitos so ejerza una gran vigilancia y
86 ponga sumo cuidado en la elección de nodrizas, en el
afreglo de las enfermerías, y en ofrecer y dar premios y
La Agencia Havas nos dirige estos t e recompensas á cuantas persotias mejoren la situncioa
legramas:
de ?o» niños abandonados. Pide que se njerza todo el riP A R Í S 15.—El Monitor publiaa el nombramionto de
gor posible para evitar los infanticidios, tancomunes entre la clase trabajadora do Inglaterra, y por último en- Mr. Treilhard contó ministro plenipotanoi/irie de Francia
carga mucho cuidado en los enlaces matrimoniales, pues en Colombia.
Algunos periódicos señalan el día 2 6 como ol da la satrasmitiéndose ciertos vicios hereditarios, producen una
porción deenfermedades que son también causa de mor- lida déla emperatriz para Roma.
talidad de los niños, y hace presente que muchas de f sSOUTHAMPTON 14.~-£1 vapor Tstmanian ha llegataa causas de mortalidad proceden de casamientos cou- do con 76 casos de fiebre amarilla, que han ocasionado 26
aanguineos ó entre parientes.
falUeimientos.
morales, inteligentes y celosos como deben ser los
maestros españoles; les recuerda la circular de 5 de
dialembre de 1865, sobre la manera de cslebrar los exámenes genérale», y confia en que habrán trabajado
cuanto hay derecho á exigir de ellos para que los níSos «e eduquen ó instruyan en la religión de nuestros
padres, en el amor de nuestros Reyes y de nuestra patria, en todas las asignaturas que comprende el programa de suü respectivas escuelas.
Kl siguiente párrafo de la indicada circular creemos
que merece ser trascrito:
«A.fortttnadaiaente en esta provincia, para honra de
las autoridades locales y de los maestros, asi como para satl^'faccion de la Junta de instrucción pública, no
se enseña á los niños otras verdades que las sencillas,
pero sublimes, del catecismo aprobstío por el diocesano; los maestros no toman ni han tomado parte en las
cuestiones politioaa, ni educan á instruren á sus discípulos en otros principios que en los de la mas sana moral, inculcándoles hábitos de respeto y obediencia á la
autoridad, como se prueba cumpliJamante con las actas
de los exámenes y visitas de los años anteriore?, suscritas todas por los señores curas párrocos, y de cuyos documentos resulta que ¡si en el año de 1SÍ5;1 produjeron
•atísfactorios resultados los exámenes, los produjeron
mayores en 1864 y fueron brillante» en 1865.»
Las noticias .<)ae reeibímoa, dice LA KEroRM\, de los
mercados estracjeros, no ofrecen interés alguno.
Verdad ea 4}ue la liquidación da la quincena se ha verifleádo en París en condiciones favorables para la totaU(^d ds loa valores; pero esto se deba especialmente á
la infctatlva que ha tomado en la semana última el Crédito mobiliario.
Los valores de los ferro-carriles españoles continuaron en el mismo estado en qie se hallaban hace mucho
tiempo.
EuLo^idiea c<jct-DÚjn las co-a.'?, poco m.is ó menos,
cónip hemos díchs en uno de nuestros últimos números.
Sigue la po tracion, y á pesar del mucho dinero que
hay en el Banco de Inglaterra, el descuento no ha bajado, como se suponia. Los capitales que se ofrecen por
casas particulares, esceden del tipo del descu' nto; esto
«s, da 3 li3. Según nos escriben de aquella capital, la
parttliisacion de los=negocialffse atribuye al temor de que
loa fanianos triunfen en Irlanda; y como el dinero es tan
asustadizo, este pretesto es bastante para retraerle del
mercado J para qne continúe la inacción.
Esta es la causa principal de que lo» banqueros y los
ttoek'brockert no quieran hacer préstamos, á pesar de
las demandas, que siempre se aumenta á Un de año,
menos del 4 por 100.
.
— ^
Según datos de !a revista económica de LA TUTELAR,
áfin6.<*de la semana última el cambio sobre París esta ba & 5 frg. 14 eéntlmos, y el de Londres á 49'¿J. Siendo
la par intrínseca 5'20 con Francia, y 49'48 con Inglaterra, se vé que casi nos acercamos á la apetecida nivelacicn^
15 de Diciembre de í%%^¿
EPOOi^
nUEVA-YORK 1 3 (por el cable).—El emperador Maximiliano reoiha mayor apoyo por parte de los mejioaoo*.
Desde la capital de Francia nos dirigen la
siguiente carta:
KPARÍJ 13 de diciembre de 1S66.
do la misión que el generf.l Castelnau llevaba á aquella
apartada comarca, ni sé dej,v tradlucir cuál será en definitiva la decisión del emperador. Todas estas ambigüedades contribuyen á alimentar la inquietud y la desconfianza que aquí reinan, pues no puede negarse, ni desconocer, como algunos diarios aparentan, que Francia
tiene comprometidos grandes iutereses on aquella parte
del Nuevo-Mundo.
Loa diarios d? esta capital impugnan fuertemente
el proyecto de reorganización militar, que ya conocen
ustedes, y que según parece dará lugar á algunos debates eu el Cuerpo legislativo, promovidos por los diputados radicales.
El emperador ha recibido antoayar en Compiegne á
una comisión de la pequeña república de Andorra. Su
presidente, Mr. Seaalier, que estaba al frente de esta
comisión, consultó con S. M. I. acerca de los colores que
debían adoptarse para la bandera andorriana. que por
iniciativa de Napoleón III se compondrá de tres fajas,
una azul, por Francia; otra roja, por España, y la última, amarilla, por la república.»
' '
'-t^
' '•_
Ayer lia debido verificarse la apertura del
Parlamento italiano, en el cual so hallarán ya
representantes del Véneto y de toda Italia, á escepcion de Roma. Víctor Manuel debe pronunciar en esta ocasión aolemao el discurso regio,
que se espera con gran ansiedad eu Europa'.
LA CORRESPONDENCIA DB ESPAÑA anunció, y nosotros copiamos hace dos dias, que hablan sido
detenidos en la frontera portuguesa los señores
Merelo y Barcia. La GACETA DE PoRTueAr, del dia
12, llegada hoy, rectifica este hecho y consigna
lo que realmente ha sucedido respecto de algunos emigrados españoles, residentes hoy en el
vecino reino. Sabiendo las autoridades de Lisboa
que habían llegado á aquella capital de los puntos que ocupaban, fueron llamados por el gobernador civil, conde de Caballeiros, para investigar
las causas de su traslación; pero antea de que se
les hiciese reflexión alguna, las personas citadas
manifestaron que cualquiera que fuese su situación política, jamás hablan podido pensar en
nada contrario á su propia dignidad y á la dignidad del pueblo portugués; y dando una prueba
de estos seatimieutos los .Sra.i. Barcia, Gironza,
Campo, Merelo y Cortijo, manifestaron su resolución de retirarse al inmediato pueblo de Carcaes, como así lo hicieron, durante la estancia
de nuestra familia real en Lisboa.
Pasan de 500 personas, muchas de ellas distinguidas, las que desda Madrid, Badajoz y principales puntos de Estremadura, han pasado á
Lisboa para presenciar las fiestas en honor de
nuestra augusta Reina. De los pueblos inmediatos á Lisboa y aun de Oporto mismo, pasaban de
30,000 los forasteros llegados á la capital.
«•»
, Recibimos hoy periódico* de Lisboa del 12 y
una brevísima carta de nuestro corresponsal, escrita aquella misma noche después do la fiesta
dada euel teatro de San Carlos. Las familias reales de España y Portugal ocuparon el palco r e gio y asistieron á la ejecución de la ópera Fausto, que cantaron la Volpini, Mongini y Scuarzia. La concurrencia de ^ r a n gala, y el teatro
colgado ó iluminado, así interior como esteriormente, presentaba un bellísimo espectáculo,
siendo inmenso el concurso del pueblo que se
agolpó en todo el tíánsito desde palacio hasta
San Carlos, y estando iluminadas gran parte de
las casas en este larguísimo trayecto. E»3 imposible haber preparado con mas gasto y eiplendidez
eü tan brevísimo tiempo los palacios destinados
al alojamiento de nuestra famili* real y dé los
altos funcionarios del Estado y de palacio que
acompañan á nuestra Reina. El palacip de Belén, qde, comohembs dicho, ocupa ana situación
pintoresca frente al Tajo, rodeado de encantadores jardines, se habia convertido en una mansión verdaderamente oriental. Los cuartos destinados á la Reina y al Rey estaban con gran lujo,
y lo mismo la sala destinada al baile.
EL MORKINS-POST ha exhibido un documento que po,
deja de ser curioso: es un plan de unidad germánica,
trazado en 1845 por el príncipe Alberto y dirigido por
él en aquella época al rey Federico Quillormo IV.
El príncipe conTOrte de Inglaterra aoonsejalsa la
elección: \<.', de uB emperador vitalicio ó por un número
determinSido dii alSOs, a«>gido por los soberanos de los
En el tocador de la Reina se hallaba el sernclo
diferentes "Estados de Alemania; 2.*, de una Dieta germánica por las Cámaras de estos mismos Estados, y S.', de plata sobredorada que usó la reina doña Made un Tribunal Supremo de Justicia, nombrado por las ría I, una da las soberanas mas ilustres de la nafaeultadea de las Universidades'alemanas. Este plan ción portuguesa. En las cortinas de damasco y
proponía también la institución de una sola Cámartí de terciopelo se velan bordadas en oro las armáis de
Portugal. EQ el palacio de Bjlen* han estado la
comercio y un consejo de guerra compuesto de gene
Reina, el Rey, el pi-íncipe de Asturias y la infanrales.
