Las advecciones de polvo de origen sahariano en
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Las advecciones de polvo de origen sahariano en
Las advecciones de polvo de origen sahariano en Canarias y su posible influencia en el medio natural continental y oceánico Dorta, P.*; Gelado, Mª.D.**; Criado, C*. M.D.**; Cardona, P.**; Collado, C.**; Hernández-Brito, J.J.**; Mendoza, S.*; Torres, M.E.**; Rodríguez, M.J.** y Siruela, V.F.** *Departamento de Geografía. Universidad de La Laguna. **Departamento de Química. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Resumen El mayor desierto del planeta, el Sáhara, constituye un manantial de aire cálido y seco y, a su vez, de grandes cantidades de material particulado litogénico. Su cercanía a Canarias implica una enorme influencia en el clima de toda la región y los cuantiosos aportes de polvo tienen importantes repercusiones no sólo sobre el medio natural, sino también sobre aspectos socioeconómicos de las Islas. Ya comienza a demostrarse su incidencia en algunas enfermedades y las altas temperaturas que acompañan a estas situaciones atmosféricas afectan a cultivos, incendios forestales, etc. Aquí mostramos la influencia del aerosol mineral de origen sahariano en Canarias. Este trabajo se enmarca en un grupo de líneas de investigación que estudian la importancia que la distribución del aerosol mineral tiene sobre el clima y el medio ambiente, siendo actualmente uno de los temas de mayor relevancia en investigaciones de disciplinas como la Climatología o la Oceanografía. Palabras clave Calima, polvo sahariano, aire tropical continental, Canarias INTRODUCCIÓN Este estudio forma parte de un amplio proyecto de investigación que combina la Climatología Sinóptica tradicional y técnicas estadísticas multivariadas, ya expuestas en trabajos anteriores (DORTA, 1999 y DORTA et al., 2003), con la medición de cantidades y composición del material particulado de origen sahariano. Para ello se cuenta con muestras tomadas de algunas dunas litorales de Canarias –para análisis a escala geológica-, una base de datos meteorológica y sinóptica, así como polvo de origen sahariano recogido con captadores de alto volumen en las cumbres de la isla de Gran Canaria –para análisis a escala histórica y en la actualidad. Los datos obtenidos están siendo analizados y tratados estadísticamente para conocer toda una serie de parámetros sobre este tipo de situaciones atmosféricas (frecuencia, intensidad, carga de material, origen, etc.). Se trata de aportar información para estudiar, a medio plazo, si estas situaciones van en aumento y, si así fuera, que relación tendrían con el cambio climático, dando algunas pautas de su comportamiento estacional y sus tendencias en los últimos años. Además, se pretende conocer las características mineralógicas y químicas del polvo, de manera que también expondremos algunas cuestiones sobre la influencia de este material en los suelos y en la geomorfología así como en las aguas oceánicas de las islas. En las siguientes líneas mostramos, por tanto, los primeros resultados en cuanto a sus efectos en el medio natural. EL AIRE SAHARIANO Y EL MEDIO NATURAL El clima de Canarias se ve sometido a lo largo del año a la llegada de tres masas de aire diferentes (MARZOL, 1993): la tropical marítima, la tropical continental y la polar marítima. La de mayor frecuencia es la primera, sobre todo en los meses cálidos, mientras que en los fríos aumenta considerablemente la presencia del aire polar y continental sahariano hasta suponer aproximadamente, entre ambos, la mitad de las fechas del invierno. Las entradas de estas últimas pueden suponer más de un tercio de las jornadas en los meses fríos, con un mínimo muy marcado en la primavera (DORTA, 1999). El aire tropical continental que llega a las islas tiene su manantial en el desierto del Sáhara y, por consiguiente, transporta los rasgos termohigrométricos de éste. Estas advecciones ya han sido ampliamente estudiadas en cuanto a sus características (FONT TULLOT, 1950; DORTA, 1990, 1991, 1999) y en cuanto a sus efectos (DORTA, 1995, 2001 y GARCÍA et al., 2001) e incluso se ha analizado su frecuencia y su estacionalidad con series más o menos amplias (DORTA, 