Apellidos japoneses

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Apellidos japoneses
ORIENTALISTAS 2005
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APELLIDOS JAPONESES
POR RAMIRO PLANAS
Universidad Autónoma. Madrid
BIBLID: [0571-3692 (2005) 313-317]
RESUMEN: Se intenta un razonable acercamiento al riquísimo mundo de los apellidos japoneses, exponiendo sus antecedentes históricos más remotos, su uso casi
exclusivamente aristocrático en la Alta Edad Media, y finalmente su generalización a
comienzos de la Época Meiji. Se añade alguna referencia sobre los apellidos en
–moto, -too o –doo, -be, y por último se ofrece una breve lista de apellidos característicos, junto con algunos de análogo significado en otras lenguas.
PALABRAS CLAVE: Myooji (pronunc. myooyi). Apellidos. El sistema uji-kabane
(pronunc. uyi-kabane). Época Meiji (pronunc. Meiyi).
ABSTRACT: The author tries a reasonable approach to the rich world of Japanese
surnames or family names, explaining their oldest historical records, when they were
used only by the nobility. At the beginning of the Meiji Era, their use was extended to
the whole population. A special reference is made to surnames ending in –moto, -too
or –doo, -be, and finally a short list of typical surnames is added, together with surnames of a similar meaning in other languages.
KEY WORDS: Myooji, family names. The uji-kabane system. The Meiji Era (18681912).
El hecho de que en Japón se mencione el apellido antes que el nombre
(como también ocurre en China y en otros países orientales), y la disparidad entre los nombres japoneses y los que se emplean entre nosotros,
hacen a veces difícil para un occidental distinguir cuál es el nombre (na,
namae) y cuál el apellido (myooji), a no ser que sus estudios o una larga
permanencia en Japón se lo vayan aclarando. Una complicación añadida
son los seudónimos (frecuentísimos en escritores y artistas), así como los
nombres budistas con que se designa a algunos ilustres maestros de otros
tiempos (o incluso a bonzos actuales). También sorprende que a determinados personajes de la historia, la literatura y el arte japonés se les conozca por su nombre más que por su apellido.
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De todas formas, si quisiéramos elaborar un amplísimo elenco de apellidos japoneses, dicen los entendidos que nos saldrían más de ciento veinte
mil. Esta riqueza de apellidos marca un fuerte contraste con el caso de
Corea, en que casi un 50% de la población se apellida de una de estas tres
maneras: Kim, Li, Park. El porcentaje aproximado de familias que llevan
uno de estos apellidos es: Kim, 22 %; Li, 14,9 %; Park, 8,5 %, según una
encuesta realizada en Corea del Sur (en Corea del Norte, la situación es
similar), y el total de apellidos, se dice que es solamente de 249.
Algo semejante ocurría no hace mucho en Camboya, Malasia, Laos,
Indonesia y Tailandia. En Birmania, parece ser que no existe el apellido
propiamente tal. Y en otros países, como en el caso de Mongolia, hace
unos quince años empezaron a discutir si sería conveniente tener apellidos. En general, no se echaban en falta.
Pero centrémonos en Japón. ¿Cuáles son los apellidos japoneses más
frecuentes? Con pequeñas diferencias u oscilaciones de un año a otro, y
basándonos en Guías Telefónicas, listados bancarios y de Compañías de
Seguros, etc., puede afirmarse que los apellidos más comunes están entre
estos veinticinco: Satoo, Suzuki, Takahashi, Tanaka, Watanabe, Itoo, Nakamura, Kobayashi, Yamamoto, Katoo, Yoshida, Yamada, Saitoo, Sasaki,
Yamaguchi, Matsumoto, Kimura, Inoue, Shimizu, Hayashi, Abe, Yamasaki, Ikeda, Nakajima, Mori. (Las vocales largas, las escribimos repetidas, en
lugar de superponerles un guión largo o un acento circunflejo.)
A veces se mencionan los términos uji (pronunciado uyi) y kabane
como lejanos precursores de los modernos apellidos. El uji era un título o
nombre familiar de las clases altas, entre los siglos V y VII (por ejemplo,
Nakatomi, Fujiwara –pronunc. Fuyiwara–, Taira, Minamoto), y solía
abarcar a los miembros de un clan familiar cuyo jefe o cabeza era el uji no
kami, mientras que ujibito eran los miembros de la familia o clan, y los
kakibe o be
eran trabajadores subordinados a las órdenes del clan. El uji era otorgado por el Emperador en función de méritos contraídos, y el kabane
servía más bien para indicar el rango social y las obligaciones o funciones
específicas de determinados uji no kami que servían a la Corte Imperial
de Yamato. Ejemplos de kabane eran oomi, muraji, miyatsuko, kimi, atae,
obito, títulos que se añadían al uji (a veces, mediante la posposición posesiva no ) y que en muchos casos se hicieron hereditarios ( junto con las
funciones a ellos anejas) y pasaron a constituir una especie de escalafón.