El rey Faderico Guillermo, después de habar !#do ta Isabel-, las ayas de S 3 . AA., las azafatas de
estas proposiciones, declaró en una nota» qnepabUca S. M. y los gentiles-hombres de guardia. En el
pequeño palacio de Picadero, inmediato á Betambién el diario inglés^ que el proyeoto dd püüMipe
lén,
se hallaba alojado el duque de Valencia con
Alberto era el mejor que so le habia sometido para la
los
ministros
de Estado y Fomento, y el repreConstitución unitaria.
sentante de España. En el palacio que hay en el
EL JopaKALDEsDaBATs, que insertó la alocoolOn^el
monasterio de gerónimos de Belea, en que haPadre Santo qu'eho ttasladado ayer á Ydk., publica en
blan vivido también los monarcas portugueses
su númerb inmediato un estenso párrafo, diciendo, entre
en otroy tiempos, tenían preparadas sus habitaEltipodeloü descuentos conloaiSirincipftlea morca- otras cosas, que nO sale gfarante de la exactitud de las ciones los marqueses de Novaliches, condes de
dos de Büropa, es de 4 por 100 en Lotiflife», d«í3ft3 112 noticias que le trasmite su corresponsal, y que cree que Puñonrostro, marqués de Santiago, señor de
en París, de 5 l[2en Vieua, de 4 li»en Berlio, dé 3 ija
el discurso pontifical, tal y como se leerá próximamente en
«n Francfort, de O en Turin, de 3 en Bruselas, y de 7 en el DiABio DE ROMA, no será parecido en mita á la -Bersioh Rubianes, arzobispo Sr. Claret, marqués de San
Gregorio, generales Fitor y Belestá, brigadier
los Bandos da San Prtarsburgo y Madrid^ Ba esto« últique ha enviado su corres/onsul. Algunos, al leer la declamos puntos el tipo del deseuentb en mercado abierto es
Se. Cuadros, Sr. Oñate, y otros empleados de
ración qué antecede, no han podido menos de preguntade 9 en Rusia y de ISétl Effpafia. •*
Palacio. El servicio h a sido en todas partes escerse: ¿Car tanc varitl Otros menos candidos, han buscado
; lente y con una esplendidez digna de la ilustre
No htriJucíios días dijo la prens* imperialista fran- la solución del problema en una conversación que se di- y antigua casa de Braganza.
cesa qua süi trataba d<í que lab petéhc'as católictts ase- ce han tenido en esta el nuncio de Su Santidad y el marguren al Papa una renta corrííspohdieilte á la elevada
qués de Mouatier. Lo cierto es que*1as frases de Pió IX
Entre las primeras visitas qne hizo nueátra
poaloiojt de jefe del catolicismo, lo cual equivaldría, tichan causado aquí grande senfiBcioc.
augusta Reina el dia 12, fué la de la infanta de
gun dicen los partidarios de esta idea, á una soberanía
Portugal doña Isabel María, que 'estuvo en MaEl furor de reformas mllitarea ha invadido todas las
libra de responsabilidad que lleva consigo todo cargo
drid, y que se hallaba enforma, así como la duadministrativo.
naciones. Bélgica envia al teniente general barón Charal
S«tfl pl-oyecto no es nuevo; fué formulado años atráa á viajar por el estranjero con el encargo do estudiar las quesa de Braganza, esposa del emperador don
Tdeaechado por todos como Irrealizable. Entonces se
Pedro y abuela del rey actual que también por
hizo notar que de esta suerte no se garantiría la indo- caeítiones relatiyas á la reorganización militar.
El trasporte de uaper Ardeche, que de un momanto sus padecimientos está hace años retirada en su
peodenoia del Papa, y que al contrario se lo pondría &
merced de todos los Estados y de los azares que pudie- & otro debe zarpar de Toulon con rumbo á Méjico, ha, re- palacio á orillas del Tajo.
sen correr dichos Estados. En todas las potencias cató- cibido orden de embarcar un suplemento de víveres,
Ha agradado estraordinariameute ep Lisboa
licas los presupuestos son votados por las representanla fina galantería da la Reina y de su augusta
compuesto
de
60,000
raciones.
tea de la nadoú. La dotación del Papa estaría, pues, á
hija de presentarse en la capitüiv de Portugal
La cuestión de Hannover se vá complicando. Parece
mbrced de una votación, de una mayoría, do una sorllevando trajes con los colores portugueses, azul
presa parlameat&rla. St sobreviniese una revolución ea
ser que se ha formado en aquella ciudad un comité sauna ó en varías de esas naciones, lo cual puede suceder
oreto gue haca circular órdenss, reparte libros, y por y blanco, La Reina vestía en efecto un rico tramuy bien, ¿qué sería de la pMisien señalada al Sumo
je de satén azul adornado con armimo, y la inPontiñce? En España y en Kál^ca, en Italia odmo m. cnanios medios son imaginables, incita y regulariza á
fanta Isabel llevaba también un traje á gran cola
vez
la
resistencia
&
los
mandatos
de
Prusia.
El
Gabi>Francia, ¿no hay acaso partidos cuyo triunfo traería cola á rayas azules y blancas.
mo consecuencia inmediata la supresión de esa pen- nete del rey Guillermo no ha tomado aun ma ? que alsión? ¿Qué sería, pues, una independencia constituida gunas medidas preventivas para conjurar la tempestad,
Ya dijimos ayer que la magnífica estación
sobre bases tan frágiles y precarias? Sería insegura, y al pero es muy de temor que estalle con violencia el dia
central délos ferro-carriles portugueses estaba
propio tiempo no seria digna, y la Santa Sede iro la
menos pensado, y entonce» será terrible el ataque y
admirablemente decorada con escudos que r e aceptará jamáe.
mucho mas terribles aun las represalias.
presentaban las armas de España, de Portugal
^»
,
y de Italia, con banderas, gallardetes y floraai.
Contra lo que se había anunciado, el mensaje de la
Tratando LAS PROTINCIAS la cuestión de las
Cada
ventana tenía una bandera de seda con las
Dieta
de
Hungría
no
es
muy
conciliador,
si
se
atiende
habitaciones para las clases trabajadoras, (jue
al ostracto que hemos recibido aquí. En él pide el resta- armas de Portugal; el estandarte real flotaba soayer justamente discutíamos'en LA ÉPOCA, p u blica los siguientes datos y apreciaciones de pal* blecimiento de la Constitución, el reconocimiento pura bre la fachada de la estación, y el de España
pitante interés. Mucho nos complace v e r á la y simplemente de la continuidad del derejho y la pro- habia sido enarbolado en el centro de ella. También se veían las banderas italianas y francemulgación de una amnistía para los desterradas poliprensa de provincias ocuparse de las cuestiones
sas, representando sin duda las cordiales relaticos.
que nía» intéíésan á Sus pueblos, y respecto de
ciones que unen á toda la Europa latina
jas cuales tienen una competencia indisputable:
En El MONITOR de hoy se leen las slguiantas liAl estribo del suntuoso carruaje qua conduneas:
«En !o8 estudios que venimos dedicando á los medios
de mejorar la condlMon inaterial do los trabajadores,
«El gobierno ha reaib; Jo por el cable trasatlántico el cía á la Reina de España y al rey de Portugal
hemos hecho notar mas de una vcz la justa predilec- des)pacho que sigue, fechado el 3 de dirjiambre ea Méjico
iba el mariscal conde de Santa María, q'ue manción que se consagra en los mas adelantados países al y el 9 en Nueva-Orleans:
da las tropas de la división de Lisboa, y otro g e alojamiento cómodo, higiénico é independiente de las
«El emperador Maximiliano está aun en Méjiáo. Toneral ayudante de S. M. el rey. El duque de
familias obreras, circunstancia de gran mfluencla en el davía no ha tomado ninguna resolución. Debiendo queLoulé, enlazado á l a familia real portuguesa,
porvenir oe egta clase, y de la cual ha oomenz ido á ocu- dar terminada la evacuación en marzo, es urgente que
parse en Váleíicia la celosa Boíiedai de Amigos del los trasportes lleguen sin tardanza. La raijioa Campacompañaba en su carruaje al duque de VaPaís, pidiendo 4 Mulhouíse los antecedentes de lo» probell y Sharman, que llegó á Veracruz el 29 de noviemlencia,
digios que en esta industriosa ciudad ha operado el es- bre y talió de allí el 3 de diciembre, se presentan aniJíu el simulacro naval, figurado con fuegos
píritu de caridad y de asociaQíon.
mados de ios sentimientos mas conclliadoros.
de Bengala, tomaron parte la fragata D. J^VrEste problema de las casas para trabajadores, que
Firmado: BAZAINE v CASTELKAU »
ahora .«e Inicia en España, estú preocupando los ánimos
%«ít¿?o, las corbetas Bartolomé Diaz,
Estc.faComo ven Vds. en este parte, no se fija ningún hedéla vecina Francia, y la prónma Exposición universal
nia y Ooa, y los bergantines MindeUo y Pedro
cho,
á
escepcion
de
la
permanencia
del
emperador
Mado París, que no soto sará un mostruario de los producNitítez.
tos inertes y mudos de la industria, sino un animado ximiliano en un punto de Méjico que no.es designa.
e oncurso de la idea civilizadora que se agita en Europa,
N<i<J» 80 dice en él Acerca del resultado que ha teni-
LA PATRIE llegada hoy confirma las dos noticias que adelantábamos ayer, anunciando que el
Consejo de Ministros se hab^a reunido en Compiegne bajo la presidencia del emperador y asistiendo á él la emperatriz. Al pió de esta noticia,
el mismo diario, que mantiene relaciones muy
íntimas con las Tullerías, anuncia la próxima
marcha de S. M. la emperatriz para Roma. En
efecto, según nuestros informes, partirá del miércoles al jueves próximo.