1999 y DORTA et al., 2003). Sus principales rasgos se definen por el aumento térmico -aunque en invierno es poco pronunciado-, el descenso considerable en los valores higrométricos, vientos normalmente de levante, una clara estabilidad atmosférica y la disminución de la visibilidad como consecuencia del transporte de grandes cantidades de polvo en suspensión. Es sabido que las masas de aire sahariano tienen una serie de efectos importantes sobre la sociedad y sobre el medio natural. En el primer caso ya han sido demostrados en cuanto a la contaminación atmosférica al hacer descender la altitud de la inversión térmica de forma considerable y en la agricultura por la sequedad ambiental y las altas temperaturas. En el medio natural los efectos más destacados tienen que ver con el desarrollo de los incendios forestales puesto que bajo estas situaciones se generan las condiciones propicias para la propagación del fuego debido al cambio atmosférico que suponen, sobre todo a la altitud a la que se encuentra el bosque de pinos (Pinus canariensis), principal especie afectada (figura 1). De esta manera, la mayor parte de la superficie forestal canaria ha ardido durante fechas de predominio de aire sahariano (DORTA, 2001). Figura 1: Contraste entre las masas de aire (promedio de abril a octubre) a diferentes topografías isobáricas en relación a los incendios forestales. Fuente: Sondeos termodinámicos de Santa Cruz de Tenerife. Elaboración propia El polvo sahariano y el medio natural Sin embargo, el principal objetivo de este trabajo es el efecto del aerosol sahariano sobre el medio. Este material particulado o calima no ha sido hasta muy recientemente cuando ha empezado a analizarse desde diferentes ópticas (CRIADO y DORTA, 2003; DORTA el al., 2002; QUEROL et al., 2002; TORRES-PADRÓN et al. y GELADO et al., 2003). El Sáhara mantiene habitualmente una atmósfera enturbiada por la presencia de partículas muy ligeras de arena, pero el transporte de las mayores cantidades de este material litogénico se origina cuando aparecen determinados litometeoros entre los que sobresalen las tormentas de arena en el sector occidental del desierto. Una vez levantado el polvo por la turbulencia que crea la tormenta éste es susceptible de ser desplazado en función de la disposición de los diferentes centros de presión y acarreado a grandes distancias, llegando incluso, hasta el Caribe o el Amazonas (ARIMOTO, 2001) y manteniéndose hasta más de una semana en la atmósfera durante su transporte (MIDDLETON, 1997). En este sentido, el efecto del polvo sahariano en los suelos parece ser que ha tenido, a escala geológica, una notable importancia. Así, son numerosos los trabajos sobre los suelos canarios que citan la presencia de minerales alóctonos en su composición mineralógica (FERNÁNDEZCALDAS, E.; TEJEDOR SALGUERO, M.L. y P. QUANTIN, 1982). Es notoria la presencia de cuarzo, aunque dicho mineral está ausente en la geología volcánica de las islas (a excepción del afloramiento traquítico de Montaña Tindaya) y, desde siempre, su presencia ha sido interpretada como resultado de las advecciones de aire sahariano. En esta línea, el trabajo de MIZOTA y MATSUHISA (1995), a través de análisis de la abundancia del isótopo δ18O, confirma el origen sahariano del mineral de cuarzo. Otro mineral presente en las nubes de polvo es la mica; la ilita, extraordinariamente abundante en los suelos argílicos de Lanzarote y Fuerteventura (TEJEDOR et al., 1995; TORRES, 1995), y cuya génesis no parece guardar relación con la geología eminentemente basáltica de estás dos islas, podría proceder de la meteorización de micas saharianas; los análisis de la ratio 87Sr/86Sr, muestran asimismo valores muy próximos a los obtenidos con micas aportadas por polvo sahariano (MIZOTA y MATSUHISA, 1995). Por último, en algunos análisis mineralógicos sobre muestras de aerosoles procedentes del desierto del Sáhara, se observa la presencia de calcita (derivada del transporte de fracciones finas desde los afloramientos calcáreos mesozoicos y neógenos del Sahara Occidental y Hamada de Tinduf). Y no es descartable que estos aportes carbonatados hayan tenido relación con el desarrollo de costras calcáreas en islas como Lanzarote