El sistema uji-kabane (llamado también shisei, según la lectura de
origen chino de ambos caracteres) se mantuvo durante un par de siglos, y
tras diversas transformaciones acabó extinguiéndose o más bien diluyéndose a principios del siglo X en nuevas costumbres y normas sobre títulos
o apelativos. En libros antiguos, a veces se denomina kabane lo que en
realidad era uji (pero no al contrario).
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Puede afirmarse que hasta los siglos X o XII de nuestra Era, sólo los
miembros de la nobleza usaban algo similar a lo que hoy consideramos
apellido, que en aquella época, normalmente iba seguido de la posposición posesiva no y del propio nombre personal (p.ej., Minamoto no Yoritomo, Wake no Kiyomaro, Sugawara no Michizane). En siglos posteriores, se fue extendiendo progresivamente el uso de apellidos, sobre todo
entre la clase militar, pero también entre comerciantes y agricultores (un
reciente estudio del profesor Fumino, de la Universidad Meiji, revela que
en unos documentos de los siglos XVI y XVII, con listas de visitantes de
un famoso santuario budista, el 86 % dan nombre y apellido, y consta que
en aquel tiempo la gran mayoría de la población eran agricultores).
Durante la época Edo (1600-1868), se tendía a restringir el derecho de
usar apellido y el de ceñir espada a personas de la nobleza y a las de clase
militar (bushi,samurai), aunque también en algunos casos se otorgaba
(temporalmente, o a perpetuidad) como recompensa por servicios relevantes, por ejemplo en la administración local o como comerciantes
oficiales.
En 1868, al comenzar la Época Meiji, se estableció ya con carácter
general que todo japonés debía tener un nombre y un apellido (sin que se
admitan nombres ni apellidos compuestos). A raíz de aquella orden,
muchas personas adoptaron apellido por primera vez, con cierta arbitrariedad o siguiendo, sobre todo en pueblos pequeños, las directrices de
algún prohombre local. Naturalmente, en la actualidad, un apellido no
significa necesariamente que tal persona sea descendiente de algún ilustre
personaje de la Edad Media, o así. Muchas familias japonesas llevan poco
más de cien años usando su apellido.
Cuando empecé a interesarme por este tema, me llamó la atención el
gran número de apellidos japoneses terminados en –moto (Yamamoto,
Kawamoto, Sakamoto, etc.) y llegué a pensar si no cumpliría una función
semejante al –ez de nuestros gentilicios procedentes de la Edad Media.
Como es sabido, inicialmente este –ez se derivó de un genitivo latino en
–is, de la 3ª declinación, que daba, por ejemplo, Iohannis, y de ahí Ibáñez,
Yáñez (hijo de Juan o Iván), extendiéndose también a otras declinaciones,
y así tenemos López (hijo de Lope), Pérez (hijo de Pero o Pedro), Suárez
(hijo de Suero), Peláez o Páez (hijo de Pelayo o Payo) y tantos otros. Hay
quien se pregunta si el origen de estos gentilicios no tendrá alguna relación con la costumbre árabe de añadir al propio nombre la filiación
mediante ibn o bin (p.ej. Ahmed ibn Zayd, Ahmed hijo de Zayd). Algo
similar a la terminación española en –ez expresaba el prefijo irlandés O´,
el Mac o Mc escocés o también gaélico, el Fitz anglo-normando, así como
el sufijo –son que aparece en muchos apellidos ingleses, suecos o daneses, el –sohn en apellidos alemanes, el –sen en los Países Bajos y Dinamarca, el –wicz en Polonia, el –vitch en Rusia, el –escu en Rumanía, etc.
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Pero mi hipótesis no iba bien encaminada, y pronto tuve que desecharla. El término japonés moto, aunque puede tener sentido de “origen”,
se emplea también en la acepción de “junto a”, “al lado de”, “próximo a”,
y los japoneses me enseñaron que éste es el significado que lleva como
sufijo de tantos apellidos (Yamamoto, junto al monte; Kawamoto,junto al
río; Miyamoto, al lado del templo shintoísta; Sakamoto, junto a la cuesta; Hashimoto, junto al puente –o sea, los que viven junto al puente–, etc.)
También se encuentran a menudo apellidos en –too o –doo (Satoo,
Saitoo, Katoo, Itoo, Etoo, Andoo, Kondoo, Endoo, etc.), en los que dicho
sonido va expresado con la letra china que representa la planta fuji
(pronunc. fuyi), wistaria o glicina china, un tipo de enredadera. Algunos
de estos apellidos (concretamente, los cinco primeros) se otorgaron originariamente a varias ramas de la antigua familia Fujiwara, una aristocrática estirpe japonesa de las de mayor prestigio. Pero, naturalmente, al
producirse en la Época Meiji la adopción de apellido por parte de toda la
población, muchos intentos de explicación genealógica quedan en el aire.