.
^
^
Hoy se ha fijado en las esquinas la siguiente
GACETA BSTRAORDINARIA:
«Presidencia del Consejo de ministros.—Segtin partes oficiales recibidos, SS. MM. y AA. llegaron sin novedad á Badajoz á la una y media de la mañana.
La población, como la estación, se hallaban profnaamente iluminadas; y á pesar de la hora, la muchedumbre en callea y balcones era inmensa, saludando á sua
soberanea con entusiastas vivas no interrumpidos.
A las dos de la tarde de hoy saldrán BS. MM. para
Ciudad-Real, deteaténdoáe á comer en Mérida.»
•
.
'•
•",,
•
Los periódicos de París niegan la exactitud
de la noticia que desde Constantinopla daban á
LA ItiDEPENíKNciA BfiLSA, de que la Francia se preparaba á poner una escuadra á disposición de la
Puerta Otomana para reforzar el bloqueo de la
isla de Candía. Este-suceso, si se verificase, traería inevitablemente la intervención en los acontecimientos de Oriente, de la Rusia y de la I n glaterra.
'^ ^
__—
Un distinguido oficial sajón escribe una carta
muy notable á la GACETA DE AUGSBÜRCO. En ella,
después de pintar con los mas negros colores la
incapacidad y el desorden que hubo por parte de
los generales austríacos en la última guerra de
Alemania, dice que la mezcla de hiingaros con
croatas, italianos, bohemios y alemanes, hace
absolutamente imposible que el Austria pueda
luchar con la Prusia. El distinguido escritor t r a za la admirable conducta del pequeño ejército
sajón en la última campaña, en la cual fué el
único cuerpo de ejército-que mantuvo sus posiciones y apenas tuvo prisioneros. Pero reconoce
que en el sentimiento de los sajones se ha verificado una gran traüformacion, deseando la g r a n deza de Alemania, y viendo que no podia conseguirse nunca por el Austria, el odio contra la
Prasia dejó de existir, y todas las inteligencias
han comenzado á abrigar la convicción profunda
de que solo la Prusia, poniéndose al frente de la
Alemania, podrá consoliélar su poder y su independencia á los ojos de laEurppa. Para ello solo pide que la Prusia sea representante del progreso y de la libertad en Alemania.
, Este escrito, como síntoma de la opinión en
muchos Estados de Álemauia, tiene una importancia que es imposible desconocer.
Por despachos posteriores se sabe quo sus
majestades no han salido de Badajoz bástalas
dos y media, en medio de una linmensa muchedumbre qué la íiclaií^aba sin cesar.
Se cree que maoana á las tres verificarán su
entrada en esta corte SS. MM.
En Daímiel, después de visitar á loa heridos,
asistirán á un solemne oficio de difuntos por las
almas de las víctimas del deagraciado incidente
del ferro-carriL La real capilla b * s^l'do para
dicha población.
L'i mala del Pacífico llegada á Southampton
esta mañana no trae noticias de la mediación
anglo-francesa, como no sean confidenciales. E a
Chile adquiría preponderancia el partido contrario á la guerra; pero el influjo de las pasiones
revolucionarias se dejaba sentir.
Ha llegado á esta corté, en uso de real licencia, el ministro plenipotenciario de España en
Marruecos, Sr. Merry y Colon,
<»
El ministro,d6,líegocio8 eatranjeros de Portugal y otro elevado personaje de aquel reino
acompañan hasta Madrid á nuestros Reyes. Se
alojarán en la casa del señor duque de Valencia,
de la plazuela de la Villa.
« « ^ 1
De París nos escriben hoy asegurándonos que
del 24 al 26 se llevará á efocto el viaje dé la emperatriz de los franceses a Roma.
JBOLSA.-COTIZA(?I(;ÍN OFICIA.L, D« HOX-
ítfeetti fú^ffo».
-g/ictot f^bHeos.
3lll6
Oonsolid. al tiojit.
De agosto, 4 3,000. 76-51
Itíferido al eont... 31-50 t)ejulio, 42,000.... 75-00
En Et MONITOR de Parí» llegado hoy se leen .Idemflin de mea.... 00-00 Déinarzo, i 8,000.. 00-00
ídem |ln prózlmb. 00-00 Obra» públicas..,.. 00-00
las siguientes líneas:
.
AnoriUmbla <d« 1.' 00-00 ProT. do Madrid... 00-0»
«La evacuación de Roma, que hemos anunciado dia Idesnde ».'.......... IS-OO Wal do Isabel II. 103 O
por dia, se ha UsTado á efecto en el orden siguiente: los Peraonal.»
16-05 >"btoic. dolBstaíto 61 90
regimientos 85 y71 de línea se embarcaron el 3 y el 7 en Billetes hipotecar. 90-00 l a ^ Kspa&oL..:. 117-60
el Go»cer y el Panamá: los 69 y 29 el 9 y 10 en el Intrepi^ Oarret. y socied..
Jmmo (TftKapaJj* t>Of O
de. En los dias 10 y 11 la artillería, ingenieros, gendar- De abril, 4,000..... 84-00 ía,iiobu.Kspá«,., 00-00
mería y un escuadrón da húsares partieron de Oivita86-00 Canal de üaatillla.
Daid. 3,000
Tecchla á bordo da !los buques Mogador, Labrador, y De Junio, i 9.000. 84-00 Oréctífto Ibérico...... 00-0
iS^t'^. Et legimiento 59, que dá la guarnición de aquella ciudad, está designado para marchar el último de toMañana San Yalentin. Coheluye elinbileo ea Ira redos el 12.
ligiosas del Caballero de Gracia. ^ '
El aviso ¿(?í«íVí»r queda reservado para coaduoir á
Marsella al general conde de Montebell», que debe emLa temperatura máxima de ayer V >
' i^^<> l¿',0al
barcarse el 13 de diciembre.»
sol, 3*,3 ala sombra, j la mínima l* da Uiiaamur.
Una carta de Tolón, fecha 11 de diéiembre
. ESPBOTAOÜLOa PARA MAÑANA.
que publica Ét MESSAGERDU Mipi, anuncia que ae
TEATRO REAL.—No se ha recibido el anuncio.
están preparando en aquel puerto para el caso de
eventualidades imprevistas, tres navios de la r e - . TEATRO DEL PRINCIPB.-Por la tarde y por la
serva., Eylau, Castiglion? ^Sfaint-Louis,
y el . noche. La pat de la aldea.
TEATRO DE JOVSLLANOS.-Por la noche, MaUti&sfovte
Chácente.
na, j por la tarde Pos mirlos ilaacos.
Cherburg dispone con el propio objeto los naBUFOS MADRILEÑOS.—Por la tarde. I» cola del
vios Bayard y Fontenoy.
diablo.-^Bl motín de las eMrtüas.-*-Vat la hoche, SI co»jwo.—Unsaraoyunatovrie.
—-—
i«fci ^
' _— V
DEL CIRCO Y NOVEDADES no ae ha recibido el
, Eí,Cq«ftWE« n^EíAis-ÜNis a n u b l a , cou referencia á telegramas de San í'rancisco y de N u e - anuncio. ' *'
PLAZA DE TOROS.—Sétima corrida le novillos.
ta-Orleans, que un destacamento francés que
BAILES
MA8CARA.-^LOS habrá en GapoUaescoltaba un convoy desde Guadalajara á Mara- n«s y circo deDE
Paul á las horaa de costumbre.
zello, habla caído en una emboscada preparada
por Regules.
^r. -
.'•;:•—<yi
./^tfíB:...,.
-
NQTIOIAB GENEBALBa.
— •.
Escriben de Berna qde el proyecto de reforma
militar propuesto por el mensaje federal, sería
aprobado sin discusión.
La compra de 100,000 fusiles Winchester representaba una suma de 10 millones de francos,
ó sea á 100 francos por fusil. La tras formación
de los fusiles actuales de la landwehr en fusiles
Milbarck, se calculaba en 1.890,000 flancos. Finalmente, se destinaba un crédito de 1.251,000
francos á la trasformacion de la artillería.
Total de los gastos, 43.141,000 francos, siendo así que el presupuesto anual d é l a Suiza se
eleva apenas á 18 millones de francos.
El ejército federal está formado de tres categorías:
Primera, el ejército propiamente tal (en aloman bundezanszug) que comprende los hombres
de 20 á 34 años: 79,087 hombre».
Segunda, la reserva compueiíjta de loa hombres de 34 á 40 años: 43,227 hombres.
• Tercera, la landwehr, do la queforman parte
todos los hombres de mas de 40 años, capaces de
llevar las armas y que no pertenezcan ni al ejército regular ni á la reserva.
El efectivo total asciende á 179,730 hombres.
Cartas de Constantinopla del 5 dicen que se
trataba de enviar el capitán Bajá al frente del
crucero turco, á fin de impedir la introducción de
armas y víveres en la isla de Candía.
Siete milhombres destacados del ejército del
Danubl) han sido enviados á Candía para reforzar el ejército de Mustafá-bajá.
La Servia insiste en la evacuación de la fortaleía de Belgrado por los turcos.