y Fuerteventura. En relación con la evolución del relieve, hasta el momento no se han localizado los habituales mantos de loess peridesérticos que, en cambio, si aparecen en la franja norte del Sáhara. Ello podría estar en relación con la posición de las islas al oeste del desierto, por lo que las grandes deposiciones de polvo, asociadas casi siempre a lluvias torrenciales se producen cuando una borrasca aspira el material litogénico y lo decanta por acción de la lluvia. Dada la trayectoria de movimiento de los borrascas -de oeste a este-, la situación atmosférica necesaria para tal fenómeno no suele ser muy habitual aunque hay ejemplos actuales confirmados (CRIADO y DORTA, 2003). El efecto de los aportes de polvo sahariano sobre las formas de relieve ha sido constatado a través del estudio de tres cortes existentes en dunas litorales de Gran Canaria y Fuerteventura (figura 2) y ha permitido diferenciar cuatro fases de estabilización de los campos dunares escalonadas del 30000 BP al 9500 BP (CRIADO y HANSEN, 2000). Figura 2: Perfiles combinados de los cortes de Corralejo, Jinamar y Tufía Elaboración propia El primero de ellos, denominado Corralejo (Fuerteventura), muestra 4 capas; C.2.1 y C.2.3 están constituidas por arena dunar bioclástica, muy rica en carbonatos (entre 84% y 89%), y presentan abundancia de aragonito, calcita y calcita magnésica, con muy poco cuarzo eólico de origen sahariano; se trataría de dunas litorales, activas en su momento en un ámbito árido. C.2.2 y C.2.4 con color 10 YR 7/4 y contenidos en fracción <63µm de 22.8% y 17.0%, presenta abundante cuarzo y nidos de Antophora y conchas de Teba sp. que han permitido su datación por 14C en 16980±120 BP (Beta-125056) y 13890±110 BP (Beta-125057). Se trata claramente de una mezcla de arena dunar y dust o polvo sahariano. Este sería responsable de la estabilización de la arena bajo condiciones sensiblemente más húmedas con decantación masiva del polvo en forma de lluvia de sangre o blood rain y la fitoestabilización de las dunas. El segundo, Tufia (Gran Canaria), presenta tres capas. La T.1.2A, es esencialmente arenosa y bioclástica: aragonito, calcita y calcita magnésica. La T.1.2B es algo más limosa (14.7% <63µm), muestra conchas de moluscos terrestres (Pomatias laevigata), tiene una cierta cantidad de cuarzo eólico y ha sido datada en 30990±300 BP (Gd-7560). Sobre ésta descansa T.1.3 constituida por una duna con abundantes granos volcanoclásticos. El tercero, Jinamar (Gran Canaria), muestra una antigua duna, con arena bioclástica – aragonito, calcita y calcita magnésica- y volcanoclástica, bien clasificada. Sobre ella se apoyan dos capas más terrosas (64.9% y 62.8 % <63µm), color 7.5 YR 5/4, con abundante cuarzo eólico y rica en nidos de Antophora y conchas de moluscos terrestres (Teba pisana, Hemycicla glaciana, Napeus obesatus, Turricula despreaxi y Pomatias laevigata) datada en 9530±110 BP (Beta-60644). Estaríamos ante una deposición de dust asociada a precipitaciones intensas. En los últimos 30000 años se han producido, al menos, cuatro fases de estabilización en dunas litorales de las Canarias Orientales. La estabilización se asocia a caídas de polvo sahariano bajo lluvias importantes. Si bien las invasiones de aerosoles saharianos suelen producir estabilidad atmosférica, algunas densas nubes de polvo, con masivas deposiciones en forma de blood rain se asocian a fuertes precipitaciones que afectan a Canarias, como ya hemos señalado (CRIADO y DORTA, 2003). Cabe pensar que durante los cuatro periodos identificados, este tipo de situaciones debieron ser relativamente frecuentes. En lo que respecta a las consecuencias del polvo sahariano en el océano, sus efectos también parece que son notables y así lo constatan las publicaciones más recientes (TORRESPADRÓN, 2002). De hecho las cantidades que caen sobre las aguas superficiales son muy superiores a las que se depositan sobre tierra firme. El transporte de material litogénico desde los grandes desiertos del planeta puede tener influencia en los ciclos biogeoquímicos de elementos traza y nutrientes, pudiéndose modificar la productividad de los ecosistemas marinos, aunque debemos señalar que las relaciones son complejas debido