En cuanto al significado de los apellidos (quizá uno de los aspectos
más interesantes para nosotros), quedan escasos restos de apellidos terminados en –be, los antiguos gremios o sectores de trabajo u ocupación; por
ejemplo, un apellido muy común,Watanabe, se refiere muy claramente a
los que, ya en la Alta Edad Media, tenían como oficio el pasar (wataru) o
conducir a alguien a través de un río, lago, etc. Equivaldría más o menos
a nuestro apellido Barquero. Otro caso curioso es el de Hattori (que se
sigue escribiendo Fukube) y equivale a Tejero o Tejedor (antiguamente
decían Hatoribe, y Hataori era tejer paño en el telar). También existe el
apellido Oribe, con la letra oru de tejer. Es cierto que en algunos casos se
tomaron estos apellidos no porque fuera ésa la profesión de su titular, sino
por algún homónimo que expresaba el nombre de un lugar determinado.
Estas mezclas se han producido con frecuencia a lo largo de los siglos, e
igual que ocurre en España y otros países, hay en Japón muchos topónimos que se emplean como apellidos (por ejemplo, Yamaguchi, Kawasaki,
Kumamoto, etc.).
La inmensa mayoría de los apellidos actuales hacen referencia a
elementos de la Naturaleza o el paisaje, utilizando (casi siempre en
composición) términos como campo (ta, -da ), monte (yama), río (kawa),
árbol (ki, o como elemento posterior de un compuesto, -gi ), aldea (mura),
centro o medio (naka), agua (mizu), pozo (i),isla (shima), valle (tani),
campos o prados (no, hara), estanque (ike), piedras (ishi), rocas (iwa),
proximidad (-moto), arriba (ue, kami), abajo (shita, shimo), cabo o lengua
de tierra que se adentra en el mar (saki), terrenos pantanosos (numa), litoral o playa (hama), rama (eda), boca o desembocadura (kuchi, -guchi),
puente (hashi), fuente (izumi), grande (oo-), pequeño (ko-, o-), bueno
(yoshi), alto (taka), ancho(hiro), largo (naga), viejo (furu), joven (waka),
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nuevo (nii-), blanco (shiro, shira-), negro (kuro), rojo (aka), verde o azul
(ao), y numerosas variedades de árboles y plantas, como el pino (matsu),
roble (kashi, kashiwa), bambú (take), ciruelo (ume), sauce (yanagi),
morera (kuwa), peral o pera (nashi), glicina (fuji- o en su lectura de origen
chino, -too, -doo), etc.
Como el tema es inabarcable, terminaremos este trabajo dando algunos ejemplos muy comunes de apellidos que se usan actualmente, y su
equivalencia aproximada de significado, en español y en otras lenguas
cercanas.
Takayama (monte alto). Montalto, Montalt. Mendigara. Hochberg.
Takanashi (peral alto, pera alta). Peralta.
Yoshikawa (río bueno). Rioboo.
Nakamura (aldea de en medio). Medialdea, Mediavilla. Villamediana.
Niimura (pueblo nuevo). Aldeanueva. Villanueva, Vilanova. Olite.
Yoshimura (buena aldea). Villabona, Vilaboa.
Oka (colina). Colina, Cerro, Collado, Otero. Hill. Hügel.
Shiraoka (colina blanca). Muñuzuri.
Shiraiwa (roca blanca). Peñalba, Peñalva. Zuriarrain. Weissenfels.
Hashimoto (junto al puente). Zubiri.
Izumi (fuente, fuentes). Fuente, Fuentes, Lafuente, Fontana, Fontán,
Fontes, Font, Lafont, Dafonte, Iturri, La Fontaine, Wells.
Koizumi (pequeña fuente,fuentecilla). Fuentecilla, Foncillas, Fontela,
Fontenla, Fontanella. Iturritxo.
Maruyama (montaña redonda o redondeada). Mendibil, Mendivil.
Mori (bosque). Bosque, Bosch. Dubois. Woods. Forest. Wald.
Nagano (prado largo). Pradolongo. Longpré. Longchamp, Longchamps. Soraluce.
Hayashi (arboleda, soto). Soto. Arboleda. Grove.
Kobayashi (soto pequeño). Sotillo, Sotillos, Sotelo.
Shirayama (monte blanco). Montalbo, Montalvo, Montalbán. Zurimendi. Weissenberg.
Hara, Harada (campos, prados). Campo, Campos, Prado, Prados,
Landa, Dupré.
Yamamoto (junto al monte). Mendiondo.
Matsuyama (montaña de pinos). Letamendi, Letamendia.
Yamashita (bajo el monte, al pie del monte). Somontes. Mendibe,
Mendive.
Aoyama (montaña verde). Monteverde. Monteverdi. Grünberg.
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