Los armenios no unidos reclaman la restitución ássií? derechos y amenazan unirse á Roma.
E l DIARIO DE ROMA dice que las ofrendas e n viada/S al Papa para el dinero d» San Pedro desde el mes de setiembre de 1859 hasta ahora, ascienden á 53.750,000 francos.
Las palabras que se supone haber pronunciado el Padre Santo y que tanta sensación há causado eu Francia, inspiran áEt-TuiES un artículo en
que parece que el órgano mas importante de I n glaterra quiere contestar á los diariog católicos de
Francia. En él sostiene que Napoleón, III no podia seguir en Roma otra conducta í . u | la que h a
seguido, y cree que el cumplimiento del tratado
de setiembre hará gran honor á su memoria. Et
TIMES concluye su artículo manifestando que si
Napoleón Itl ha podido ser mejor ó peor príncipe, tanto respecto do sus pueblos como de otras
naciones de Europa, la Italia sería el pueblo
mas ingrato d,el mundo si no le guardase en sus
corazones eterno reconocimiento. El diario i n glés cree que el desenlace de la cuestión romana
será la reconciliación delPontificado con la Italia.
El viaje de la emperatriz á Roma, si en efecto
se realiza, según todassus probabilidades, solodurará una semana, debiendo estar de regreso en
París para primeros de enero, con tanto mas motivo cuanto que para mediados de dicho mes se
anuncia que el emperador Napoleón debe abandonar la capital de Francia,
Real a«ooiacian do Banefioenoia domioiliaria.—Gran
rifa en la calle del Arenal, 33—Hablando quedada C49rca
[ de 200 premios, entre loe que se cuentan dos maguit%)3
¡jarrones regalados por SS. MM., y un piecio.so bia2ii|oj te enviado por S. A. la infanta duqueaa de Montpeaaier,
1 en la que se ha verificado á favor de lo8 pobres, se aire
j de nuevo el sábado 15 del corriente, de dos á seis de la
! tarde, con todoa los números premiadoa.
Valor del billete,_ 100 rs.—La^80cretaria_general.
!
—Dicen de Biarritt que e*te año la eitaoion de invi^r-
I no en aquel lindo pueblo est& muy concurrida, pasando
de ochocientos estranjaros 108 que permanecen aun a|)i,
\ entre ellos la princesa de Oldembargo con su facailla;)os
duques de Frías; el marqués de Javalquinto; el oo¿de
de Belascoain; el duque de Alcudia; los condes de Blai cas y otras personas de distinción de Rnsia, Inglaterra,
I España y Francia.
1 TamliiQn la ciudad de Pau está muy oonearrida e|te
i año con las familias del Norte de Europa, que va(| k
gozar de aquel agradable olima.
—Da deipaeho telegrifieo de Léndre» dise que ba i « -
nido lugar el miércoles, á la una y media, nna esploal^n
en las calderas de vapor de una fábrica establecldaiea
Barnsley. Parece que trescientas personas han perd|lo
la vida «n esta horrible esploaíon.
EL TIMES confirma esta desastrosa notlcl(^, aSadiendo qua los ingenieros de minas calculan que apenas
quedarían con vida muy pocas personas de los cuatrocientos que entre hombrea y liíactt había en la mina.
La Báploaioa no se estendió tanto que prendltiaé fuego k
los oiitbonea.
;;
.•^Vn^BipreoíeMe •useritor nvealro, á á e ' t f i l f ea Ba>
yona'iq\ietiivóía desgráeía de perdere#Kidrid, en
el año de 1865, Un hijo aia<^dode la OníarMíiífád llamada garrotitlo, tan gOÉéraleil loé niños, nos escribe que
el doctor conde de Langrandiere, que ejerce Va, medicina
en Saint-Paul, ha encontrado en la aplicaoloa del azufre un medio curativo de esta terrible enfermedad. Hó
aquí cómo reflere una de las muchas ouraaioaes que
habia realizado oh casos desesperados: «Hice traer, dice
el doctor, flor de azufre, tomé una cucharada grande,
la hice desleír en un vaso de agua y mandé que al niño
se le diese de hora en hora una cucharada de ella. A
lap 48 horas el niBo estaba fuera de peligro, habiendo
arrojado tres mémhranas del tamaño de una habichuela
grande. En ió que v i de aso ha realizado otras «nU curas por el mismo sistema y con igual éxito, siendo notable que casi todo/ los casos que sé han presentado de
garrotlUo, combatidos por el método antiguo, han tenido un resultado fatal.»
—Se^ui», el Almanaqae «ttadldioo , naaen «n Helaada
23 hijos legítimos por cada uno lle^timo, en Italia 19,
en España 17, en Inglaterra 14, en Francia 13, en Bélgica 12, en Prusia 11, en Noruega, Suecia y Austria 10;
en Sajonia 5 y en Baviera 4.
Las provincias españolas da mayor inmoralidad, baja
este punto de vista, son Orense, donde nace un hijo Ilegítimo por cada 9 legítimos, Cádiz (1 por 7), Canarias.
Coruña, Madrid y Pontevedra (1 por 6) y Lugo (1 por 6).
Porfin,esta proporción ea de i por 4.ea las ciudades de
Badajoz, Gerona, León, Madrid, Pamplona, Pootevedra, Segovia, Sevilla y Toledo; de 1 por 3 en Salarai»,»»ca, y de Un ilegítimo por oada doa legítimoa en Uádli,
Santa Oru^difeserifa, Cc^uila, Lugo y Orense,
—El mart«( próximo dará l u piimer oonoiert» en el
teatro del Circo la eminente joven pianista sfeSorita
d'Herbil, tan ventajosamente conocida por el publico
filarmónico de esta corte.
—8» 1)« Térjfliaado en S«ptander el enlace d«I liittim
abogado y empleado en el ministerio de Ultramar, don
EnriqueLeguina, conunabella y distinguida aeSorita
de aquel panto.
—Ha llegado ¿ Madrid el leSor obi«Bo de Pu«rto-Bi-
co. En la próxima semana saldrá para Loja, coa un objeto de grandísima é inmediata utilidad para las misiones de nueatras Antillaa.
—B« ba «onoedído aut(>r¡*áa¡an para trasladar á Portugal los restos mortales del Sr. silba Cabral, secretario que fué de iá legación portuguesa en Madrid.
—Con referenoía A un videro que aeaba de Ufcfiar da
Andalucía ae ha dicho ayer quo ha fallecido en él pueblo del Visillo D. José María Merino, á coasecuaücia de
la enfermedad que padecía hace tiempo.
—Mañana empezarA A repartiría en etta cóiM la n o -
vbla que, con el título de Lo» 300,000 ¿«raí, historia i*
v,)i pobre hombre, ha aaorito ituestro amigo y colaborador
D, JOUQ lüomiial».
Sábado.
15 de Diciembre de 1865
LA EPOÜA.
wmm
^>t$i
T N U » A CARRBSO.
I.
Fuimot lo8 primeroe en anunciar en las eolamnas de
LA BPOCA la aparición de un brillante aatro musical en
los horizontes de la sociedad de Uadrld: falmos los primaros á tributar nuestra admiración y nuestro aplauso
¿la joven pianista venezolana, señorita doña Teresa
Oarréño; h o j toda la buena sociedad de Madrid está
asombrada del mérito d« esta nlSa preeoz, que al ejaoutar al plano lo que ejecuta i su tierna edad, rivalizando con los primeros pianistas da Europa 7 escedióndolos, es, k juicio de todos, ua verdadero fenómeno. Hace
pocas noches, la distinguida sociedad que 'se reunió en
el Conservatorio para oiría sancionó con sus aplausos
este juicio, 7 nilones próximo looonflrmará dé nueyv 7
con mas autoridad, si cabe, el ilustrado púb|leo del teatro Real, en cuyo espacioso escenario se presentará á, dar
su último concierto la interesante ñifla.
Teresa Carreño nadó en Saíaeas, capital déla república de Venezuela, el 22 de diciembre de 1853. Emfezó sus estudios de piano 4 la edad de seis aSos, bajo
la dirección de su padre, distinguido planista en su juventud y formado en la escuela de los mejores maestro Ü
alemanes. A lóís ocho años, Teresa tocaba, ya con una
limpieza y exaat^ud sorprendente, con admirable brillantez y delicadeza, la música de Beethoven, de Mendelssohn, de Thalbergy de Prudent.
A esta edad tuvo que partir con su padre de su país
natal, pues este se vi^o-obligado ¿ abandonarftVenezuela y marchar &NuevK-v^ork por causas políticas. En
e0ta«íadad tuvo ocasión dé oírla el célebre Oottschalk,
que lleno de entusiasmo, se ofreció espontéiBe^meute 4
aarla lecciones. Oottschalk la (hizo {estudiar la mayor
parte de sus mejores composiciones, y no habla la niSa
cumplido todavía los nueve años cuando '.e presentó á
toear ante el público dé Küeva-York. Toda la prensa
de esta ciudad se ocupó de Xaresa, la tributó los mas
ri|nd€8 elogios por su brillante ^cueion, por el delica0 sentimiento que se rendaba en su maneja de espresar los pasajes mas interemntes, Admirando sobre iodo
su penetración Inconeebtblé en su tierna edad para interpretar loa mas recónditos secretos de los grandes
coim>oeitores. Teresa dio siete conciertos enl^uevaTork ante un público cada día mas aiimeroso y nías eu'
tuaiasmado, teniendo lugar ti último en el gran teatro
ae lleva «1 nombre d« Academia dsUútAca, el miemo
la que cumplía los naev«t años, atrayendo con su mérito i aquel salón una concíirreaaia de más de 4,000 personas.
f
Í
n.