a la influencia de los procesos físicos en el agua superficial y a procesos internos en los ciclos biogeoquímicos. Ya existen algunas estimaciones de cantidades de polvo transportado sobre el Atlántico, como se pone de relieve en numerosas publicaciones (PROSPERO, y CARLSON, 1972 y 1981). El Sahara constituye la fuente más importante de material particulado mineral a la atmósfera (200·106 toneladas). En la actualidad el interés más destacado en el estudio de la importancia del polvo en la biogeoquímica de las aguas superficiales reside en la relevancia del hierro como un nutriente traza, teniendo en cuenta que la atmósfera es el principal manantial de éste al océano. En algunas áreas oceánicas el hierro puede limitar el crecimiento del fitoplancton aunque existan otros nutrientes en cantidades suficientes. Además, parece que aportes de hierro elevados podrían estimular la fijación de nitrógeno en las aguas del giro noratlántico propiciando el crecimiento de las comunidades fitoplanctónicas (GRUBER y SARMIENTO, 1997). Hay que señalar que este material litogénico sahariano contiene también, especies biológicas (como algunos tipos de bacterias) que pueden modificar el equilibrio de ecosistemas como los corales. Por último es importante destacar el debate que existe en la actualidad sobre el papel que tienen los aerosoles minerales en el cambio climático. Para la región de Canarias las estimaciones realizadas hasta la fecha señalan cantidades totales entre 1 y 2,4 millones de toneladas para toda el área de Canarias (TORRES-PADRÓN et al., 2002). Las mediciones más recientes, llevadas a cabo en el Departamento de Química de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, muestran la relevancia de estos aportes al medio terrestre y al oceánico. Éstos siguen un patrón estacional claro aunque con una alta variabilidad interanual, de manera que hay un máximo en cuanto a frecuencia de estas situaciones y de cantidad de polvo en invierno y un mínimo en la primavera. Las concentraciones medias anuales han oscilado entre los 27 y los 70 µg/m3, con pico superiores a los 500 µg/m3. Todos ellos bajo situaciones de predominio de aire sahariano y el tamaño medio de las partículas se sitúa entre 0,6 y 4,9 µm (GELADO et al., 2003). CONCLUSIONES Este trabajo contribuye, en primer lugar, a confirmar la importancia de las advecciones de aire sahariano en el clima de Canarias, tanto en cuanto a su frecuencia como, sobre todo, a sus efectos. El medio natural -continental y oceánico- se ve afectado de manera muy importante por los cambios meteorológicos que implican estas situaciones así como por los aportes de grandes cantidades de aerosoles litogénicos, con episodios de gran intensidad en cuanto al volumen de polvo transportado desde el desierto. En segundo lugar, se inserta en una línea de investigación de gran relevancia en los últimos años, que trata de establecer toda una serie de relaciones complejas entre los diferentes componentes del sistema climático. En tercer lugar es importante el papel del polvo como huella paleoclimática como se pone de manifiesto en el análisis de los suelos y de las formas de relieve. Quedaría por comprobar las huellas a escala histórica y en la actualidad. En cuarto lugar, este tipo de estudios y la utilización de series largas de datos de cantidades y composición del polvo de origen sahariano, abren las puertas para establecer tendencias o ciclos en estas situaciones atmosféricas actuales y contribuir así, junto con datos de otros puntos de medición, a profundizar en el cambio climático. En este sentido algunos modelos climáticos, como los del Hadley Centre de Gran Bretaña apuntan hacia un calentamiento muy acusado en al Sahara que, evidentemente, harán que las advecciones de aire tropical continental sean más virulentas y probablemente la inyección del polvo a la atmósfera superior a la actual. Si, como es de esperar, aumenta la intensidad de las olas de calor es muy probable, por ejemplo, que el riesgo de incendios forestales también se acreciente. Por último hay que destacar que se contribuye a la realización de investigaciones futuras sobre los efectos que estas situaciones comportan en aspectos aún poco estudiados como la