A tos pocos días de tan brillante éxito. Teresfa Carreña se dirigió ¿ Boston, ftnya población és mas inteligente y mas severa «n materia de músloa que la de Nueva-York.
Afirman, sin embargo, testigos presidenciales, sin
temor de que se les tacne de exagerados, que el entuMasmo que estalló en derredor de la tierna niña no reconoció limites. Teresa dló allí diez conciertos y otros
diez en la Providencia 7 en otros pueblos de las cercanías. La sociedad filarmónica de Boston la invitó á tocar en uno de suB conciertos Lecaprice irilUrnt, de Hendelssohn, que ejecutó acompañada por una orquesta
formada de 55 profesores alemanes. Cuando conduyó de
toear esta pieza, el presidente de la sociedad le confirió
públicamente una medalla de oro con esta Inscripción:
«Dedicada & Teresa Oarreño, la joven pianista, por lagooíedad filarmónica de Boston como homenaje á su genio.—24 de enero de 1863.»
Otra medalla de oro le fué otorgada públicamente
por las señoras al terminar el concierto dado en el salón de Chiokerio«p, con esta inscripción: «Las filarmónicas de Boston & Teresa Carreño.—»aIon dé Cbickering 24
de enero de 1363.»
Por aquellos dias ée publicó en Boston un wals en 8
partes que Teresa había compuesto en Nueva-York y
dedicado k Oottschalk, y fué tan grande su éxito, que se
lé hizo ejecutar en todos sus'conciertos, viéndose los
editores en la üeceeídad de haoef en pooos dias tres ediciones.
III.
Teresa llegó & la Habana en marzo de 18ftS, provista
de 35 cartas de recomendación que Oottschalk le dio
espontáneamente para los mas emlneates artistas y personas mas notables de aqnéllá capital. Con su llegada
i la Habana coincidió la pubUcacion de un artículo escrito y firmado por G«tteohaIk enBi. SIGLO, periódico de
aquella ciudad, en el cual el gran maestro emitía la
(»{^lon de que dimos cuanta en L A BPOCA & su tiempo,
opinión autorizada y en que se confirma que Teresa
Carreño es un genio en toda la estension de la palabra.
«Desde los nueve años, decia el maestro, toca el piauo
con la roismia £acilí4»d con que (Janjba el pájaro y con
que la flor abre su corola. Sus composloíbaes revelan
una sensibilidad, una gracia y un arta qué SJIO suelen
s « patrimonio éSclustvo del fíatftjo 7 dB U edad madura. En seié ú ocho lecciones que la he dadc, la gran
pianista ha vencido obstáculos que hubieran sido j^ará
otros barreras insuperable?, y esto DO es de estraaar,
porque Teresa Carreño pertenece á ésa clase de seres
privilegiados por la Providenéia, ien términos que tengo
la firme convii»tlon de que llegará con el tiempo á ser
una de las mas grandes artistaa de su época.»
Teresa hizo las delicias de la sociedad d^ la Habana
durante tres meses oue permaneció en aquélla ciudad,
y dio diferentes cóholeirlóíl flíl el salón del Liceo y en el
gran teatro de Tacón, á los cuales acudió siempre una
inmensa concurrencia. Kl Liceo* la coronó en público y
la nombró su sócla facultativa. Bu el momento solemne
y tierno i»l& corpnkciün, el presidente, con voz entrecortada por laslágriiitas, dio lectura al acta de la Junta, en la cual sé consignaban en los términos mas espresivos y honrosos las razones especiales que había tenido
el Liceo para que inglesara en su seno la jé ven pianista,
no obstan* e su tierna edad.
Bl Liceo de MatáUzasaiirutó el ejemplo del de la Habana, y después que los iodividuos de su Junta directiva
oyeron tocar á Teresa, la coronaron en público, entregándola el diploma en que la nombraban sócia de mérito.
IV.
Pero no eran suficientes todos estos triunfos; era
preciso que Teresa Carroño, después de haber recibido
la? lecciones 7 los aplausos de Oottséhalk, obtuviese la
eánciondelos demás gtándes maestros europeos. En
efecto, el padre dé Terwa, siguiendo los consejos de
Gottsehafií, la llevó á París Con este objeto. Allí llegó
el 3 de mayo de este año, y el dia 5 tocó en los salones
de Erald en presencia de Mr. Deloourt y del profesor
Krüger, que la ^si^resaron toda su satisfacción y la colmaron de elogios. Mr. Délcourt la invitó 6 tocar de nuevo el dia 7, y lució entonces su portentosa habilidad en
presencia de los dia^nguidos artistas MM. Quídaut y
vivier.
La opinión de estos señores fué tanto mas lisonjera
para lajóven Teresa Carreño, Ouanto que Mr. Quídaut
es, 4 mas de pianista, un compositor de gran reputación.
Los aplausos que la prodigó el último durante la ejecución de una fantasía d^ Ohopin, y la profunda impresión
que produjo en Mr. Viviér, tocando la marcha solemne de
Oottschalk, pieza de una prodigiosa dificultad, hicieron
comprender a su padre que su hija había entrado en la
send» donde ha^ia queridft verla, y en la cual había
profetizado Oottschalk que se colocaría en París.
Teresa lúereeló él honor de tocar en casa del gran
maéétro Rossiní! La PMarié de Moités, deTalberth, y
una balada de su composición, fueron las doa primeras
piezas que ejecutó; y al terminarlas, el venerable maestro, sabiendo que acabi^pa de componer una fantasía
sobré motivos de lá Uoréa, manifestó su deseo de oírla,
y la niña se apresuró á complacerle. Losjentuslastas bravos,de Rossini fueron una especie de bautismo recibido
por livjóven artista. «Señorita, la dijo 4I eoncluir Rossini, sois una gran pianista; yo supongo que Irels á Inglaterra aprovechando la presente estación, 7 os ofreced las cartas de recomendaoloo que queráis.» Bstas cartas espontáneas, ofrecidas por el primer maestro de Buropa, son en verdad el mas grande honor que podía prometerse Teresa, al mismo tiempo que la aseguraban en
Inglaterra 7 en todas partes una acogida tan espléndida
7 cordial como étla se merece. Pocos dias después, el
14, Teresa tocó delante delo^ebre Llstz, después de haberle oído ejecutar al mismo algunas de sus brillantes
piezas. Bata vez fué su éxito tan completo como de costumbre. El gran pianista se levantó de su silla entusiasmado, 780 aproximó al plano á apretar cariñosaniénte la mano do la niña 7 á felicitarla, en tanto que
MM. Jaól y Planté, pianistas de gran mérito, batían palmas en loor de la pianista.
Aquella misma noche Teresa se presentó por vez
primera en público en París en el concierto del célebre
vlvIer. Bn presencia de un auditorio escogido 7 numeroso, (geeutó la Plegaria dt Mottéi de Talberg 7 el JftMrm-e del Trovador de Oottsclutlk. Bn ambas obtuvo un
éxito estrepitoso, v escitó un entusiasmo que la espresaron en los térmmos mas cariñosos todas lae personas
que se aproximaron á saludarla, 7 entre otros HM. Qaidaut 7 vivier. Tambieil todas las señoras presentes se
aprovimaron á estrecharla entre sus brazos.
CjAl día siguiente tocó Teresa en el salón de la baronesa de Remanal ante una sociedad la mas distinguida de París. Es imposible espresar el entusiasmo con
5[ue lajóven artls-ta fué acogida. A cada notase veía
interrumpida por los aplausos de to los loa presentes, y
al terminar su primera, pieía, que fué una fantasía sobre motivos dal Rigoltto de Listz, todos los concurrentes
se aproximaron al piano para colmar de elogios y de
aplausos á la gran pianista.
Del éxito que Teresa Carreüo ha obtenido en Madrid,
no tenemos necesidad de hablar, pues desde la noche en
que por primera vez s« exhibió en casa de nuestro amigo, el distinguido literato y consejero de Estado señor
SI. Eugenio de Oohoa, la fama de su mérito se ha estenido por todos los círculo) de la corte, en términos de
llenarse completamenté'el salón del Conservatorio en la
noche de su concierto, cosa inusitada, cuando de concierto se trata. Pero Teresa Carreño aspira á que un
público mas numeroso juzgue de su mérito, y el concierto que para el lunes se prepara en el teatro ííial, servirá
de complemento á su justa celebridad en Madrid.
Diremos, para concluir, quo Teresa Carreño no es
solo una de las mas eminentes pianistas da su época, no
es solo una inspirada compositora; es además una hija
modelo, que en uno de sus últimos viajes ha pasado por
la amargura de perder.á su madre y que es hoy el consuelo y el sosten de su padre; Teresa Carreño es una niña de 13 años, de pura y angelical belleza y de un desarrollo físico tan notable, qu'j compite con su desarrollo
moral. Esperemos unos dias mas, y al consignar, como
consignaremos el éxito de su concierto del teatro Real,
nuestro pobre juicio, sancionado por tantos maestros
eminentes y tantas personas distinguidas, recibirá el sello de la unanimidad del público de Madrid.
M.
<•
I /
-
LA VIRUTA.
ARTÍCULO DESARTICULADO.
¿Han visto Vds. alguna vez una viruta?
Sí.
¿Han pensado Vds. después sobre lo que hablan
visto?
No.
Pues hete aauí que yo voy á reparar esa grave omisión, dando á Vas. una razón de pensamientos concentrados y como si dijéramos, en pastillas de caldo para viaje, que desleídos en una proporcionada ración de castellano, podrán componer una regular salsa, para estómagos no muy fatigados, ni muy exigentes.
Y si la viruta no le pareciera á alguno digno manjar
para aderezado con la tal salsa, puede aplicársela al que
le parezca mas sabroso y con solo variar al artículo dos
ó tres sustantivos, repetidas doscientas ó tr^scitoti^s
veces, se podrá llamar sin Inconveniente, La gota deag%a.
—La catarata del Niágara.—El billete hipotecario.—
Abraham-Lincoln.—La niña Carreño ó el cañón Brakeley.
Léanme Vds., y de hoy mas no verán acepillar una
puerta con criminal indiferencia, ni encender una chimenea, ni calentar cola eá el taller de uu carpintero, con
cruel impasibilidad.
''
Empecemos.
Nunca be podido mirar sin emoción una viruta.
Al verla enroscarse bajo él cortante flío de la garlopa
ó del Cípillo y rodar al suelo, como un bucle desprendido de un postizo, por una inhábil maritornes, siempre
me ha hecho pensar.
Las virutas son los rizos del pino, como los rizos son
las virutas de la mujer.
No se asusten Vds., que ya iremos trayendo á buen
camino está comparación, aunque al principio sea menester darla cordelillo.
Una viga que se deshace en virutas, es lo mismo que
una mujer que sQ deshace en rizos y en encajes; ocupa
ciíin veces mas y "sirve cien veces menos.
No hay mas que una diferencia entre ella-s.
Las virutas salen de la viga.
Los encajes y los rizos suelen salir del marido.
Hó aquí cómo hemos encontrado un parecido mas
entre el nombre y el alcornoque.
El pino, al ver que el hombro se cobijaba ásu sombra,
bascaba las migajas de sus pinas, y se tenía que torcer
la nuca paramirar su altiva copa, debió despreciarle altamente.
El hombre un dia se le subió á laq barbas.
O á las hojas, que para el caso es lo mismo.
Después inventó el cepillo.
Después... las cajas dejaba y los paífibulo?, los arcos de triunfo y las vlrutasf con los trofeos de «\x victoria.
'.^ . , • • < . ; . . . .,
A la muj«r le sucede dos cuartos de lo mismo.
El hombre no dejaría de arrastrarse á sus pies, si no
la hubiera atado do pies y manos con los rizos, los encajes y los lazos.
Es decir, con el lujo.
¿Y qué es el lujo?
Kl lujo no es mas qnae la riqueza ^en virutas.
T si no, j a verán Vds.
Una onza me parece que es una cosa útil.
Nadie me negará que es una riqueza.
Y si alguno lo niega, créanme vds. á mí y no le hagan
maldito el caso.
Pues bien.
Entregúesele á uno da esos hábiles ebanistas del
oro y de la plata, que se llaman plateros.
Nos la devolverá convertida en varias virutas.
Que así podrán ser anillos de boda como de serviUeta.
Pero que en ambos casos serán anillos de lujo.
En el primero sobre todo.
Casarse, es un lujo fabuloso para todos los humanos.
Con la sola escepcion de los maridos de las primas
donnas.
Cuando vean Vds. una mujer elegante, pueden asegurar que se ha cepillado un bolsillo.
Cuando un contratista, cepilla un suministro.
Un tutor, los bienes de su pupilo.
Un abogado, una herencia.
Pueden tener Vds. la seguridad de encontrarlo en
virutas, en el cuarto de su mujer 6 en el ¿oudtir de su
querida
banco del herrador, con el banzo azul y con el Banco de
San Fernando. Y come para que la viruta no setiesista
al rizado, que hace el orgullo del autor y el sencillo
contento de los suscritores, es preciso que la hoja n a
bien fina y el corte bien superficial, apenas si se distíngnen los matices, ni la consistencia, ni las vetas del
tronco de donde proceden. ¡Robusta encina, endeUe
chopo, crédito público, ejercicios gimnásticos, vuestras
virutas ruedan sueltas en la poco envidiable igualdad de
los quo tienen que parecerse en todo, porque i;o tienen
nada en qué diñirenciarsel
Y sí se detuvieran aquí, sería detenerse á tiempo: no
seré yo ciertamente quien niegue que las virutas de la
economía política, de la literatura, de la moral, ni de cosa alguna en este mundo, pueden tener su dificultad y
BU gracia.
Pero nada menos que eso: el autor se olvida de los
orígenes, de la forma, del grueso y do la consistencia de
sus obras, y ante el montón de virutas que le rodea, al
cabo de un año ó dos de acepillar envejecidos zoquetes,
se convence de buena fó y se demuestra, c cmo tres 7
dos son cinco, que aquellas hojas son de la madera de la
que se hacen los buenos libros, 7 sin mas ni mas, las
encuaderna, con uno de esos títulos, mas ó menos t«*¿toí de hojas, cuardllas, cuadernillos, manos, resmas, manojos 6 estudios, variedades, ensayos, recuerdos, memorias, etc., etc., que pueblan los escaparates de nuestras
librerías: y esto constituye hoy casi esolusivamente el
libro en nuestra patria.
Bs lo mismo que si uu carpintero atara las virutas de
su taller para volver á hacer un pino.
El tal pino no serviría ni para ahorcarse.
¡Pobres virutas! frescas, brillantes, graciosamente
enroscadas en rubios tirabuzones, exhalando el penetrante olor del pino recien cortado, parecían algo al pié
del banco del carpintero; todos las hemos recogido alguna vez con gusto, 7 desdoblando sus ondas, nos hamos
sonreído al verlas recobrar su primera forma con el
nervioso movimiento de un muelle de reloj; pero miradlas á los pocos dias desbordándose de un viejo serón que
ha de ser su carro mortuorio, empolvadas, r.ptos sus graciosos anillos, perdida la elasticidad y el «robaa que les
prestara en los primeros momentos de su vida, la s^vía
del tronco de donde se arrancaron.
¡Oh poetas! ¡ohfilósofo<i!¡oh literatos! ¡oh politícos
del siglo XIX! que después de llenar los fondos y las gacetillas de los periódicos, con esas virutas de ia imaginación ó de la ciencia, que se llaman coplas, variedades,
revistas semanales, juicios críticos, sentís que el afro
del dia siguiente se lleva vuestras obras, borri vuestros
aforismos y arremolina vuestras escomuniones con vuestras alabanzas, os asustáis de tal despilfarro y queráis
componer con esas hojas sueltas, encuadernándolas,' ún
robusto cedro, que viva por sí como el árbol de dipnAe
las arrancasteis; vuestro libro no será nunca masque
un serón de virutas.
Un símil mas y he concluido.
Como elias servirá parfectameata para calentar cola
ó para encender chimeneas.
A la altura á que nos encontramos, no sé lo que les
pasará á Vds.; pero de mí sé decir que me asombro por
la magnitud de mi asunto.
Busco por todas partes pensamientos y solo encuentro... virutas.
, Las zarzuelas me parecen las virutas de la música.
Los periódicos, las virutas de los libros.
. La fotografía, una viruta de la pintura.
El mundo, una viruta del universo.
¡Oh siglo XIXI ¿Será posible que tu nombre te lo hayan dado las luces? Sea enhorabuena, no quiero yo enemistarme con la empresa del gas, pero por lo menos tu
apellido corresponde de derecho á las virutas.
Y con el mismo vigor y de la misma manera, podríamos recorrer toda la monografía de esas interesantes quejas del pino y del aliso, y si la dislocada musa de
las trasposiciones de trapecio aéreo y de los símiles de
salto mortal, no nos abandonalia, aoepillaríamos todo
el horizonte de la Hacienda, de la política, de la economía doméstica, de la literatura dramática, de la pintura, de la música y de los circos de caballos.
De viruta en viruta, no dejaríamos títere con ca beza 7 con la llave ganzúa de las comparaciones,
atrevidas, nos meteríamos on todas partes, saldríamos
de todos los laberintos y todo lo traeríamos á cuento,
con incierta oportunidad, pero con cierta gracia.
Y así habríamos hilvanado sin mas ni mas, un acabado specimen de la mas florida forma de nuestra literatura contemporánea.
Ese specimen, esa forma y esa literatura, son las
virutas mas curiosas de cuantas hemos desenvuelto
hasta ahora.
Como ellas nacen, como ellas viven y como ellas acaban, y á guisa de moraleja del artículo, le vendrá de
molde, que las consagramos alguna consideración mas
formalita.
Andan por ahí [muehos principios viejos y sabidos
de sentido común, aplicables á todas las cosas y á otras
muchas mas.
Todos los conocen de vista, y los que no de o'das.
Pues hé aquí la materia vil de esos artículos y de esa
literatura. Lo demás, es obra de lá ligereza de mano
del ebanista y del cortante filo de la garlopa.
De un tronco, del que todos hacían leña, el articulista hace virutas, y al ontemplar las sencillas fibras
retorcidas en Tetruéoanos, rizadas en paradojas, en
trasposiciones y en símiles, 0£claman á una, de.^de el
antiguo suscritor de LA ESPAÑA al novel comprador de
Los SUCESOS: ¡qué original y qué profundo!... y hasta el
domingo próximo.
Bl asunto es lo de menos; lo principal es el retorcido
de la frase y el encañonado de los períodos.