salud de la población o las consecuencias sobre el turismo, principal fuente de ingresos para el Archipiélago Canario. BIBLIOGRAFÍA TRADUCTION EN FRANÇAIS Les advections de poussière d’origine saharienne aux Iles Canaries et leurs influences possibles dans le milieu naturel continental et océanique. ( ce travail fait partie d’un projet d’investigation financié par la Direction Générale des Universités du Gouvernement des Canaries (nº2001/086)). *Département de Géographie. Université de La Laguna. **Département de Chimie. Université de Las Palmas de Gran Canaria. RESUMÉ Les plus grands déserts de la planète, le Sahara, constitue une source d’air chaud et sec et, forme à la fois de grandes quantité de particules lithogéniques. Sa proximité des Canaries suppose une énorme influence sur le climat de toute la région et les apports considérables de poussière ont une répercussion, non seulement sur le milieu naturel,mais aussi quant aux aspects socioéconomiques des îles. On commence déjà à démontrer son incidence sur quelques maladies et les hautes températures unies à ces situations atmosphériques endommageant les cultures, produisant des incendies forestières etc... Nous montrons ici, l’influence de l’aérosol minéral d’origine saharienne aux Canaries. Ce travail se situe dans un champ d’investigation, lequel étudie l’importance de la distribution de l’aérosol min´ral sur le climat et le milieu ambiant. C’est actuellement un des plus brillants sujets d’investigation en matière de Climatologie ou d’Océanographie . LES MOTS-CLÉS La Calima, la poussière saharienne, l’air tropical continental, les Iles Canaries. INTRODUCTION Cette étude fait partie d’un vaste projet d’investigation qui combine la Climatologie synoptique traditionnelle et les techniques statistiques multivariées, exposées dans les travaux précédents (DORTA,1999...), avec la mesure des quantités et compositions des particules d’origine saharienne. A cet effet, on compte sur des prélèvements de certaines dunes du littoral des Canaries-pour leurs analyses à échelle géologique-, une base de données météorologiques et synoptiques ainsi que la poussière d’0rigine saharienne obtenue par captages à haut volume aux sommets de l’Ile de Gran Canaria-por l’analyse à échelle historique et actuelle. Les données obtenues sont analysées et traitées statistiquement afin de connaître une série de paramètres à propos de ce genre de situations atmosphériques ( fréquence, intensité, charge de la matière, origine etc..). Il s’agit d’apporter des informations pour étudier à moyenne échéance, si ces situations pouvant augmenter et si ce serait ainsi, quelles relations pourraient – elles avoir avec les changements climatiques étant données quelques-unes des rêgles de conduite des saisons et leurs tendances ces dernières années. En outre, on prétend connaître les caractéristiques minéralogiques et chimiques de la poussière de sorte que nous exposerons également certaines questions sur l’influence de cette matière sur le sol et la géomorphologie ainsique sur les eaux océaniques des îles. C’est pourquoi dans les lignes suivantes, nous signalons les premiers résultats se rapportant aux effets dans le milieu naturel. L’AIR SAHARIEN ET LE MILIEU NATUREL Au cours de l’année le climat canarien est sujet à l’arrivée de trois différentes masses d’air ( MARZOL,1993) : la tropicale maritime, la tropicale continentale et la polaire maritime. La plus fréquente est la première, surtout durant les mois de chaleur, tandis que pendant les mois froids la présence de l’air polaire est continental saharien augmente considérablement jusqu’au point de pouvoir l’estimer, entre les deux, la moitié de l’hiver. Les entrées de ces dernières pouvant s’estimer plus d’un tiers des journées des mois froids avec un minimum à remarquer au printemps (DORTA ,1999). L’air tropical continental qui arrive aux îles s’origine dans le désert du Sahara et par conséquent, il en transporte les éléments thermohygrométriques. Ces advections ont déjà été largement étudiées en ce qui concerne ses caractéristiques (FONT TULLOT...) et leurs effets (DORTA...), on a même analysé sa fréquence et sa saisonnalité plus ou moins amplement (DORTA...). Les principaux grands traits sont l’élévation thermique-bien que peu prononcée en hiver- la considérable descente des valeurs hygrométriques, les vents normalement du levant, une claire stabilité atmosphérique et la réduction de la visibilité, conséquence du transport des grandes quantités de poussière en suspension. On sait que les masses d’air saharien ont une série d’effets importants sur la société et sur le milieu naturel. Dans le premier cas, cela a déjè été démontré a propos de la contamination atmosphérique en faisant descendre la hauteur de l’inversion thermique d’une manière considérable et dans l’agriculture par la sêcheresse ambiantale et les hautes températures. Dans le milieu naturel, les effets plus remarquables ont à voir avec l’expansion des incendies forestières, étant donné que ces situations originent les conditions propices pour la propagation du feu,dû au changement atmosphérique et surtout a l’altitude à laquelle se trouvent les forêts de pins (pinus canariensis), la principale espèce ravagée (figure 1). C’est ainsi que la plus grande partie de la superficie forestière canarienne a été proie des flammes pendant l’époque de prédominance de l’air saharien (DORTA,2001). Figure 1 : Contraste entre les masses d’air (moyenne d’avril à octobre) à différentes topographies isobares en rapport avec les incendies forestières. Source : Sondages thermodynamiques de S/Cruz de Tenerife. Propre élaboration. LA POUSSIÈRE SAHARIENNE ET LE MILIEU NATUREL Cependant, l’objectif principal de ce travail est l’effet produit par l’aérosol saharien sur le milieu. Cette matière de particules ou Calima a commencé à être analysé très récemment sous différentes optiques (CRIADO...). Habituellement le Sahara maintient une atmosphère troublée par la présence de particules (grains) de sable très légères mais le transport des plus grandes quantités de cette matière lithogénique s’origine lors de l’apparition de certaines lithométéores parmi lesquels se lèvent les tempêtes de sable dans le secteur occidental du désert. Une fois que la turbulence a élevé la poussière créée par la tempête, cette poussière est susceptible d’être déplacée en fonction de la disposition des différents centres de pression et d’être transportée à grandes distances, même jusqu’au Caribe ou l’Amazone (ARIMOTO...) persistant plus d’une semaine dans l’atmosphère durant son transport (MIDDLETON...). Dans ce sens, l’éffet de la poussière saharienne sur les sols semble avoir eu une importance remarquable à escale géologique. Il y a, ainsi, de nombreux travaux sur les sols canariens qui mentionnent la présence de minéraux allochtones dans leur composition minéralogique (FERNANDEZ...). La présence du quartz est manifeste, bien que ce minéral est absent dans la géologie volcanique des îles (exception faîte de l’affleurement trachytique du mont Tindaya) ; cette présence, depuis toujours a été interpretée comme le résultat des advections de l’air saharien. Dans cette ligne, le travail de MIZOTA y MATSUHISA (1995) à travers des analyses de profusion de l’isotope..., confirme l’origine saharienne du minéral de quartz. Un autre minéral présent dans les nuages de poussière est le mica, la ilita, extraordinairement abondant dans les sols argileux de Lanzarote et Fuerteventura (TEJEDOR...) et dont la genèse ne semble pas guarder une relation avec la géologie eminement basaltique de ces deux îles, elle pourrait provenir de la météorisation de micas sahariennes ; les analyses du ratio ( ), nous montrent également des valeurs très proches à ceux obtenus avec les micas apportés par la poussière saharienne (MIZOTA...). Finalement, dans certaines analyses minéralogiques effectuées sur des prélèvement d’aérosols provenant du désert du Sahara, on observe la présence de calcite ( dérivée du transport de fines fractions depuis les affleurements calcaires mesozoïques et néogènes du Sahara Occidental et Hamada de Tinduf). Il peut être, certes, admissible que ces apports carbonates aient eu une relation avec le développement de croûtes calcaires dans les Iles de Lanzarote et Fuerteventura. En ce qui concerne l’é volution du relief, jusqu’à présent on n’a localisé les couches de Loess péridésertiques habituelles qui, par contre, surgissent