Si el vicio que se condona, la virtud que ^e ensalza,
la comedia que se critica ó la institución que se censura, se dejan pillar un par de homónimos, ya están fréseos, les ouéipta la broma una columna mas ^erén^l^n'
oitos desiguales, y qU» les carguen toda,M4^?jp}jLlpa; y
pecados de sus tocaJQs.
Así, por ejemplo, tratándose del Banco de Terranova, es necesario cerrar con el Banco de Macbeth, con el
Diciembre 13 de 1866.
— ^
F. SILVELA.
^
VAPORES-CORREOS DE A. LÓPEZ Y COMPASÍA.—Línea
trasatlántica.—Salida de Cádiz los 15 y 3 de cada mes á
la una de la tarde para Santa Cruz de Tenería, PuertoRico, Habana, Sisal y Veracruz, trasbordándole los pasajeros para estos dos últimos puntos en la Ht^bana á
los vapores que salen de allí el 8 y 23 de cada mes.—
Cádiz á la Habana: primera clase, 180 pesos fuertes; iaegunda clase, 130 pesos fuertes; tercera clase, SO pesos
fuertes.
Camarotes reservados de primera cámara de solo dos
literas á Puerto-Rico, pesos fuertes, 170; á la Habana,
pesos fuertes 200 cada litera.
El pasajero que qjiiiera ocupar solo un camarote da
dos literas pagará un pasaje y medio solamente.
Se rebaja 10 por 100 sobre los dos pasajes al que tome un billete de ida y vuelta.
Los niños de menosVie dos años gratis; de dos á siete años medio pasaje.
Linea del Mediterráneo
Salidas de Alicante.—Para Barcelona y Uarsella,
miércoles á las once de la mañana.
Para Málaga y Cádiz, aábadoá á la misma hora.
Billetes directos para Barcelona, Marsella, Máisfa 7
Cádiz.
Madrid á Barcelona, primera clase, 270 rs.; segunda
clase 180 rs.; tercera clase, 101.
Informarán sobre precios de pasajes, etc., etc., te
Madrid, Marsella, Barcelona, Alicante,«Málag% y C^diz,
én el despacho central de les ferro-carrilea, 7 D. Julias
Moreno, Alcalá 28 y 30.
Imp. de J. Juaneo y compañía, editor responsable,
Torres, 11, principal.
saa
BBM
Los anuncios extranjeros para L A BPOCA, Meforma, Diario Español^ Pensamiento JEspañol, Be^eneraeion, Espíritu Piíblico, Lealtad, Política
recibiendo, como siempre, en París, «Agencia Franco-Española, de D. C. A. Saavedra,» Ene Taitbout, núm. 55.
ÓPTICA.
OBRAS DE MÚSICA
de 2 & 48 tocatas, entre ellas unas con ci^pipanillas, otras con caja y campanillas, voz humana,
bandolín, espreslvos, etc., y también
C A M S DE MtiSICA
de 2 & 13 tocatas, con neceseres, portaoigarros,
c«eita8 suizas, albums.de fotografía, estuches para cigarros, para tabaco, mesaade labor, muñecas danzantes. Las últimas novedades en casa
. L A CASA CHEVALIER,
ónica de su nombre, con doa medallas de oro en las exposiciones d Francia, que se fundo en 1760 en el Quai
del l'Hciríoge, y ha pasado de padres á hijos, es la de
CHARLES CHEVALIER, INGENIERO.
JPalals R o y a l , 1A9, en P a r í » .
Talleres, Cour de Fontaines, 1, duplicado, antigua casa da Vicente Chevalier; marca de fábric», dos medallas de oro en 1834.
Gem¡elos, microscopios, aparatos de fotografía, prístales franceses para con.5ervar la vista crowm glass),
instrumentos de geodesia, física, óptica y matemáticas. Véanse los catálogos ilustrados.
Esta casa nO tiene nitígun depósito en Páris ni itx el estranjero.
(A. 2460.)
X H . H E L t E R , eíi Berna (escribir franco). Estas obras, cuyos sonidos campestres alegran
el espíritu, deberían encontrarse en todos los salones y cerca del lecho de los enfermos. Depósito
de piezasí concluidas. Reparaciones.
MAQUINAS DE VAPOR VEaTÍCALES Y PRIVILEGIADAS.
FINÍAS O L O C O M O V I B L E S ,
FABRICADAS POR HERMANN LACíIAPELLE Y CU- GLÓVER.
U4, fauhmr Poisapaniere, en Paris.
(A. 2.500)
Tienen por su censtruccion inmensas ventajas sobre todos los sistemas conocidos, y
están admitidas por S. E. el Ministro de Agricultura, Comercio y Obras públicas de
Francia, f por la Comisloá central de Ingenieros para las máqui i.as de vapor.
El Sirop del doetor r«>Medalla de premio y mención de honor e» la Exposición do Londres de i862.
GST, cara cttarrot, ton,
Medalla de oro en todos los concursos.
'
i0» ófffoa iirit<Mi<mi$
Las
hay
desde
la
fuerza
de
uno
á
quince
caballos,
con
ruedas 6 sin eila^, para la in^
tureiosat 4» lai
CALDERAS
dustria, agricultura, serrerías, chocolaterías, harinerias, para la estraccioné irrigación
pitas, y todos los doloreí del pecho.
INESFLqsiBL^S.
de las aguas, etc., etc. Reemplazan muy ventrosamente a los motores de siento ó sis•^^ Doetor C i u u . calla TM«noe, M. Piiii.
temas d i norias; en suma, son uiílísimos átodo agricultor é industrial que necesita una fuerza motriz, por lo
Depósitos en Mrdríd: Calderón, Príncipe, 13; More- poco que ocupan y la facilidad con que se instalan, coüducen y trasportan. Enviase franco el prospecto, y con
no Mlquel, Arenal, 6, y Escolar, plazuela del Ángel, 7. cada mfiquiüa un guía especial Ilustrado, con el cual cualquier artesano puede maucjsrlás bien jptronto. Las
Sirve los pedido? la agenda Praaco-Espafiola, Sor- máquinas se envían ya montadas* pudiendo funcionar desde luego de desembaladas.
0, 81, antes EjpoBÍCion ostranjera.
La Agencia Franco-española, 81, calle del Sordo, en Madrid, sirve los pedidos.
(A. £.408.)
im#fHHimttg ffwya I M m<dii«M.
orFORGET
san
París, 3 6 , calle Vivlenne, Vf
CHABLEMÉDECÍNSPÉCIAL
DOS ENFERMEDA DES SEXUALES Y AFFECCtOK
^&0W0RKEA8 Y SANGRE, T SE tA PUL.
30,000 oaras de empmnei,
DEPURATIF afecíionts culantAs, virus
y enfintiedoídiis téereta$,
. acritudes y humores i» ta
sangre, prueban basUiÚA
biéh ()ue v(i «foiiurtftivo vegetal (sltt intJrSiínoj,
ymisBAnos MiNEBAiLea son los (micos aedU
eameatosque curan radicalmente estas afecciones.
El Jarabe de citrato d»
P L U S DE hierro át QB^LB es el
único que cura enseoaida
lisGonorreas.RelajactoñtB
Y DebUidade» det eantl, las
pérdidas | leucorreas de las mujerea. Los hpnbreí
débaa servirse también de mi inyección. Las sefloras
de la inyección virginal y del citrito de biérro^
MiWJUUWA» : pomada ({ue It» caMi en it diu.
POMMADA ANTI-ERPETiOA «
•¡•lltnt: los ptofuonnes, capiillos, empeines; s(«.
HLDQRAS DEPURATIVAS DI C H A B L K
Virsey iaslraedon qniicompanis Ctdi w Cwiiuvoi
... SAIVG
COPAHU
Depósitos en Madrid: Calderón, Príncipe, 13,—Mo
reno Miquel, Arenal, 6, y Escolar, Plazuela, del An
gél.TSirve los pedidos la Agencia Franco-EspaBola,
Sordo 31, ,antes Exposición estranjera.
U ROSEB DO PARAPS
de la casa Oger, rued'EnghIen, nüm- 21i en París,
es siempre elestracto mas buscado para e| paííuelo.
sas(ii
j América,
se siguep
por su distinguido y suave perfumo. Precio del frasco 5 francos —Otros productos déla misma casa Ogé'f:
Pomada Cefálica contra la cnlvicie. Jabón de P o ü qyet de France. Oximel Multiñore, para el to(?a4or.
Elixir y polvos odontophiles, etc. •
(A. 2491)
CAPíáUiiAS R4QUIN, de Parte.
Después de cien curaciones obtenidas de igual numero de enfermos, la Academia de n^edlclna ha 4é8
clarado que estas cápsulas son superiores á todas ládemas preparaciones. Para precaverse contra la falsía
flcaclon, exíjase el nombre del inventor Raquln, qu»
lleva cada frasco. Véndese cR las princit)ale9 fecmai"
cías de España ep que se haílan los Vejigatorios y papel de Albes peires. En Madrid, Sánchez Oca&a, Ea*
colar y Moreno Miquel. La Agencia franco-españoía,
31, calle del Sordo, sirve los pedidos. En provincias
sut depositarlos.
POLTOS DIVINOS ANTIFAGGDEMCPS
PrtOló lO R s .
Para «desinfectiir, oicatrisar j enrir» ripidamente las «llagas fétidas» y gangrenosas,
los cánceres ulcerados y las lesiones de las partes amenaipdas de una amputación.
BBPÓsiTo in PARÍS : rué de la Verrerie, 38.
la earn drVr. Msqnlsr, dngnlsta,
ta Acsaeia fraaMiIspuioU, en Madriii ^,
Calle del Sordo, antes Espósicitm ^strat^era,
Cime Mayor, 10, sirve los pedidos.