dans la frange Nord du Sahara. Ceci pourrait être en relation avec la situation des îles à l’ouest du désert, raison pour laquelle les grands dépôts de poussière, presque toujours associés aux pluies torrentielles, se produisent lorsque une bourrasque aspire le matériel lithogénique et le décante sous l’action de la pluie. Vu la trajectoire du mouvement des bourrasques de l’est à l’ouest, la situation atmosphérique nécéssaire pour un tel phénomène n’est généralement pas très habituelle bien qu’il existe des exemples actuels et confirmés (CRIADO...). L’effet des apports des poussières sahariennes sur les formes de relief a été constaté à travers de l’étude de trois brêches/coupes existantes dans les dunes du littoral de Gran Canaria et Fuerteventura (figure 2) et a permi de différencier quatre phases de stabilisation des champs des dunes échelonnées du 30.000BP au 9.500BP (CRIADO...). Figure 2 : Profils combinés des coupes de Corralejo, Jinamar et Tufía. Le premier schéma, dénommé Corralejo (Fuerteventura) présente 4 couches ; C.2.1 et C.2.3 sont formées de sable de dune bioclassique, très riche en carbonate (entre 84% et 87%) et présente une grande quantité d’argonite, de calcite et de calcite magnésifère avec très peu de quartz éolien d’origine saharien : il s’agirait de dunes littorales, actives au moment, dans un milieu aride. C.2.4 et C.2.4 avec la couleur YR 7/4 et les contenus en fraction (......), présente du quartz en abondante quantité et des nids d’Antophora et coquilles de Teba sp. Qui ont permi leur datation par 14C en (....). Il s’agit nettement d’un mélange de sable des dunes et « dust » ou poussière saharienne. Celui-ci serait responsable de la stabilisation du sable sous des conditions sensiblement plus humides avec la décantation massive de la poussière sous forme de pluie de sang ou « blood rain » et la phytostabilisation des dunes. Le deuxième schéma, Tufia (Gran Canaria) , présente trois couches, La T.1.2A, est essenciellement sableuse et bioclastique : aragonite,calcite et calcite magnésifère. La T.12B est un peu plus limoneuse (...), présentant des coquilles de mollusques terrestres ( Pomatias laevigata) ; elle a une certaine quantité de quartz éolien et a été datée en (.....).Sur cette dernière repose T.1.3 qui est constituée par une dune aux grains volcanoclastiques.. Le troisième schéma, Jinamar (Gran Canaria) nous montre une vieille dune de sable bioclastique, aragonite,calcite, calcite magnésifère et volcanoclastique, bien classifiée.Sur elle, reposent deux couches plus terreuses (....), de couleur 7.5 YR 5/4, avec une grande quantité de quartz éolien et riche en nids de Antophora et coquilles de mollusques terrestres (....) datée en (...).Nous pourrions nous trouver devant une disposition de dust associée à des précipitations. Dans les 30.000 dernières années, il s’est produit au moins quatre phases de stabilisation dans les dunes littorales des Iles Canaries Orientales. La stabilisation est associée aux chûtes de poussière saharienne sous les fortes pluies. Bien que les invasions des aérosols sahariens produisent habituellement la stabilité atmosphéique, il ya certains nuages de poussière, denses de dépôts massifs en forme de –blood rain- ,qui unis à de fortes précipitations, affectent les Canaries, comme nous avons déjà fait mention. On peut penser que pendant les quatre périodes identifiés, ce genre de situations ont d^être relativement fréquentes. En ce qui concerne les conséquences de la poussière saharienne DANS L’OCÉAN, il semble que les effets sont aussi importants et constatés dans les publications les plus récentes (TORRESPADRON,2002). En fait , les quantités qui tombent sur les eaux superficielles sont bien supérieures à celles qui se déposent sur la terre ferme. Le transport des matériaux lithogéniques à partir des grands déserts de la planète, peut exercer une influence sur les cycles biochimiques des éléments traces-nutriments, pouvant modifier le rendement des échosystèmes marins, bien qu’il faut signaler que les relations sont complexes dû à l’influence des processus physiques dans l’eau superficielle et aux processus internes dans les cycles biogéochimiques. Il y a déjà quelques estimations de quantité de poussière transportée sur l’Atlantique comme de nombreuses publications ont mis en relief (...) Le Sahara constitue la source la plus importante de matériel de particules minérales à l’atmosphère (...).Actuellement, l’intérêt le plus accentué pour l’étude de l’importance de la poussière dans la biogéochimie des eaux superficielles réside dans le relèvement du fer en tant que nutriment-trace, étant donné que l’atmosphère est sa source principale à l’océan. Le fer peut limiter l’expansion du phytoplancton dans certaines zones océaniques, bien qu’il y a d’autres nutriments en quantité suffisante. En plus, il semble que des apports élevés de fer pourraient activer la fixation du nitrogène dans les eaux du mouvement giratoire Nord-Atlantique et seraient favorables ainsi au développement des communautés phytoplanctoniques (GRUBER et SARMIENTO,1997). Il faut remarquer également que ce matériel lithogénique saharien contient aussi des espèces biologiques (comme certaines sortes de bactéries ) capables de modifier l’équilibre des échosystèmes comme les coraux. Finalement , il est important de souligner le débat qui existe actuellement sur le rôle des aérosols minéraux dans le changement du climat. Pour la région des Canaries, les évaluations réalisées jusqu’à présent déterminent des quantités totales entre 1 et 2,4 millions de tonnes (TOORES-PADRON et al.,2002).Les mesurages les plus récents, réalisés au département de chimie de l’Université de Las Palmas de Gran Canaria indiquent l’importance de ces apports au milieu terrestre et océanique. Ces derniers suivent un patron net de saisons, quoique ayant une haute variabilité inter-annuelle de manière qu’en raison de la fréquence de ces situations et de la quantité de poussière, la maximum se produit en hiver et la minimum au printemps. Les concentrations moyennes annuelles ont oscillé entre (.....), avec des extrêmes supérieures à (....) : tous dans des situations de prédominance de l’air saharien et la grandeur moyenne des particules s’estimant entre (......) (GELADO et al.,2003) CONCLUSIONS Ce travail contribue, en premier lieu, à confirmer l’importance des advections de l’air saharien dans le climat des Canaries, la fréquence et surtout les effets. Le milieu naturel continental et océanique est affecté très sérieusement par les changements météorologiques qu’impliquent ces situations ainsi que par les apports des grandes quantités des aérosols lithogéniques avec des phases de fortes intensités de volume de poussière transportée depuis le désert. En deuxième lieu, il s’insère dans une classe d’investigation éminente ces dernières années, cherchant à établir toute une série de relations complexes entre les composants du système climatique. En troisième lieu, le rôle important de la poussière comme empreinte/ reste paléoclimatique et comme étant mis en évidence dans l’analyse des sols et des formes du relief. Il resterait la vérification des empreintes/traces à echelle historique ainsi que dans l’actualité. En quatrième lieu, ce genre d’études et l’utilisation d’une longue serie de données de quantités et de compositions de la poussière d’origine saharienne permet l’accès à l’établissement de dispositions ou cycles dans ces situations atmosphériques actuelles et contribue de cette façon, avec les données des autres points de mesurage, à pénétrer davantage dans la connaissance du changement climatique. Dans ce sens, quelques modèles climatiques comme ceux de Hadley Centre de Grande Bretagne, signalent un réchauffement fort remarquable dans le Sahara , qui feront évidemment que les advections d’air tropical continental soient plus virulentes et l’injection de la poussière à l’atmosphère, probablement supérieure à l’actuelle. Si, comme on s’y attend, l’intensité des vagues de chaleur augmente, il est fort probable que, par exemple, le risque d’incendie forestière augmente aussi. Finalement, il convient de faire remarquer que nous coopérons à la réalisation de futures investigations sur les effets que ces situations comprennent, sous des aspects bien peu étudiés encore, à savoir : la santé de la population et les conséquences sur le tourisme, la source principale de rentrées pour l’Archipel Canarien .