En provincias sus depositarios, Bn Madrid, Sánchez Oca&a, Escolar y Moreno Miquel,
•SSB
NOTA. Bs magníSco para antas y dfspnea de haberse bafiado para suavizar y eÓRf^ne
la caída del pelo. (No importa la clfsa de aguas ni estación.)
'
ACEITE DE BELLOTAS CONTRA LA QAtVICIE.
OTRA. Por mayor, 35 por i09 4e rehaf», y se cita en el número de d<|pdsit^8 donde fió lo
Calle de Jardines, núm. 5.—Precio: 6,18 y 18 n. fraaco.
haya establecido, al que haga'lo» pedidos;
', "
'
En tedos los tiempos sSlxan becho esfuerzos pira dascdbrir los
Los pedidos ál inventor, L. ie prii y Moreno, proveedor de .83. AA. jRR,
medios eficaces de devolver á la éabeza el pelo perdido; pero ni las
(8)
•
preparscíoétas de los módicos griegos y romanos, ni las de los in•**.
ventores de la Edad Media, ni las de los eharlátants y productores de
nu'strps días, han alcanzado unaréputupion mejor merecida que nUes_
tro balstinilco, efleaz y Inofensivo Aóeite dé Bellotas, P*'* ^*^" '^^'^ ' '
eabelloy nutrir suaraices.
^
DesJe la feliz ap«r<oion de este descubrimiento, tedas las eOmpoSieioues antiguss y
modernas han sido abandonadas por insuficientes á peligrosas: eatrs ellas se encuentran
las que mas boga aloaní«ron; como son las de grasa de Oso, de Topo, ip Zorira y Oasior, la
Sanare <le Gatturo, de Ligarlo, de Avestrm, los polvos de Yí6ofa,dt Bsfurpion, de Gantáridas,\*» emizMdt Avispas deE»car4ba/0,dñ Oaortf «tí/o, etc, «íe., y lanzadas al p.blioo
Pepósitct ÍJenífals Puerta del Sol, 13.
muchas de elias con nombres bonitos.
NuHtro ACEITE DE BELLOTAS no es uno da tañidos procadlipisutos que deben su
Saouvsali Tudescos, 32, Madrid.
fortuna i un charlatanismo bien estudiado, al lujo ds carteles, fraseos y etiquetas, se la
deba á sus magfiífleas propiedades higiénicas y msdiciziales, que forpaarán época en el
gioi
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PRECIOS.
Lo eompran unos como articulo simplemente de toeador; otros par;i combatir la eani€
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O
y
1
0
rs.
libra.—Tés desde S á 8 0 rs. libra.
oíe, y la alopscia; muchos para eurat llagas, herpes, uasgre, Tiruelas, arisípilay otrasafeeeioaes eutineas.
Médicas de répatacioD, d« Madrid y provincias, lo propinan-con éxito en las afecciones
f'l.iirW
i . m i i B m lililí(i«iiL'jjjiii.iii«*ii(i.«
escrofulosas j rtquitis de los niSoS, en reemplazo del aceite de hígsdo ^e bacalao. Nosotros
bdinOjieros.
El
autor,
qua
TÍTS
aa
la
calle
dé
lo vendemos esolúsivamínte como cosmético para el caballo.
las veneras, núm. 3 , enarto prlnoinál, td
Puntos de venta: Altifteria, farmaota de Uoju.—Alieantt, farmacia do Soler, y; R. HeSi hay alguien que quiera mejorar su sanandez;Mví^ai perfumoria de Gutiérrez.—.Sarcí/oíta, farmscíftsde Broell.rpe Monserrat' de lud, que vaya a vivir en la eult» y pacífica remite ]M>r al correo, n se le envían 16 rs. o
Globo, y perfumería d* Toras, ffadajoz, farmacia de Ordoñtz, Sirgos, cémercio de Molíare, ciudad de Barcelona, cuyo clima os muy tum- 32 «tallos de cartas. 8a vende i \%y 11 tn\W
y perfumería de Martínez, Siliao, farmacia y droguería da Somonte, Befar, comercio de Po- plado,:^ hallará »n la plaza de la Oonstitu- en las librerías de Hernando y Sáqcnfs.
rueta, Cartagena, perfumería de la Cruz, Oádit, perfumería de Rey, Coffcg«farmac¡8 de Mo- -'""
(17)
"
" - 3,
o cuarto
^ 4.
' « , v.»,vv-a,
derecha, -buen
núm.
« « H trato
reno, Oáeeres, perfumaría de Vinegra, Ferrol, droguería de Oalan, e'írowa.farmacis de Vi- ácien,
poco coste, con bonitas habitácíojies bien
Ta»,fffíWflíía,droguería, puente delcarbop, ffí/o», comercio de'Winder,/a<», comercio amuebladts, sin ssr casa de huéspedes.
de Bermejo, V farmacia i« Alvar,/íríí de la Frontera, farmacia dé Gonzalei:y perfumería de
(P.O.Í
D8z,Z/ftó«,»rntt»cIade Abadal, M(tdrid,/ábriea\única,Jirdines6. JUTu^"*, comisión de AlmazaO,0»t>áo,íarmaoiade8antamarina,OriAiífía, perfumar a de Matos, Pamplona, perfurla d« Étazquin, Plasencia, comercio de Pozuet», ^uintanar de la Ordek, drogoorla ue ViDB VALDEPB^AS
Manual de teneduría de libros por partida
llaoalias, Keus, ftrmacia de Ferrer, Sffilfa, perfumería d» Perri^r, Santander, perfumeTINTOS TBLiNCOS,
meria de Alonso, S^an Stiaitian, psrfumeriajde iyestaran,ffanFernando{ls\»] perfumería de doble, por D. Felipe Salvador v Aztiar, ocMíralles, Soria, perfumería de Losada, Salamanca, farmaeis-droguerfa d» Villar y comercio tava edición: comprendido sn la lista oficial
de Pozneta, ToUio, farmacia de Martin Duque, Tortosa, perfumería de ViUuendas, Tarra- de obras de texto para las railes escuelas de
gana, farmacia deCuohl, /«y,farmacia de Amoedo Hermano. Ubeda, farmacia de la» Peñas, Comercio, Instiiutos y exámenes de ingreso
7igo, dra guería de Pardo, Vitoria, perfumería de Blanco, Valencia, perfiín érísde Mileadez, on la da Adfiaini^racjon Qiilftar, da Marina
y mmaeia 4e Vidal, Yalladolid, perfumería del Humíllete Oriental, Zaragoza, perfamerías y de Hacienda pública. Tiene apliaaolones
i la contabilidad del Estado, sooifdades y
de LKrro(}ue, de Barril j de Jorcan, Zamora, farmacia de la viuda de Escéra.
La higiene aspira á perfeccionar á la natara^jeza.
, „ , „ „GAlffl8JLMg,PIADOSO PABA 1867,
P«r el Dr. D. MIGUEL MAftílNEZ Y SANZ, cün los pronósticos del acreditado y primi.
*L?.?ÍI'I°^*°''' ®'"-j8gll9. PubLioado oon lícéttoia da lMutorid#d solesiístios, y adornado
?ott una termosa estampa de la SsntiSima Virgen de ta¥aleta V varias vitó^^^^
• . rñru'lnn^ftt'i TtíS°'^*f'°' ^^* fOnsta de un tomo en 8." de 168 páginas eaballa de vende x S % ^ ? 5 p e z ? 6 r M . " r * ' ^ ^ ^
ds^ídrid jproyínlía^j «» U iwrenta
- . Ííí!iri*''!??,''tP?^'"!Jf^i ^ 'Jl*?" '^* ""«''« 88»o«<lfl cuatro cuartos por cada ejemplar,
• • dingl-án á D, Antón;© Pérez DubruU, Carbón, 4, tareero, Madrid. '
(tíub.)
GUSTAD Y COMPARAD.
^
'Mil*» •> ( M f c W ^ i ^ ^ «
LOS GAFES Y TÉS DE M. LÓPEZ.
CAFÉS Y TÉS.
DE LA
mmWAUiA COLONUL,
Inleresanle.
PROVEIDORA DE SS. MM.
y prem'ada en París, lóndres y oU-as capitalf s
Ade^ii?.ílh&2S2fM ° ' '^" S*^^" ^ **í*** I' 0<"'»P»8Í« Colonial, no necesitan encomios.
M t K s T l Z « * f f i ' i ? " 5 ' " ^ ° ' " y •?'"?> «"crupu^sidad con que la Oompañía trata
T « ¿ í f í ^ ^ i ' " ««""dos: do »qní el mcesante desarrolla da su venta,
eafe^dé Perfs í o M "-r ^'Xt '^'"«•. 9"» «o?- «1«»«<*? Ij* «PJjiíias, i 8 reales librs; el
r l o l tiVTdilih
!l"*^^ ««P«"<". * 10 id., y e café de Itoka á 16 id.
der deellM
**"•' ' * <'°='P»'"» » • '*" • » ? " « » . n? pudiendo respén-
Hay desousnto para loa ésmikclmiéntos de coasamo
| m e S f f i r d ' e 1 t t t e f « S . y ^ ' ^ " ' ' ' ^ - " - ''y
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^> ^ P"* »« ^«-t.* al por
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OBRA. DK TEXTO
LOS VINOS
DEL miOUES DE J^EliaiJIS,
lie venden tínica y esclusvaij^ente en la calle de Hnrtaleza,
numero 19.
(23;